5 horas de contra marcha, paso a pasito, rodeado de su pueblo, traido ex profeso en modernas y solidarias unidades al centro ceremonial mexica.
Como remate, un "informe" de 2 horas ante un Zòcalo de escenografìa priista de los años Sin Cuenta.
Ante una multitud difuminada entre mantas, matracas y pancartas, atolondrada por el disco rayado.
Agobiada por la sed, el hambre, el desencanto, cuando los frutsis, las tortas, los 300 pesos se han esfumado.
Y el "pueblo" monolìtico empieza a disolverse, a fragmentarse en personas concretas, en individuos, en un mar de microhistorias sobre la supervivencia cotidiana; en la fractalidad de la novela colectiva.
Clientela cautiva seguramente infiltrada por los conservadores con gente peligrosa, verdaderas amenazas para la Seguridad Nacional, segùn los registros de la inteligencia militar.
Como esos "golpistas"disfrazados de padres y madres de niños con càncer que se dicen vìctimas del desabasto de quimios y medicamentos.
O grupos terroristas de la calaña de ciertos "colectivos feministas", contra los cuales se han levantado muros de acero alrededor de Palacio.
El Pueblo Sobre Ruedas, va de regreso a casa.
- ¿Y qué vamos a comer mañana?
- Puro "Humanismo a la mexicana".
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7 horas plus sin orinar, defecar, sin tomar agua ni compartir un frutsi con su torta.
¿Cuáles infartos?
Confirmado: su reino no es de este mundo.
El padre Solalinde y Krauze( El mesìas tropical), tenìan razòn.
