lunes, 7 de agosto de 2017

DE CORRIDITO

El poderoso y metrosexuado personaje compartía con "una mujer al parecer de sexo femenino"(diría un parte policiaco), en un concurrido restaurante de Todos Santos. Al reconocerlo, cliente frecuente de las primeras planas de la prensa local, una joven señora salió de la trastienda, se encaminó a la mesa de la pareja y le peguntó al susodicho, "un sujeto al parecer de sexo masculino", si era tal por cual. - Así es-respondió el aludido, poniéndose de pie con una sonrisa muy "candidateable", dispuesto a dejarse apapachar. - Pues usted no es bienvenido a este lugar. Haga favor de retirarse. El cliente declarado non grato no lo podía creer. Desubicado, miraba a su alrededor. Era el centro de una escena tan chusca como bochornosa. -Pero... - Haga el favor de retirarse. Aquí no lo queremos. Y al interfecto no le quedó más que obedecer y evacuar con la cola entre las patas junto con su comadre. Ya montado en su vehículo, tuvo la " gracia "de despedirse de quienes daban seguimiento a su forzada salida, lanzando con natural donaire, un perfumado beso al aire.(¿rimó?) El restaurante era LA ESQUINA,y la decidida muchacha que corrió al secretario general de gobierno de BCS, Alvaro de la Peña Angulo, la esposa de John Moreno. El joven abogado, asesor jurídico de la COOPERATIVA de pescadores Punta Lobos, encarcelado luego de haberse convertido en una pesadilla en tribunales para los intereses del megadesarrollo inmobiliario Tres Santos. La Esquina, debió saberlo un tipo con la formación policiaca de APA, es propiedad de Oscar Moreno Rutowski, hermano de John. Voluntaria o involuntariamente, su presencia fue una provocación, que en otras circunstancias- con otros miembros de la familia Moreno presentes- pudo haber tenido mayores consecuencias.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ya Adiviné quien es el susodicho. Un payaso y parásito de la actual administración.

La prueba del poder

  Que Milei es un "facho", dice nuestro pròcer. ESO estaría por verse una vez sometido a la prueba del poder. Hasta donde sabemo...