MEMORIA SÍSMICA

A once días del 32 aniversario del sismo de 19 de septiembre de 1985,vuelve a temblar en la CdMx. ¡8.2! Con una profundidad de 58 kms. El de mayor intensidad en un siglo. Es alentador saber que ,ahora sí, una de las principales megalópolis del mundo, con los edificios más altos de AL, resistió la tremenda sacudida. FLASH BACK Como padre de familia- esposa y tres hijos pequeños, recién llegados de LPz-, viví los sismos del 85(8.1 el más intenso ) en una casa de tres plantas en la colonia Alamos, a una cuadra de Xola. Fue un abrupto despertar; pero la casa resistió al igual que la de los vecinos que habían tomado la calle en ropa de cama y/o en paños menores. Era otro susto como el del temblor de 1973, que como a eso de las tres de la madrugada me sorprendió estudiando para un examen universitario en la sala de un depto del séptimo piso del edificio Guillermo Prieto, en Tlatelolco. A través del ventanal pude ver la noche rasgada por relampagos, y a las torres más altas bambolearse como si fueran de hule, en perfecta sincronía, acompasadamente, representando una macabra coreogeafía. La luz se fue y sin elevador no había para donde hacerse. Fueron momentos de un pánico inédito para provincianos nacidos y crecidos al nivel del mar. Repasando esas imágenes decidí ir por la leche y el pan a la panadería a la vuelta de Xola. Al doblar la esquina me topé con el desastre. Un fuerte olor a gas, aullido de patrullas, edificios derrumbados, gritos, humo por todos lados. Ahi estaban , apenas visibles entre los escombros, formando extrañas sílabas, fragmentos del letrero de neón de Panaderia Xola. Un pequeño radio de transistores, y la crónica de Jacobo Zabludovsky, terminó por convencerme de la dimensión de la catástrofe. No recuerdo cómo llegué al devastado centro de la ciudad, a Balderas y Morelos, frente al Café La Habana, sede de la revista en la que trabajaba. Seguí por Balderas hasta avenida Juárez , y me topé de lleno con las ruinas del Regis, y el icónico reloj detenido a las 7:19 am. @@@@ Poco más de tres dęcadas después, también en septiembre, otro sismo de mayor intensidad estrenece la CdMx, y la gran urbe resiste de pie. La lección del 85 parece bien aprendida. Algo se hizo bien. Y esto es una buena noticia. Esperemos que al igual que en la Cdmx, los daños en los otros estados afectados, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, no sean tan graves.