
Como lo podemos observar en la pasarela preelectoral en curso, la "civilización del espectáculo" ha uniformado a la clase política gringa que, como sabemos, en términos partidistas reproduce la opción entre la pepsi y la coca, las aguas negras del del American Dream...
Todos los pretensos cada vez más sobreactuados.
Como si tuvieran el mismo "coach".
Aburridísimos.
El más naturalito es el demencial Trump. Tan genuino como su delirio de humor involuntario.
Alto caucuses y supertuesdays.

No se hagan bolas. El retorno de los ex hippiosos Clinton a la Casa Blanca es inevitable.
¿Se vengara Hillary de aquella afrenta de Bill con la Lengüisky en la Sala Oral?
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