Desde que se despojò de la bata dorada, llamó la atenciòn un fìsico muy bien trabajado, afilado, puro músculo.
En contraste con lo exhibido en sus màs recientes presentaciones.
El Canelo parecía venìr en gran forma, luego de tres meses de concentraciòn en Lake Taho, en los lìmites de California y Oregon.
Y a las pruebas nos remitiò desde el primer campanazo.
Habìa recuperado el juego de piernas, la flexibilidad en la cintura y el cuello, el milimètrico bending.
La potencia y la capacidad combativa.
En cuanto Charlo sintiò el golpe del campeòn supermediano, confirmò que no tenìa nada que hacer, y se montò en su bicicleta para evitar ser noqueado.
" Lo hizo ver como un cachorrito", en palabras del supercampeòn Welter, Terence Crawford.
Le quedan unas tres, cuatro peleas titulares, a uno de los cinco deportistas mejor pagados del momento, segùn Forbes
En la recta final de su carrera, el ex paleterito de los suburbios de Guadalajara sigue siendo una figura central de la industria del boxeo mundial.
No, no estaba acabado el tapatìo.
Andaba de parranda con el acaudalado señor Àlvarez, jugando golf, recorriendo mundo en sus aviones ejecutivos, en sus yates
La noche del sàbado regresò a Las Vegas a cobrar 50 millones de dòlares a cambio de ofrecer un" entrenamiento público" contra el invicto campeòn superwelter.
Una divisiòn 14 libras por debajo de la categorìa supermedio, la misma desventaja que el mexicano tuvo con el semicompleto Bivol.
Claro, como siempre, huele a "fraude".
Ni que fuera Kid Azteca, Olívares, Mantequilla, Saldivar, Chàvez, Salvador, Màrquez...
No, es el Canelo.
Una figura "menor" en un paìs plagado de grandes ìdolos populares.
Entre màs tràgicos la historia y el personaje, mayor adoraciòn.
Huele a "fraude" en el paìs del fraude.
Empezando por los inquisidores que disfrazados de "comunicadores", viven del dinero pùblico, a cambio de endulzarle el oìdo al patròn en turno.
O sea, un fraude en sì mismos.
Mediocres y cobardes
En el paìs màs peligroso del mundo para el ejercicio del periodismo.
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