¿PEYOTICIDIO?

Acabo de volver a ver el documental sobre la construcción del gasoducto Ramones 11 Norte, que va de Guanajuato a Agua Dulce, Texas.

Un gran reportaje  dentro de la serie Megaestructuras, de Natgio.

Un gran triunfo de la ingeniería mexicana, brasieña y argentina.

Fue toda una hazaña atravesar las entrañas de la Sierra Madre Oriental.

Pero una obra de esta naturaleza no podía haber dejado de tener su impacto ambiental.

Daños colaterales como la devastación en los dominios encantados de Mezcalito.

 En "la  tierra mágica del peyote."

"Fue lo que más encontramos", dice uno de los técnicos.

La cámara muestra el triste espectáculo   de ese cactus prohibido, sagrado para huicholes y yaquis("Las enseñanzas de Don Juan"),  con la raíz de fuera, en montones y desparramados  a un  lado de las zanjas y ductos.

No sabemos cual fue el destino de esta preciosa e involuntaria cosecha.
Si lo quemaron, qué desperdicio.

No solamente por sus potencialidades de uso recreativo, sino también por sus múltiples propiedades curativas, medicinales.

Con tanta planta mágica, milagrosa, México debería estar a la vanguardia de la investigación científica en este campo, y en el de la aplicación práctica de sus frutos.

( ¿Hubo entre los miles de constructotes de la magna obra  quienes cayeron en la tentación de probar esa pulpa amargosa, carne de Dios, portal de " un camino con corazón"? Lo cierto es que avanzaron a un ritmo de 20 kms por semana, cuando el promedio es 12 y en regiones menos accidentadas. Por inspiración no quedó)