Fueron los diputados panistas, los que hace unos años
demandaron penalmente al perredista Arturo de la Rosa, presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, y mano derecha del gobernador Narciso Agúndez, por un supuesto desvío de fondos públicos en ejercicio de ese csrgo.
Desde luego que la demanda no prosperó, como otras tantas contra miembros prominentes del grupo en el poder.
En 2011, De la Rosa se fue con su correligionario perredista, Marcos Covarrubias, nada menos que al PAN, el partido que lo había acusado del robo de 8 millones de pesos, en complicidad con su secre privado, Gustavo "El Rorro" Cruz, actual "rector" de la UABCS.
Al ganar Covarrubias la gubernatura, De la Rosa se conviertió en diputado federal, y luego en candidato panista a la alcaldía de Los Cabos.
Ahora es el virtual presidente municipal electo de la llamada Joya de la Corona, venciendo por una diferencia de diez puntos a su ex jefe Narciso Agúndez, y dejando en un lejano tercer lugar al también ex perredista, y ex compañero del grupo Los Cabos, comandado por los hermanos Agúndez: el empresario Alberto Treviño.
Quienes celebran la derrota de los Agúndez, no deberían olvidar esta sinuosa trayectoria de quien los releva en el cargo.
Aunque les digan que hay que ser "positivos" y mirar hacia adelante", donde nos espera "un mejor futuro".
Cuidado con esa clase de "alternancias"
¿Qué tan "panista" puede ser el ex cetemista y ex perredista, Arturo de la Rosa?
¿También en el PAN se conceden indulgencias como en Morena?
1 comentario:
La política mexicana es como la capirotada....admite de todo y todo se revuelve y la cocinan y los mexicanos (no todos) se la comen!!!
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