De aparente cantera, este edificio en construcción de la calle Independencia, en el mero centro de La Paz. ¿Hotelito, oficinas, centro de estudios,?
La Independencia siempre ha sido una de mis calles favoritas de mi puerto nativo. Tiene su encanto. Limpia y arbolada, de Isabel la Católica al malecón, con muy decorosas, sobrias residencias clasemedieras arraigadas al suelo y la historia de la ciudad, algunas de altas bardas y banquetas, en contraste con las más antiguas casitas de madera, techos de dos aguas, y ventanas y puertas clausuradas, custodiadas por vetustos pinos salados y eucaliptos.
Era una de las calles empedradas del centro, la de mi kínder Colón, la Logia Masónica, la catedral, el jardín Velasco, el correo, la tienda de ropa gringa y europea exclusiva para caballeros,El Trébol...
La de la farmacia Baja California,la mercería Nancy(trajes de novia), la nevería La Flor de La Paz, la ex Sala Ibo( escuela de arte dramático y de Boy Scouts), la escuela 18 de Marzo, la Tavola Pizza, la terminal de Autotransportes Àguila.

Por las noches, allá por la bajada, se enciende el refuego en antros con música en vivo como Las Varitas, así como en los bares de la acera de enfrente.
Y más allá de la medianoche, la estrecha calle de un solo sentido hacia la bahía, se convierte en pasarela de travestis , y hasta un sex shop le ha brotado a unos pasos de la Iglesia y de la Logia.
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