martes, 5 de octubre de 2010

PUNTOS Y CONTRAPUNTOS

Pedro Mellado




Obsesiones muy caras


Raúl Padilla López, ex Rector de la Universidad de Guadalajara (1989-1995) y jefe del grupo político que desde hace 21 años tiene secuestrada a la institución, controla directamente, con mano férrea y criterios discrecionales, patrimonialistas y muy personales, todas las empresas parauniversitarias que, se presume, tendrían que ser rentables y aportar recursos adicionales para impulsar y financiar proyectos docentes, académicos y de investigación.

"El licenciado", como también se conoce al cacique de la UdeG, es presidente del Consejo Directivo de la Fundación UdeG, presidente del Consejo de Administración del Corporativo de Empresas Universitarias, presidente de la Feria Internacional del Libro, presidente del Festival de Cine Mexicano, presidente del Consejo Consultivo de Cultura de la UdeG, presidente del fideicomiso del Centro Cultural Universitario, presidente de Papirolas, coordinador de la Cátedra Julio Cortázar, presidente del patronato del Teatro Diana, y presidente del patronato de la Dirección de Producción Audiovisual.



Sorprendentemente, todavía le queda tiempo para desempeñarse como modesto profesor de asignatura e investigador "C" del departamento de Estudios de la Cultura Regional, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, en donde cobra 14 mil pesos con 13 centavos cada 15 días, según registro oficial correspondiente a la primera quincena de agosto del 2010.



El jefe político de la UdeG controla las operaciones del Auditorio Telmex, del Teatro Diana, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, de la Editorial Universitaria, de la Empresa de Servicios Universitarios, del Centro de Estudios para Extranjeros, del Programa Universitario de Lenguas Extranjeras (Proulex), de la Agencia de Viajes, de la Inmobiliaria Universitaria, de la Operadora de Estacionamientos, de la Operadora Pixvs (empresa para diseñar, fabricar y distribuir software), del Parque Industrial, de Latinofusión (Casa Productora de Cine y Televisión, Distribución y Entretenimiento), del Teatro Estudio Cavaret-Calle 2, del Club Deportivo, de los hoteles Villa Montecarlo y Villa Primavera, de la Empresa IMPRO Promotora de Espectáculos y de la Promotora Deportiva Leones Negros.



La actual obsesión de Raúl es el Centro Cultural Universitario (CCU), que incluiría edificios de viviendas y oficinas, hoteles, parques temáticos, un Conjunto de Artes Escénicas, el Auditorio Metropolitano y la Biblioteca Pública del Estado, que, en el 2003, se calculó podría costar 850 millones de pesos, y que en la actualidad podría representar una inversión de más de 2 mil millones de pesos.



La operación de toda la estructura de los negocios que maneja "El licenciado" debe ser muy onerosa para la UdeG. Si a eso le sumamos la inversión que urgentemente reclama el cacique para la construcción del CCU, podríamos entender por qué Padilla López está sacando a los estudiantes a manifestarse en las calles en contra del Gobierno estatal, que encabeza Emilio González Márquez, al cual le exige una partida extra de 520 millones de pesos, adicional a los 7 mil 654 millones 709 mil 631 pesos presupuestados para la UdeG en el 2010.



Amo y señor de la farándula, "El licenciado" sangra el presupuesto de la UdeG para satisfacer sus caprichos personales e impulsar sus caros proyectos, en detrimento de labores sustantivas como la docencia, la academia y la investigación.

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