La irresponsabilidad Oficial.
+ La actitud de Héctor Jiménez.
+ Irresponsabilidad, lo más lamentable.
+ La historia de los 100 pesos
Mario Santiago
La Paz B. C. Sur, 2 de septiembre del 2013
Son numerosos los factores por los cuales el ciudadano común
y corriente deja de creer en las personas, principalmente en los políticos que
llegan a desempeñar algún puesto público y que se olvidan con facilidad de
quienes hicieron el esfuerzo electoral para que ascendieran: les desanima que
sean: Mentirosos, irresponsables,
insensibles e impuntuales.
Y a los ciudadanos no les falta la razón, pues cualquiera de
estas debilidades representa una delicada deformación en su verdadera
personalidad o bien, un sensible menosprecio
hacia quienes creen en ellos.
Es una crisis de valores que los presenta a la realidad, tal
y como son.
Hace algunos años, cuando cursaba la Escuela Normal Estatal
en la ciudad de Ensenada, nuestro director, el profesor Jesús López Gastélum
solía decirnos:
“Cuando tengan una
oficina, al llegar, lo primero que tienen que hacer es contestar los recados
telefónicos y darle respuesta a las cartas que reciban. No importa que tan triviales
las juzguen, porque para quien les habló o les escribió, sí es de verdadera
importancia. Y cuando empeñen su palabra para alguna cita o algún compromiso,
invariablemente cúmplanlo”
Fue un valioso consejo que nunca olvidé.
Y hasta donde tengo entendido, lo he cumplido y lo he
respetado.
RAUL ZAVALA Y HECTOR JIMENEZ MARQUEZ.
Hace algunos días tuve la oportunidad de platicar con mi
colega y amigo Raúl Zavala Magallanes, quien preside el grupo llamado Reflexión, donde por cierto,
lo que más sobra es la experiencia.
Lo conforman ex gobernadores, maestros jubilados, ingenieros,
abogados, periodistas, contadores y empresarios entre otros.
Los invitados especiales dan a conocer sus programas de
trabajo, pero suelen aprender de los sabios comentarios de muchos de ellos.
Entre los invitados ha estado, Marcos Covarrubias Villaseñor
quien por cierto ha sido un gobernador sensible y respetuoso para cumplir sus
compromisos; el rector de la UABCS, diputados, funcionarios federales,
estatales y municipales, senadores, dirigentes de partidos políticos, etc.
Pero lo notaba contrariado, le pregunte y me dijo la causa.
El Secretario de Educación Pública en el Estado, Héctor
Jiménez Márquez estableció un compromiso de acompañarlos en su reunión semanal,
pero inexplicablemente nunca se presentó.
Ni siquiera tuvo la educación de hacer una llamada telefónica para justificar
su falta.
Por donde quiera que se le vea, es una irresponsabilidad.
Falta equilibrio entre lo que se promete y lo que se cumple.
Está trastocando los valores morales de una sociedad que depositó
en sus manos la formación y educación de niños y jóvenes de todo el estado.
Si fue premeditada la falta, con que cara se podrá dirigir a
los maestros y niños estudiantes pidiéndoles puntualidad, responsabilidad,
disciplina y respeto a sus semejantes?.
Su proceder fue como recompensar a la falta de palabra.
Jiménez Márquez nunca ha sido un funcionario destacado.
Ya fue titular de SEDESOL donde tuvo una estancia fugaz,
pero también fue dirigente estatal del PAN cuando tuvo un gris periodo y creo
que también legislador federal.
En ningún cargo ganó fama de buen funcionario, pero vamos a
decir que cumplía a secas, aunque sabemos que para trascender se necesita eso y
muchas cosas mas.
Pero nunca se le conocían actitudes de falta en el cumplimiento de su palabra, ni que fuera tan desatento.
El pasado 6 de junio, le hice una llamada telefónica para
complementar información respecto al número de estudiantes que tomarían
vacaciones, el programa de útiles escolares, cursos de mejoramiento profesional
para maestros, un resumen de la nueva infraestructura, en fin todo lo relativo
al ramo. Su secretaria lo justificó diciéndome que estaba en una reunión de
planeación, pero me pidieron teléfono y celular para que se comunicara en
cuanto se desocupara. Hoy es 2 de septiembre y todavía no tiene la atingencia
de comunicarse lo cual me hace pensar que nunca lo hará, y esta postura me brinda la seguridad de que la cita que no
cumplió con el grupo Reflexión, no es casual sino producto de una deformación
en su conducta.
Y pensar que es nuestro Secretario de Educación Publica.
Dice que va a establecer un mecanismo para hacer retornar a
las aulas a todos los maestros que
devengan su salario, pero no acuden a dar clases. Está por verse.
MARCOS COVARRUBIAS, CAMBIO DEL PANORAMA.
Quisiera ser claro y honesto en lo siguiente. Luego de un
largo periodo de padecer gobernadores que más bien se creían dioses, llegó por
fin uno que ha tenido un comportamiento sencillo, humano, cordial y accesible:
Marcos Covarrubias Villaseñor, que ante los periodistas, siempre está dispuesto
a contestar todo tipo preguntas relacionadas con su papel de Ejecutivo.
En esas cualidades deberían de abrevar quienes le acompañan
en este periodo gubernamental, que en términos generales ha sido bueno para el
Estado.
Ha sabido impulsar el vital Plan Hídrico, la Pavimentación
Hidráulica, el acueducto del Carrizal a La Paz,la Educación en los rubros de
mejoramiento de escuelas y entrega de útiles escolares.
Pero tiene un amplio equipo de colaboradores que tienen la
obligación de proporcionar información complementaria, necesaria para los análisis
y comentarios, ajenos por supuesto del clásico boletín de prensa.
Y también ser responsables en los compromisos a que se
comprometan. Es una manera de ayudarle en su desempeño.
Seguramente que es por
eso que nos extraña este tipo de
actitudes de funcionarios como Jiménez Márquez.
Por cierto, uno de los funcionarios que cambió
favorablemente el trato profesional con los medios informativos del Estado, ha
sido el titular de Comunicación Social, Salvador Salgado, que realiza su
trabajo con eficacia y sin aspavientos.
Una labor completamente diferente a la que realizaron Juan
Antonio Flores (LCM) y Antonio Alcantar (NAM).
LA HISTORIA DE LOS CIEN PESOS.
Es cierto, en la política no se dan los santos, ni tampoco
los inocentes.
Se podrán encontrar en
otros lugares, pero nunca jamás ahí.
Hace poco conocí de un caso que nos demuestra lo anterior y
además, la forma en que nuestros políticos van perdiendo la sensibilidad, el
humanismo y el sentido de la justicia.
Genoveva, vamos a conocerla bajo este supuesto nombre, pero
las personas que se sirvieron de sus servicios, inmediatamente la identificarán.
Cumplió como l0 años, apoyando físicamente las labores
generales en uno de los sectores del Partido Revolucionario Institucional. Usted
sabe, limpieza general, entrega de invitaciones y oficios, eventualmente
telefonista, promotora del voto, todo sin nunca pedir nada a cambio.
Nunca ha recibido más de 3 mil pesos al mes, ni siquiera en
etapas electorales, pero ella cumple con su cometido, tal vez en el fondo,
esperando algún día una especie de recompensa.
Quizá un empleo fijo cuando alguno de ellos “llegue”. No se,
pero algo más seguro.
Pero ahora que llegaron tantos delegados federales, y
funcionarios municipales, no la tomaron en cuenta.
Pero ella siguió cumpliendo la tarea que ella misma se
impuso.
Pero el infortunio le juega otra mala pasada.
Un miembro de su familia se enferma gravemente y tiene que
recibir atención médica especializada fuera de la Entidad.
La atención hospitalaria, para su fortuna, la cubre una
institución de servicios médicos. Pero usted lo sabe o se imagina, los gastos que
genera el acompañante no es cualquier cosa, pues hay que pagar hospedaje,
alimentación y transporte local.
El caso es que, desesperada, tuvo la necesidad de solicitar
ayuda económica para sufragar ese tipo de gastos, sobre todo a las personas que
sirvió y que ahora ya tienen un cargo público. Pero si para ella la respuesta que
tuvo fue lamentable, nosotros pensamos que llegó al extremo de la crueldad.
Fue como una pesadilla, pues nadie le respondió.
Algunos le indicaron que no manejaban presupuesto, pero
cuando fue con los diputados tricolores, a pesar de que ganan como 100 mil
pesos al mes, le dijeron que hiciera un oficio dirigido a Maricela Ayala
Elizalde, presidenta de la Comisión Política del Congreso del Estado. Hizo el
oficio, pero ha quedado sin respuesta, hasta hoy. De todo esto, hace un poco más
de un mes.
Alguien de Atención Ciudadana del Municipio de La Paz, en lo
que pudiera semejar una pesada broma, le entregó un billete de cien pesos
moneda nacional.
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