Uruguay,un pequeño país conosureño de 3 millones y medio de habitantes, se convirtió ayer en la primera nación del mundo en legalizar el uso recreativo de la mariguana.
José Mujica, un ex guerrilero tupamaro de 79 años, que pasó 15 años de su vida en la cárcel( de 1972/85 la estancia más larga), presidente uruguayo en funciones, fue el principal impulsor de la histórica reforma legal en busca de un nuevo paradigma ante el fracaso del prohibicionismo.
Su vida austera y la donación del 90 % de su salario a instituciones de beneficencia, le han ganado el epíteto del "presidente más pobre del mundo", el que se transporta en un viejo vo chito 69 y vive en una casa de clase media baja que horrorizaría al pilluelo promedio de la clase política mexicana.
Pero a Mujica no le gusta que le digan pobre.
“Aquellos que me llaman así son los realmente
pobres. Mi definición de pobreza es de aquellos
que necesitan demasiadas cosas, porque
quienes necesitan demasiado nunca están
satisfechos”, aclaró Mujica a
Al Jazeera.
Dona su salario porque “gano más de lo que
necesito."
"Hemos sacrificado a los viejos dioses
inmateriales y ahora ocupamos el templo del
Dios Mercado. Él organiza nuestra economía,
nuestra política, nuestros hábitos, nuestras
vidas e incluso nos provee tarifas y tarjetas de
crédito que nos dan la sensación de felicidad”,
señaló el ex tupamaro en una asamblea
de Naciones Unidas.
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