-Entiendo que lo que vienes a exponer ante los medios es una denuncia de carácter penal, un asunto jurídico, pero como es del dominio público, el asunto tiene un fondo político que se desprende de tu actuación como funcionario público del sexenio de Guillermo Mercado Romero(1993-99). ¿ Tienes alguna reflexión autocrítica que hacer al respecto?
Con esta pregunta abordé al controvertido ex secretario general de Gobierno en la conferencia de prensa a la que convocó el pasado martes en el restaurante La Panga..
Y Raúl Antonio, que no se distingue precisamente por su formación democrática(es egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara ,UAG, reconocida por su carácter confesional y uno de los criaderos de la ultraderecha mexicana), se embarcó en una perorata evasiva con alusiones incriminatorias de sus acusadores: Leonel Cota Montaño, familia y asociados.
-Tú mismo has reconocido, en corto, que cometiste algunos errores..-acoté.
-No creo en la gente que no reconoce sus errores, y yo debo aceptar que tuve mis debilidades- respondió.
-A 10 años de distancia, ¿cuál sería el balance del sexenio en el que fuiste secretario General de Gobierno?
Y volvió a perderse en un monólogo inculpatorio del gobierno de la alternancia fallida.
Insistí:
-Pero esos gobiernos fueron consecuencia de una sanción social al sexenio mercadista. ¿Consideras que en el 99 hubo un voto de castigo que dio paso a un castigo mayor?
-Puede ser..- puntualizó.
-Independientemente de las imputaciones que se te hicieron y de sus consecuencias políticas, jurídicas y sociales, quiero reconocerte tu valor de dar la cara en todo momento. No te fuiste, como otros lo hicieron. Aquí estuviste, transitando por las calles de tu ciudad, se te podía ver en los lugares comunes, públicos, de siempre.
- Así es, y lo hice porque no tenía nada de qué avergonzarme, nada que esconder.
- ¿Te sigue gustando el rock.. y el roll, o ya diste el cambiazo a la música chatarra para congraciarte con la silvestre naquiza que nos desgobierna?.
-Noooo…sigo siendo rockero, sigo tocando la batería, sigo siendo el hedonista de siempre, tú sabes.. -atajó a botepronto con una amplia sonrisa liberadora de la carga que por una década ha traído sobre sus espaldas con todas las consecuencias dentro de su familia..
- Voy a limpiar mi nombre, en nombre de mi familia y de mis hijos- puntualizó quien considera un amigo a quien ha sido uno de sus más puntuales críticos.
.
En honor a la verdad, valga la frase prefabricada, tanto Guillermo Mercado Romero como Raúl Antonio Ortega Salgado, jamás, a pesar de mi crítica periodística y ciudadana a su gobierno, me han demostrado rencor. Todo lo contrario: siempre un trato amable, cordial, incluso distinguido.
En radical contraste con la horda de espurios perredistas y su petrificada mueca de rencores y odios rancheros.
En este sentido, ambos son personas de más calidad humana, infinitamente más civilizados, mejor educados, que sus sucesores.
Otro dato en descargo de la polémica pareja de amigos, de aventura y desventura políticas, es que si bien ambos son corresponsables del desastre polìtico que propició el vacío de poder que supo capitalizar muy bien Leonel Cota, en lo económico padecieron la vacas flacas de la catastrófica crisis del error de diciembre de 1995, y las que se venían arrastrando desde la década de los 80, a partir del periodo de Víctor Manuel Liceaga Ruibal.
A los Cotitas y sucesores, les tocó en cambio la bonanza petrolera, sus excedentes, que alcanzaron cifras estratosféricas de 700 mil millones de pesos, además del sustancial incremento de un 9 por ciento del PIB nacional en el traslado de recursos a las entidades federativas, lo que les ha permitido realizar una “obra material” de cualquier forma pírrica, a base de chapopote cortesía de PEMEX.
El rezago político herencia de los gobiernos priistas, no solamente no se revirtió, sino que desembocó en una regresión histórica a la época caciquil, con su sobredosis letal de nepotismo, analfabetismo funcional y disfuncional, rentismo y gula parasitaria galopantes
LA FICHA TÉCNICA JURÍDICA
La denuncia penal que ese mismo día interpuso RAOS contra los magistrados del Tribunal de Justicia , Humberto Montiel Padilla, Francisco Javier Amador Soto, Alejandro Santoyo e Ignacio Bello Sosa, por los delitos de violación de garantías e impedimentos, e incumplimiento de un deber legal, tiene un claro y contundente sustento legal.
Los argumentos de Raúl Antonio, son jurídicamente impecables, apegados a derecho, y ponen el dedo en la llaga de la descomposición política y moral: la marca de la casa de los gobiernos que representaron una falsa alternancia a partir de 1999, llevando hasta sus últimas consecuencias, sin ningún cuidado de las formas, la conversión del principio republicano de la división de poderes en una nueva versión del Misterio de la Santísima Trinidad: tres personas (poderes) distintas, y un solo Dios verdadero: el neocacique que destila un rencor tan vivo como el del Pedro Páramo rulfiano.
Los poderes legislativo y judicial, sometidos a la voluntad y los caprichos del Ejecutivo. Nada nuevo bajo el sol, es cierto, pero con el plus plus plus(y la pus) de la sevicia con que se ha dado en esta ínsula barataria bajo la deshilachada bandera de la “Revolución Democrática”.
A Raúl Antonio, el Chori pa los compas, se le procesó por el delito de ejercicio abusivo de funciones, tipificado por el artículo 326 del código penal vigente desde finales de la década de los 90, el cual fue extrañamente modificado a partir del primero de marzo del 2005.
Con esta modificación, el delito por el cual había sido procesado y condenado Ortega, había perdido su tipificación, por lo cual procedía el desistimiento de la acción penal o el sobreseimiento de la causa de acuerdo al artículo 12 del mismo código penal que a la letra dice:
” Cuando una nueva ley elimine el carácter delictivo de una conducta, el ministerio público o el tribunal que conozca de la causa ordenará de oficio o a petición de parte, , la libertad de los indiciados o procesados, decretando el no ejercicio de la acción penal o el sobreseimiento, en su caso.”
Pero los magistrados aludidos no procedieron conforme a derecho, lo que derivó en una serie de amparos interpuestos por el acusado que a la postre obligaron a tan inefables
tribunos a cumplir con la ley y resolver el sobreseimiento.
Lo inverosímil es que el mismo artículo que favoreció a RAOS había sido de nueva cuenta modificado en noviembre del 2005, para dejarlo en los términos anteriores que sí tipificaban el delito de ejercicio abusivo de funciones.
Fue tan burdo el manoseo de Leonel, Narciso y títeres diputadiles y tribunarios, que provoca… ñáñaras.
Por otro lado, es evidente que en este caso concreto RAOS no está alegando propiamente su inocencia, sino acogiéndose al beneficio que de acuerdo al citado artículo12 le concedió la modificación que anulaba la tipificación del delito por el cual se le perseguía.
¿Hubo negociación entre Ortega con el gobierno iniciado por Leonel y concluido por un profesor de apellido Lizárraga, actual diputado federal, para lograr la primera modificación?
¿Por qué Narciso, con el que RAOS se ha reunido en diferentes ocasiones, y quien se ha lavado las manos en el caso contra los mercadistas, decidió a dar marcha atrás y dejar la letra de la ley en sus términos originales que sí tipificaban el delito de ejercicio abusivo de funciones?
En todo caso, procede la aplicación de los artículos 190 y 148 del Código Penal vigente en BCS, que tipifican los delitos de violación de garantías e impedimentos, y el de incumplimiento del deber legal, que el ahora exonerado Raúl Antonio esgrime en contra de los susodichos esbirros judiciales: Montiel, Santoyo, Amador y Bello.
CASA DE CITAS.
Excedentes petroleros.
” El sexenio de Vicente Fox acumuló recursos históricos por excedentes petroleros, que difícilmente se volverán a ver, superiores a los 700 mil millones de pesos, sin embargo, no sirvieron para impulsar una estrategia de desarrollo productivo, sino que fueron dedicados al "dispendio'', canalizados al gasto corriente. Los gobernadores de los estados, los presidentes municipales se sumaron a esa complicidad al recibir cantidades importantes, pero tampoco diseñaron una estrategia de crecimiento; los recursos son usados para ganar elecciones, construir imágenes públicas, realizar donaciones y crear obras que no son rentables” Gabriel Xantofila, El Mexicano, Ciudad Juárez, Chihuahua..
Cerralvo y Costeau
“ Aunque de suyo me parece una discusión un tanto ociosa, considero oportuno ofrecer mas datos sobre el porque la isla Cerralvo pudiese llamarse así y, en caso de que su servilleta no este equivocado (caso en el cual pasaría a disculparme) se me hace que le estamos tupiendo injustamente a un personaje como lo fue don Jacques Cousteau, sin percatarnos que el ahora defendido apelativo de Cerralvo impuesto en su momento a dicha zona de tierra firme(antes llamada "Isla de Perlas"), es en “honor”(al menos eso parecen indicar los datos encontrados) al Virrey de la Nueva España don Rodrigo Pacheco y Osorio, El Marqués de Cerralvo, quien de acuerdo a la información que les adjunto, no era nadie con respecto al cual habríamos de enorgullecernos; o sea, era lago así como el “Carlos Salinas” español de aquellos tiempos. Digo....ahora que si nos queremos ver bien sudcalifornianos, juntemos firmas para obligar a quien corresponda para que mañana o pasado, se denomine Isla del Conono…”
Miguel Angel Avilés, abogado y escritor paceño radicado en Hermosillo, Sonora.
Cerralvo y Costeau
“ Aunque de suyo me parece una discusión un tanto ociosa, considero oportuno ofrecer mas datos sobre el porque la isla Cerralvo pudiese llamarse así y, en caso de que su servilleta no este equivocado (caso en el cual pasaría a disculparme) se me hace que le estamos tupiendo injustamente a un personaje como lo fue don Jacques Cousteau, sin percatarnos que el ahora defendido apelativo de Cerralvo impuesto en su momento a dicha zona de tierra firme(antes llamada "Isla de Perlas"), es en “honor”(al menos eso parecen indicar los datos encontrados) al Virrey de la Nueva España don Rodrigo Pacheco y Osorio, El Marqués de Cerralvo, quien de acuerdo a la información que les adjunto, no era nadie con respecto al cual habríamos de enorgullecernos; o sea, era lago así como el “Carlos Salinas” español de aquellos tiempos. Digo....ahora que si nos queremos ver bien sudcalifornianos, juntemos firmas para obligar a quien corresponda para que mañana o pasado, se denomine Isla del Conono…”
Miguel Angel Avilés, abogado y escritor paceño radicado en Hermosillo, Sonora.
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