Yuriria Sierra.EXCELSIOR
En entrevista con Cadenatres Noticias, dice que publica un libro ahora porque después hubieran dudado de sus revelaciones y le pide a Raúl ejercer el poder
Juanita Castro dijo que desde hace mucho tiempo dejó de creer en el comunismo y que mucha gente piensa que está loca porque reveló los secretos de su familia.
“Hacerlo después de la edad que tengo, me hubieran dicho que era una vieja que estaba turulata.
Ahora no tengo valor ni edad de mentir”, dijo ayer en entrevista con Cadenatres Noticias.
Se refiere a Fidel y Raúl, mis hermanos. La historia secreta, un libro que presenta en México y que salió a la venta en todo el mundo el pasado 26 de octubre. A pesar de lo escandaloso del título, aseguró que no busca pleitos con su familia, ni venganza.
“No es un libro de enfrentamiento, ni de guerra con quien sea. Es más bien un libro que invita a la recapacitación, a la cordura”, dijo.
Pero agregó que busca una transición democrática en su país.
“Con un nuevo gobernante. Yo no aspiro en que ellos continúen en el poder. El régimen ha fracasado desde hace mucho tiempo. El país ha pasado muchas necesidades, el pueblo está pasando hambre, el pueblo necesita libertad y desarrollarse como tal. La revolución cubana se cayó bastante temprano lamentablemente.”
Juana Castro se fue de Cuba el 19 de junio de 1964 para refugiarse en México, antes de irse a Miami.
“La última vez que hablé con Raúl fue un día antes de abandonar el país por venirme a México. Con Fidel fue el 7 de agosto de 1963, un día después de la muerte de mi madre.
“Me fui de Cuba porque hasta su muerte, mi mamá me protegió, pero cuando murió, mis hermanos me amenazaron diciéndome que ya no tenía a mi mamá para protegerme y apoyarme, y me quitaron todos los derechos que tenía. Ni podía hablar de lo que me daba la gana, así que me fui.”
Dijo no haber tenido contacto con sus hermanos desde entonces y que nunca ha sido otra vez amenazada por ellos.
“Siempre habrá inconvenientes en decidir hacer este libro, pero espero que mis hermanos lo lean. Hay muchas familias que se destruyeron. Este régimen creó este ambiente. La nuestra es la más emblemática. Es muy duro poder asimilar eso y soportarlo”.
En ese sentido, aseguró que los extraña:
“Me gustaría volver a verlos, como hermana. Lo que me encantaría sería que muriéramos todos en paz.”
Juanita Castro llegó sin guardaespaldas al estudio. Sólo la acompañaba María Antonieta Collins, la periodista que recoge su historia, y una empleada de la editorial. Se notaba muy tranquila, sencilla, llegó de tenis y decía que todavía le faltaban varias entrevistas a lo largo del día. Pero eso no se reflejaba como mal humor. Sólo cansancio. Desde que salió el libro, no ha dejado de promocionarlo en toda la región.
Acerca de la posible riqueza de Fidel Castro, valuada en más de 290 millones de dólares según la revista Forbes, responde:
“Es absurdo, ridículo que haya gente que crea que ese hombre tenga esos millones de dólares fuera de Cuba. Yo por muy en contra que estoy de él, yo estoy segura de que esto no es verdad”.
Mensaje para Raúl Desde la toma del poder de Raúl Castro, en febrero de 2008, Cuba ha experimentado una apertura de sus políticas y un acercamiento con EU.
Para la hermana de los revolucionarios, la única persona que puede llevar a la isla hacia la democracia, es Raúl Castro.
“No hay otra persona en Cuba en este momento que pueda sustituir este régimen para avanzar en este camino hacia la democracia. Pido que Raúl ejerza su poder porque Fidel está retirado. Él es el verdadero gobernante que tiene en sus manos el futuro del país.
“Tiene la posibilidad de hacerse cargo de esa transición de manera pacífica y sin violencia y terminar con este odio que existe en el país. Hay muchos cubanos que odian terriblemente a Fidel y a todo lo que tiene que ver con este apellido.”
Y remató: “Qué bueno que no siguieron con Ernesto Che Guevara. Hubiera sido peor con él. Los cubanos no lo conocen, pero le hicieron un culto a uno que hizo tanto daño al país. Deberían verificar antes de glorificar a una figura como ésa”.
“No es un libro de enfrentamiento, ni de guerra con quien sea. Es más bien un libro que invita a la recapacitación, a la cordura”, dijo.
Pero agregó que busca una transición democrática en su país.
“Con un nuevo gobernante. Yo no aspiro en que ellos continúen en el poder. El régimen ha fracasado desde hace mucho tiempo. El país ha pasado muchas necesidades, el pueblo está pasando hambre, el pueblo necesita libertad y desarrollarse como tal. La revolución cubana se cayó bastante temprano lamentablemente.”
Juana Castro se fue de Cuba el 19 de junio de 1964 para refugiarse en México, antes de irse a Miami.
“La última vez que hablé con Raúl fue un día antes de abandonar el país por venirme a México. Con Fidel fue el 7 de agosto de 1963, un día después de la muerte de mi madre.
“Me fui de Cuba porque hasta su muerte, mi mamá me protegió, pero cuando murió, mis hermanos me amenazaron diciéndome que ya no tenía a mi mamá para protegerme y apoyarme, y me quitaron todos los derechos que tenía. Ni podía hablar de lo que me daba la gana, así que me fui.”
Dijo no haber tenido contacto con sus hermanos desde entonces y que nunca ha sido otra vez amenazada por ellos.
“Siempre habrá inconvenientes en decidir hacer este libro, pero espero que mis hermanos lo lean. Hay muchas familias que se destruyeron. Este régimen creó este ambiente. La nuestra es la más emblemática. Es muy duro poder asimilar eso y soportarlo”.
En ese sentido, aseguró que los extraña:
“Me gustaría volver a verlos, como hermana. Lo que me encantaría sería que muriéramos todos en paz.”
Juanita Castro llegó sin guardaespaldas al estudio. Sólo la acompañaba María Antonieta Collins, la periodista que recoge su historia, y una empleada de la editorial. Se notaba muy tranquila, sencilla, llegó de tenis y decía que todavía le faltaban varias entrevistas a lo largo del día. Pero eso no se reflejaba como mal humor. Sólo cansancio. Desde que salió el libro, no ha dejado de promocionarlo en toda la región.
Acerca de la posible riqueza de Fidel Castro, valuada en más de 290 millones de dólares según la revista Forbes, responde:
“Es absurdo, ridículo que haya gente que crea que ese hombre tenga esos millones de dólares fuera de Cuba. Yo por muy en contra que estoy de él, yo estoy segura de que esto no es verdad”.
Mensaje para Raúl Desde la toma del poder de Raúl Castro, en febrero de 2008, Cuba ha experimentado una apertura de sus políticas y un acercamiento con EU.
Para la hermana de los revolucionarios, la única persona que puede llevar a la isla hacia la democracia, es Raúl Castro.
“No hay otra persona en Cuba en este momento que pueda sustituir este régimen para avanzar en este camino hacia la democracia. Pido que Raúl ejerza su poder porque Fidel está retirado. Él es el verdadero gobernante que tiene en sus manos el futuro del país.
“Tiene la posibilidad de hacerse cargo de esa transición de manera pacífica y sin violencia y terminar con este odio que existe en el país. Hay muchos cubanos que odian terriblemente a Fidel y a todo lo que tiene que ver con este apellido.”
Y remató: “Qué bueno que no siguieron con Ernesto Che Guevara. Hubiera sido peor con él. Los cubanos no lo conocen, pero le hicieron un culto a uno que hizo tanto daño al país. Deberían verificar antes de glorificar a una figura como ésa”.
“Operación comercial de mal gusto”
LA HABANA.— Fidel y Raúl Castro no han hablado del libro. Pero una revista del Ministerio de Cultura de Cuba sí.
“Mediante técnicas de reciclaje y marketing político que incluyen publicidad, manipulación y sensacionalismo, la industria del anticastrismo en Miami, con el auspicio de la editorial Santillana y el Grupo PRISA de España, ha lanzado al mercado un nuevo producto: Memorias de Juanita Castro”, dice un artículo de la revista La Jiribilla, publicado el pasado lunes 2 de noviembre.
La primera reacción oficial a la publicación llegó en forma de nota, que se titula Memorias para el olvido.
“El hecho es más chocante precisamente porque para tomar distancia de la frivolidad habitual, como ningún otro líder occidental, durante más de 50 años, Fidel Castro se ha esforzado por preservar la intimidad de su familia de los avatares de su actividad pública”, asegura La Jiribilla.
Según la revista del Ministerio de Cultura, el libro es “un folletín creado para echar a rodar afirmaciones francamente intrascendentes”.
Añade que de ser cierto que a principios de la década de los sesenta la autora trabajó para la CIA, sería apenas una más entre miles de cubanos que por dádivas, dinero u otras motivaciones, entre las cuales pueden estar incluidos el odio, los afanes de venganza y la intolerancia, trabajaron para la CIA y se prestaron a servir como peones de la política norteamericana contra Cuba.
“En este caso —prosigue el artículo—, la diferencia proviene de haber conspirado también contra familiares allegados. No hay en esa conducta mérito ni excepcionalidad alguna, sino al revés”.
“Mediante técnicas de reciclaje y marketing político que incluyen publicidad, manipulación y sensacionalismo, la industria del anticastrismo en Miami, con el auspicio de la editorial Santillana y el Grupo PRISA de España, ha lanzado al mercado un nuevo producto: Memorias de Juanita Castro”, dice un artículo de la revista La Jiribilla, publicado el pasado lunes 2 de noviembre.
La primera reacción oficial a la publicación llegó en forma de nota, que se titula Memorias para el olvido.
“El hecho es más chocante precisamente porque para tomar distancia de la frivolidad habitual, como ningún otro líder occidental, durante más de 50 años, Fidel Castro se ha esforzado por preservar la intimidad de su familia de los avatares de su actividad pública”, asegura La Jiribilla.
Según la revista del Ministerio de Cultura, el libro es “un folletín creado para echar a rodar afirmaciones francamente intrascendentes”.
Añade que de ser cierto que a principios de la década de los sesenta la autora trabajó para la CIA, sería apenas una más entre miles de cubanos que por dádivas, dinero u otras motivaciones, entre las cuales pueden estar incluidos el odio, los afanes de venganza y la intolerancia, trabajaron para la CIA y se prestaron a servir como peones de la política norteamericana contra Cuba.
“En este caso —prosigue el artículo—, la diferencia proviene de haber conspirado también contra familiares allegados. No hay en esa conducta mérito ni excepcionalidad alguna, sino al revés”.
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