EL PRI CON CANDIDATO PROPIO: RICARDO BARROSO AGRAMONT.

LA postulación del joven Ricardo Barroso Agramont como candidato a la gubernatura de BCS, es uno de los mayores  aciertos estratégicos del PRI en los últimos años. A quienes creìamos que el tricolor estaba esperando un esquirol como en el 2005, como fue el caso de Rodimro Amaya, se nos tapó la boca. Enhorabuena. La juventud de Ricardo se compensa con su clara inteligencia y talento político, y, desde luego, con su limpia trayectoria. No tiene cola que le pisen.
Se prefigura una campaña intensa, brillante, con un discurso renovado, que deberá capitalizar el voto de castigo al desastre político y moral representado por el grupo y la familia todavía en el poder. En la denuncia, uno de los puntos de referencia deberá ser el esquirol de Marcos Covarrubias, el nuevo Rodimiro, y demás comparsas de Narciso y su delfín, Luis Armando Díaz, como el PANAL.

Y aparejada a la denuncia, la propuesta a la medida de los tiempos de descomposición política: centrada en los valores democráticos y la renovación ideológica, como el mejor contrapeso al envilecimiento de la vida pública mexicana. El rescate de los principios, de la política -política como eje central de un proyecto de gobierno que marque un parteaguas en la historia sudcaliforniana.

Ricardo tendrá que ir en pos del voto de los jóvenes de su generación y sus alrededores. De los indecisos, de esas mayorías silenciosas mayoritariamente claseemedieras.Para ello tendrá que acuerparse en un equipo de trabajo, de campaña, en el que los emisarios del pasado priista no deberán salir en la foto.  Renovar la esperanza es reinventar el Futuro. Y no hay otra forma de hacerlo, mas que a travès de la palabra que cale muy hondo en la agraviada sociedad sudcaliforniana. En el contenido, en el tono, en el acento, del discurso, se cifrará la credibilidad de un joven político convertido en un Hombre de Palabra, sustento ético y moral, político, de las acciones que vendrán. 

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