Así me lo contó la diputada de Puebla Irma Ramos.
El sábado 29 de noviembre, como a las 10 de la noche, estaba yo conviviendo con mis amigos, estaba yo con un supervisor de bachillerato de Zacatlán, con el director del bachillerato de Hueytlalpan, con muchos amigos, realmente llega mucha gente a visitarnos, estábamos en el rodeo de medianoche organizado precisamente por el presidente municipal de Hueytlalpan con motivo de las fiestas patronales del pueblo. Durante un descanso en dicha actividad de jaripeo el conductor del evento solicitó la presencia de varios niños para realizar competencias sin especificar qué tipo de competencias. Posteriormente solicita a la gente del público del lugar que cooperara con dinero para que el ganador de las competencias, pues, tuviera un premio económico.
Se juntó el dinero, yo fui una de ellas que cooperó con 200 pesos en ese momento y se juntaron más de 700 pesos. Todo iba bien, quiero decirte que la gente se burlaba y se reía, se divertía con los niños, pero hubo un momento en que el conductor tomó la palabra y manifestó que aquel concursante que se quite totalmente su ropa y se desnude será el ganador, entonces muchos de los niños no se animaban.
—¿Rodeados de adultos en el rodeo?
—Por supuesto, habíamos como 600 gentes. Y les empezó a decir “A ver, a ver, a ver, tú quítate la playera por 50 pesos”. Y un niño se quitaba la playera. “Otros 50 si te quitas el pantalón.. “, les decía y el niño se quitaba el pantalón porque ya llevaba 100 pesos. Otros 50 pesos si te quitas el calzón”. Entonces hubo cuatro niños que se ganaron 150 pesos y que se desnudaron por completo. Y a dos niños los hizo correr dos vueltas al ruedo desnudos.
— ¿Y de qué edad los niños?
—De 6 a 12 años.
—¿El presidente municipal estaba presente?
—Hubieras visto su cara del presidente; se reía, se carcajeaba de risa.
—¿Qué hiciste tú, Irma?
—Yo pedía la palabra, yo pedía la palabra y cuando no me hacían caso fue que le dije: “Oye, yo quiero aportar más dinero para el premio de estos niños”. Entonces fue cuando me dieron la palabra y les dije: “¿saben qué?, no tienen madre de lo que están haciendo. Están cometiendo un delito y eso no se va a quedar así, y ustedes niños, vístanse porque ustedes tienen dignidad, tienen derechos. Entonces fue cuando, pues, se armó, precisamente porque luego, luego me retaron a mí, que yo estaba obstaculizando el jaripeo. Y me dijeron por micrófono que me dolían los 200 pesos, y si me dolían tanto que pasara yo a la tesorería municipal.
Hasta ahí el relato de la diputada Ramos.
Gracias a Rosario Carmona, enviada de W Radio a la sierra poblana, ahora sabemos otras cosas.
El presidente municipal de Huey-tlalpan, Juan Martín Barrientos, dice que en el momento en que eso sucedió él estaba afuerita del rodeo, atendiendo a unas personas de Tlaxcala y que además él no le pagó al animador, que hoy conocemos, es el dueño de Sonido Leo, por lo que todo ha de ser cosa “de la política”.
El presidente municipal dice que él ya había oído que eso lo hacía el animador de Sonido Leo en otros jaripeos. Eso también le cuentan a la reportera otros habitantes de la zona.
El viernes en la mañana, cuando la reportera de W Radio visitó a uno de los niños que se habían desnudado, por esa casa no había pasado ninguna autoridad ni municipal ni estatal ni federal para brindarle ayuda, para hablar con él. Nadie.
El niño le dijo a Rosario que se sentía mal, avergonzado, culpable, como si fuera él quien había cometido el delito. Los padres de ese chamaco, que vive a unos 45 minutos caminando, no estaban en el jaripeo.
Sabemos que hay fotografías y videos del grotesco espectáculo. Sabemos que había regidores en el evento.
La Comisión de Derechos Humanos de Puebla ya “abrió expediente” y el viernes mandaría a la zona a su visitador para asuntos indígenas.
El Congreso local aprobó el jueves un exhorto para que se investigue y finquen responsabilidades.
Sonido Leo tiene más eventos en esta temporada decembrina y anda muy campante.
Seis días después del evento, cuatro después de que se conociera públicamente, no habían dicho o hecho nada los siguientes personajes:
El gobernador del estado, Mario Marín, alias, el Góber precioso.
Ninguno de sus funcionarios, incluyendo la Procuraduría estatal.
Nada han dicho o hecho el DIF estatal ni el DIF nacional.
Nada han dicho o hecho la Comisión Nacional de Derechos Humanos o la Procuraduría General de la República o nadie del gobierno federal.
Hueytlalpan está a 260 kilómetros de la ciudad de Puebla, mide 15 kilómetros cuadrados, está enclavado en la sierra y sus pobladores son mayoritariamente indígenas totonacas que se dedican a la agricultura, sobre todo al café.
Hueytlalpan y sus niños están, evidentemente, abandonados a su suerte.
Triste país.
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