Entre cantos, vivas y aplausos, fueron cremados los restos de Mercedes Sosa, en Buenos Aires
ÚLTIMO PASEO. Una multitud acompañó al cuerpo de Mercedes Sosa en su camino al crematorio (Foto: BERNARDINO ÁVILA REUTERS )
ÚLTIMO PASEO. Una multitud acompañó al cuerpo de Mercedes Sosa en su camino al crematorio (Foto: BERNARDINO ÁVILA REUTERS )
BUENOS AIRES.— “Se fue de gira…” Una acertada metáfora utilizada entre los artistas para justificar a aquel colega querido que se va, y así tenerlo para siempre, es la mejor síntesis para definir esas largas 32 horas de despedida a los restos de la cantante Mercedes Sosa. Los que ayer, después de una larga procesión que atravesó la ciudad de Buenos Aires entre cantos, vivas y aplausos, fueron cremados en el Cementerio Metropolitano de la Chacarita.
La despedida de una de las más grandes intérpretes latinoamericanas estuvo rodeada de emoción y mucho canto. Esa sana costumbre del norte argentino de despedir cantando a aquel que en vida desparramó poesía y canto. Y Mercedes había cumplido de sobra con esos cánones para merecerlo. “No sólo por su arte sino por su grandeza como ser humano, su amistad desinteresada y su generosidad para con todos los artistas populares”, al decir de Alfredo Alcón.
“La Negra no murió, te lo juro… Se fue de gira”, decía entre lágrimas Jorge Luz, el recordado actor del aquel recordado programa de tv La Tota y la Porota, junto al también actor Jorge Porcel.
De golpe, el silencio sepulcral de la capilla ardiente en el Congreso de la Nación y la larga fila de seguidores que caminaba a prudente distancia del féretro, en la tarde del domingo, se dejó acompañar por los acordes del Peteco Carvajal, y de Piero y del Chango Farías Gómez, todos compañeros de ruta de La Negra, para entonar las estrofas de la “Luna tucumana”, de “Sólo le pido a Dios” o de “La estrella azul”, todo redondeado entre aplausos, como si todo se tratara de la primera presentación de la gira.
“Esto es lo que le hubiese gustado a la tía, que se cante en su despedida”, acotaba el cantante Coqui Sosa, sobrino de la Mercedes, agradecido por las muestras de “cariño de la gente, de los amigos y de todo el mundo”.
Desde Luiz Inácio Lula Da Silva, al presidente israelí, Simón Peres, desde Hugo Chávez, a José Luis Rodríguez Zapatero, todos manifestaron su pesar por la pérdida de la gran artista, en una jornada que se extendió hasta bien entrada la madrugada, cuando hasta el técnico de la selección Argentina, Diego Maradona, pasó a despedirla.
Horas antes la presidenta Cristina Kirchner y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, compartieron unos minutos con la familia frente al féretro, visiblemente emocionados. De golpe todos volvieron a romper en un solo canto con “Gracias a la vida”, con el ex Soda Stero, Gustavo Ceratti, como parte del coro.
En la puerta del Congreso, murales de papel fueron siendo pegados en los muros, donde la gente iba dejando mensajes de agradecimiento y de dolor. Lo mismo ocurrió en la web, donde las páginas dedicadas a ella, colapsaron sin remedio por la cantidad de tráfico.
Jairo y Charly García apuraron sus regresos desde Costa Rica y de Chile para estar allí, y cada uno de sus huérfanos seguidores prolongaron la noche del domingo hasta la madrugada de ayer.
A las 10 de la mañana, un largo cortejo recorrió las avenidas Callao, Córdoba, Federico Lacroze, hasta el cementerio de la Chacarita. Aplausos de miles de personas que esperaban el paso del mismo y una recepción a pura zamba en la capilla de la necrópolis, con baile incluido y cánticos emocionados de “La Negra no se va, La Negra no se va”, que acompañaron al féretro hasta el crematorio, para cumplir su última voluntad. Que sus cenizas reposen en su Tucumán natal, en la provincia de Mendoza, lugar fundacional de su carrera dentro de Movimiento del nuevo Cancionero Popular argentino y en esta ciudad desde donde trascendió las fronteras.
El cantautor Víctor Heredia, ostensiblemente emocionado, cuando el féretro se perdió de la vista de la multitud en la sala del Crematorio dijo: “Mercedes se fue de gira…”. Ahora sólo cabe esperar las eternas melodías que seguirá aportando con su voz, que al juzgar por quienes asistieron a este “doloroso concierto” de despedida, es y será inmortal.
La despedida de una de las más grandes intérpretes latinoamericanas estuvo rodeada de emoción y mucho canto. Esa sana costumbre del norte argentino de despedir cantando a aquel que en vida desparramó poesía y canto. Y Mercedes había cumplido de sobra con esos cánones para merecerlo. “No sólo por su arte sino por su grandeza como ser humano, su amistad desinteresada y su generosidad para con todos los artistas populares”, al decir de Alfredo Alcón.
“La Negra no murió, te lo juro… Se fue de gira”, decía entre lágrimas Jorge Luz, el recordado actor del aquel recordado programa de tv La Tota y la Porota, junto al también actor Jorge Porcel.
De golpe, el silencio sepulcral de la capilla ardiente en el Congreso de la Nación y la larga fila de seguidores que caminaba a prudente distancia del féretro, en la tarde del domingo, se dejó acompañar por los acordes del Peteco Carvajal, y de Piero y del Chango Farías Gómez, todos compañeros de ruta de La Negra, para entonar las estrofas de la “Luna tucumana”, de “Sólo le pido a Dios” o de “La estrella azul”, todo redondeado entre aplausos, como si todo se tratara de la primera presentación de la gira.
“Esto es lo que le hubiese gustado a la tía, que se cante en su despedida”, acotaba el cantante Coqui Sosa, sobrino de la Mercedes, agradecido por las muestras de “cariño de la gente, de los amigos y de todo el mundo”.
Desde Luiz Inácio Lula Da Silva, al presidente israelí, Simón Peres, desde Hugo Chávez, a José Luis Rodríguez Zapatero, todos manifestaron su pesar por la pérdida de la gran artista, en una jornada que se extendió hasta bien entrada la madrugada, cuando hasta el técnico de la selección Argentina, Diego Maradona, pasó a despedirla.
Horas antes la presidenta Cristina Kirchner y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, compartieron unos minutos con la familia frente al féretro, visiblemente emocionados. De golpe todos volvieron a romper en un solo canto con “Gracias a la vida”, con el ex Soda Stero, Gustavo Ceratti, como parte del coro.
En la puerta del Congreso, murales de papel fueron siendo pegados en los muros, donde la gente iba dejando mensajes de agradecimiento y de dolor. Lo mismo ocurrió en la web, donde las páginas dedicadas a ella, colapsaron sin remedio por la cantidad de tráfico.
Jairo y Charly García apuraron sus regresos desde Costa Rica y de Chile para estar allí, y cada uno de sus huérfanos seguidores prolongaron la noche del domingo hasta la madrugada de ayer.
A las 10 de la mañana, un largo cortejo recorrió las avenidas Callao, Córdoba, Federico Lacroze, hasta el cementerio de la Chacarita. Aplausos de miles de personas que esperaban el paso del mismo y una recepción a pura zamba en la capilla de la necrópolis, con baile incluido y cánticos emocionados de “La Negra no se va, La Negra no se va”, que acompañaron al féretro hasta el crematorio, para cumplir su última voluntad. Que sus cenizas reposen en su Tucumán natal, en la provincia de Mendoza, lugar fundacional de su carrera dentro de Movimiento del nuevo Cancionero Popular argentino y en esta ciudad desde donde trascendió las fronteras.
El cantautor Víctor Heredia, ostensiblemente emocionado, cuando el féretro se perdió de la vista de la multitud en la sala del Crematorio dijo: “Mercedes se fue de gira…”. Ahora sólo cabe esperar las eternas melodías que seguirá aportando con su voz, que al juzgar por quienes asistieron a este “doloroso concierto” de despedida, es y será inmortal.
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