Miércoles, 4 Marzo, 2009
O sea, qué momento tan poco propicio para que Calderón cometiera un acto tan impopular como arrojar al desempleo a unos funcionarios tan ejemplares de su gabinete. Justo cuando los índices en la materia están del averno y los mexicanos ya viven los síntomas del catarrito financiero como la tristemente célebre señora de Zongolica experimentó aquella gastritis con síntomas de violación tumultuaria. Calderón no parece advertir que al echar a patadas al Osito Téllez y a Mr. Conacoolta, lo único que hace es contribuir al enrarecido ambiente de paranoia laboral que se vive en estos días en que el número de corridos de la chamba compite con el de asesinatos del crimen organizado.
Si a la misma persona que los últimos meses no ha hecho otra cosa que defender el magnífico estado de las finanzas públicas desde Los Pinos, de pronto le da por correr gente, pues como que se pierde credibilidad. Díganme qué esperanzas pueden albergar un burócrata de medio pelo o una empleada doméstica en Atizapán de Zaragoza de conservar su chamba, si ven cómo distinguidos compatriotas como Téllez y Sergio Vela pierden la suya aún y cuando en sus respectivos puestos jamás se metieron en escándalos ni fueron fuente inagotable de escarnio y chistes colorados.
El único error de tan venerables personajes fue trabajar con el mismo talante con el que Niurka salía en Aventurera. Nada más.
Lo bueno que el PRI ya está de regreso como Godzilla nomás para celebrar el 80 aniversario de su advenimiento mesiánico y folclórico en Querétaro. No para joder al gobierno panista sino porque le tienen un aprecio especial al Cerro de las Campanas.
Mi top ten del PRIcámbrico moments:
1. La caída del sistema y el triunfo de Salinas, el villano favorito de México.
2. El asesinato de Colosio y la multiplicación de los Aburtos.
3. La existencia misma de Don Beltrone y la maestra Gordillo.
4. El Horror de diciembre y la invención del Chupacabras.
5. La cara de tótem de Zedillo cuando anunció la derrota del tricolor.
6. El político pobre es un pobre político, del maistro Hank González y su prole megakitsch.
7. La defensa perruna del peso por parte del inolvidable Jolopo.
8. El Arriba y adelante del maestro de la guayabera, don Luigi Echeverría.
9. Los ronquidos que se aventaba Fidel Velázquez en las conferencias de los lunes en la CTM y su clásico: “El que se mueve no sale en la foto”.
10. César El Tlacuache Garizurueta, autor de clásicos del PRIcámbrico temprano como: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y el 68, claro.
¡Déjenme si estoy llorando…!
jairo.calixto@milenio.com
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