miércoles, 29 de febrero de 2012

LICEAGA, EL VECINO DE LA CALLE MADERO...


&EL Síndrome Valdivia

& Caso Picore: ¿"Sangre azul" o atole tricolor?.

Este lunes 13 de febrero murió el ex gobernador de BCS(1987-1993) Víctor Manuel Liceaga Ruibal, nacido en La Paz en 1935.
Mis primeros recuerdos de Liceaga son los del vecino de la calle Madero, entonces empedrada, sentado con un libro o revista en las manos en una poltrona a la sombra de los tabachines frente a su casa materna y de Novedades Ruibal, una tienda de ropa que doña Elenita, madre de Víctor y amiga de mi madre, atendía personalmente.

Victor era también uno de los infalibles clientes de la Librería Aramburo que hacíamos fila esperando la llegada de los codiciados periódicos y  revistas  de México, la capital a la que todavía no le llamábamos DF.

Creo que en ese tiempo VLR era promotor de box hasta que Félix  Agramont-el gobernador nativo designado por el Presidente Echeverria como respuesta al redivivo movimiento del Frente de Unificacion Sudcalifornianos(FUS) Loreto 70-, lo enroló en la política.

Volví a ver a Liceaga  a principios de los 70 en la Cd de México, cuando ambos iniciábamos una carrera  universitaria en la UNAM.  El reencuentro no fue en CU sino en la sede de la representación del Gobierno de BCS en el DF, ubicada , si mal no recuerdo, en la esquina de Hamburgo y Londres, en plena Zona Rosa

Me sorprendió verlo ahí atendiendo con verdadero gusto a los paisanos que acudían a esas oficinas por diversos motivos. 


El mío era ir a leer los PERIODICOS que llegaban del terruño, particularmente El Eco de California, donde me habían empezado a publicar mis primeras postales desde la metrópoli gracias a la generosidad de Alfredo González, Félix Ortega y el doctor Carballo Lucero, entre otros caballeros de la pluma y juramentados regionalistas de aquella época heroica.

Victor me invitaba café y galletitas y nos poníamos a platicar largo y tendido sobre nuestra experiencia universitaria, los artículos de Manuel Buendía y Fernando Gómez( un cronista de boxeo del Heraldo con un estilo inusitadamente poético), el gobierno de Echeverria, el del Agramont en BCS, y otros temas del barrio; historias de familia como la de Anita Ruibal, la legendaria partera, tía de Victor, que había traído al mundo a medio puerto, incluyendo a criaturas tan exóticas como el  de la Voz.
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En cada visita, Víctor no dejaba de comunicarme que tenía instrucciones del "tío Félix" de preguntarme qué se me ofrecía.

Se sorprendía porque nunca se me ofrecía nada mas que el codiciado ejemplar oloroso a tinta fresca del Eco..la charla y el cafecito.

En algunas ocasiones coincidía mi visita con la del gobernador, y Liceaga siempre estuvo pendiente de que no me retirara sin saludarlo.
De aqui lo perdí de vista un buen rato hasta que reapareció como senador de la República. Había asumido el escaño a la muerte de Marcelo Rubio, de quien era suplente en la fórmula senatorial.

Eran todavía  los tiempos del carro completo priista, y del inicio de las crisis recurrentes con la devaluación del peso y el alza inflacionaria del periodo de Echeverria, luego  compensado con el boom petrolero y el llamado a administrar la abundancia de Lopez Portillo, que terminó hecho un mar de llanto en su último informe presidencial ,jurando defender al devaluado  peso como un perro y pidiendo  perdón a los pobres.

Con Miguel de la Madrid - en cuya campaña Liceaga, funcionario del PRI, perdió un brazo en un accidente- la situación empeoró dramáticamente en lo económico y lo POLITICO, culminando con la incubación y emergencia de la corriente Democratica del PRI; la escisión de los disidentes de ese  partido, la candidatura de Cardenas por el FDN, y el megafraude a favor de Salinas, delfín de MMH.


PUNTO DE INFLEXIÓN

En este contexto político Liceaga llega a la gubernatura de BCS en 1987, con el decidido respaldo presidencial, vulgo dedazo, lo que empezó a provocar ciertos resquemores en la precaria clase Politica local, particularmente de los seguidores  del ex gobernador Alberto Alvarado, que no tenia ninguna simpatía por su ex vecino de la Madero, y quería impulsar como su sucesor al esposo de una de sus hijas, el general Juan Antonio Valdivia.



Típico producto político de la etapa de descomposición del priato, cobijado por la venia de un presidente que se sentía en deuda con el correligionario herido en campaña, inmerso el país en una tremenda crisis de liquidez, el gobierno de Liceaga tuvo poco margen e idea para desplegar la obra material(aunque sin efectos prácticos inmediatos materializó el sueño del Nigromante, Ignacio Ramirez, al construir el puerto de altura de Pichilingue) y su "aministración" pronto empezó a hacer agua con esa sobrecarga de "amistades " fielmente reflejadas en la nómina y en los negocios al amparo del poder. 

El acabose llegó cuando dos hermanos del gobernador fueron aprehendidos acusados de tener vínculos con el narco. Un destrozado Liceaga dio la cara para decir que  "no sabía" de las actiividades de sus hermanos, lo que le valió  otra andanada crítica en la prensa mexicana, particularmente en diarios del peso de Unomasuno y,su derivado, La Jornada.

"Si no sabía, es un inepto; si sabía, un cómplice", fue el lapidario consenso. Pero De la Madrid sostuvo a su amigo Víctor hasta el caótico final de su mandato, con enemigos al interior de su partido como Valdivia, emanación de su suegro Alberto, que no dejaban de fustigar al "corrupto", y una sociedad agraviada por la crisis económica y política.

EL SÍNDROME VALDIVIA






El escenario quedó quedó listo para que en el 93 esta sociedad agraviada protagonizara una asonada electoral bajo la bandera del PAN. Con su posición crítica y ofreciendo la prueba del contraste de su perfil castrense-disciplina, orden, progreso- ante el caos  finsexenal, Valdivia había logrado encarnar una alternativa viable dentro del propio PRI.
Pero el dedazo de Salinas, todavía fuerte la víspera de la emergencia del EZLN y la ejecución de Colosio--  señaló a Guillermo Mercado Romero.    El ´"valdivismo" se rebeló, pero sin Valdivia. 


El general se "disciplinó",alegando su condición de soldado, de miembro del Ejército Mexicano.


Prefirió el cuartel a la plaza pública. La agregaduría militar en una Embajada europea, más la cuantiosa recompensa económica aplicada como parte de las reglas no escritas del sistema priista, a la lucha politica fuera del PRI, la "encarnación de la patria", de acuerdo al  patrimonialismo tricolor.


 La estafeta la tomó Crisóforo Salido, quien se convirtió en el candidato panista a la gubernatura. Y muchos creemos que la ganó, pero fue víctima de una de esas concertacesiones que el  Jefe Diego y Salinas habían puesto de moda en ese entonces.


El gobierno de Mercado terminaría profundizando la crisis política y moral heredada por Liceaga, acrecentándose el capital político de Valdivia que  mantuvo su posición  crítica aunque de menor intensidad; pero ya no estaba solo en la disidencia interna.

El alcalde de La Paz, Leonel Cota Montaño había sabido capitalizar políticamente la irritación popular causada por la decadencia mercadista, emblematizada por el todopoderoso secretario general Antonio Ortega Salgado.


No obstante, Valdivia quedó en segundo lugar en la elección interna del PRI, muy cerca detrás del Antonio Manríquez Guluarte, y apenitas arriba de Leonel Cota.


Los perdedores impugnaron la amañada elección, pero Valdivia volvió a "acuartelarse" dejando ahora la estafeta a Cota quien gana la gubernatura con el membrete del PRD.


Se inicia la fallida alternancia de una izquierda espuria. La involución política la marcan la peste nepótica, el analfabetismo funcional que deriva en oscurantismo y depredación de valores y símbolos culturales(la UABCS, el CERT, el ISC); el rencor social, los odios rancheros, el retorno a prácticas caciquiles.    


Una debacle que hubiera merecido una mejor réplica de los otrora críticos de Liceaga y Mercado. Pero ni Valdivia ni la mayoría de los priistas que se quedaron en el tricolor dijeron ni pío. Y todavía siguen muy orondos, aferrados a su zona de confort, pero eso sí, pidiendo el voto con su discursito prefabricado, a imagen y semejanza de sus modelos presidenciables; esos "muñecos mediáticos",  personajes tan "pequeñitos"ante el desafío de los problemas nacionales, diría Carlos Fuentes.
     
CASO PICORE: ¿ DE "SANGRE AZUL" O ATOLE TRICOLOR?


El caso más elocuente es el de Carlos Mendoza Davis, ex junior priista, flamante candidato a senador  por su nuevo partido, el otrora "enemigo histórico, el  PAN.¿Recuerda usted algún pronunciamiento, señalamiento crítico,  del mentado Picore contra la barbarie narcisista? ¿No? No se preocupe. 


No es el alzheimer ni nada por el estilo.
Simplemente no existió ni la más mínima  intención de incomodar a quienes tanto daño han hecho a la sociedad sudcaliforniana. 


El Picore fue poseído por el Síndrome Valdivia y  se la pasó cobrando sus cheques gordos como delegado del IMSS, mientras se hacía odiar por el personal de la institución. 


Una actitud tan comodina como la del Tony Manríquez, que se la pasó haciendo negocios con los supuestos enemigos.
Con quienes le rompieron para siempre el sueño de cumplir con su también supuesto "destino manifiesto" de ser gobernador de su "amada tierra".


El Picore- soberbio con los de abajo, pusilánime con los de arriba-- cumplió al pie de la letra la sentencia marxista de la burguesía que como clase se recicla a sí misma:Billete, Poder, Status...Su breve escala en la secretaría general de gobierno(todo con minúsculas), fue suficiente para que enseñara el cobre político al hacer suya la cloaca de la UABCS heredada por Narciso Agúndez.


Todavía tuvo el provocador desplante de llevar a su padre, el ex gobernador Angel César Mendoza, fundador de la UABCS, a que las autoridades espurias le rindieran un "homenaje" igualmente falso, desairado por una comunidad estudiantil que no tenía, ni tiene, la menor idea no tanto de los méritos, sino de la propia existencia del "homenajeado".




No podrían tenerla pues la falta de conciencia histórica es una de las características de las generaciones víctimas de la crisis educativa mexicana.




Y si el "aristocrático"Picore  es la imagen del político  más ilustrado del actual  candelero local,  imagínese lo que podríamos esperar de sus compañeros de generación que se quedaron en el PRI, acomodaticios súrfers de la "ola" de PeñaNieto, su única tablita de salvación.   


Por ello sería una "herejía" pedirles que la muerte de Liceaga les sirviera para hacer un ejercicio autocrítico. Del pasado y el presente priista pasando por la peste amarilla, y la falsa alternancia blanquiazul.


Porque eso de declararse "institucionales" no es más que un eufemismo ya muy desgastado, anacrónico. La democracia se construye en la plaza pública, en al ágora, no en las mazmorras disciplinarias de nuestro cuarteles, castrenses o privados, no en nuestra íntima tristeza reaccionaria.
Con la muerte de VLR, asistimos a un lamentable espectáculo de sensiblería e hipocresía por parte de priistas y expriistas, MCV entre ellos.


Sobre todo de quienes se burlaban abiertamente de un ex gobernador que se había quedado sin billete. Porque un priista pobre es un pobre priista, sobre todo si ha tenido poder para luego caer en desgacia.
Se pueden quedar sin dignidad, sin poder salir a la calle a riesgo del escarnio público, pero no sin billete, sin American Express, como lo gritan las figuritas emergentes en sus francachelas en donde se dan el lujo de pedirle al gerente del bar que corra a ese infeliz "prole" del fotógrafo que confunden con un  paparazzi a la caza de "celebridades" rupestres sincerándose acá entre Nos.
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