Alejandro Alvarez
Difícilmente
puede haber algo más tragicómico que observar la revolución en curso en la
industria energética mundial y el debate mexicano sobre quién interpreta mejor
el pensamiento del ex presidente Lázaro Cárdenas cuando expropió la industria
petrolera en 1938. Nada más setenta y cinco años de desfasamiento. En la
anterior contribución referí: “En el año 2000 Pemex tenía un capital del orden de 40 mil millones
de dólares, hoy tiene un capital negativo de 5 mil 500 millones de dólares,
porque Hacienda le hizo pagar gravámenes de entre 45 y 50 mil millones de
dólares de más en estos diez años y para realizar sus proyectos lo obligan a
endeudarse. La deuda de Pemex es mayor a la suma de sus activos. …….Entre 2003 y 2012 las reservas
probadas de petróleo disminuyeron 31.2% pasando de 20 mil 77 millones de
barriles de petróleo crudo equivalente (pce) a 13 mil 810 millones de barriles
de pce, la mayor parte de los campos productores en el país se encuentran en
etapas maduras o en vías de declinación. México no tiene ni el capital ni la
tecnología para explorar petróleo en mares profundos, donde existen las mejores
expectativas de encontrarlo, ni mucho menos la tecnología para extraerlo”.
La deuda de Pemex proviene del hecho
que la empresa paga impuestos tan altos que
se tragan sus utilidades. Sin recursos para invertir no puede haber exploración
de nuevos campos ni inversión en tecnología para extraerlos en condiciones cada
vez más difíciles. Mientras se hacen enjundiosas marchas y mítines para
dilucidar quién es el verdadero poseedor de la franquicia “Tata Lázaro” y nos
peleamos por ver quién es el auténtico nacionalista; mientras esto sucede en el
Congreso, decía, otros países desarrollan tecnologías nuevas y descubren nuevos
yacimientos. Hace no más de diez años en los Estados Unidos empezaron a
investigar nuevas técnicas de extracción de gas y petróleo acumulados en rocas
de donde hasta entonces no se podían extraer. Tradicionalmente esos valiosos
fluidos son sacados de rocas porosas y permeables que en cuanto llega una
perforación a ellas sueltan los fluidos que están atrapados a grandes
presiones. Pero existen otras rocas como las lutitas o pizarras (“shale”) que
aunque contengan hidrocarburos éstos no se pueden extraer porque carecen de
permeabilidad. Por eso estos volúmenes de gas y petróleo no se cuantificaban al
momento de calcular las reservas de hidrocarburos de un país. Hoy en día los
Estados Unidos han perfeccionado la tecnología llamada fracturamiento
hidráulico (“fracking”) mediante la cual enormes cantidades de gas contenidos
en lutitas (“shale gas”) se han incorporado a sus reservas. Es probable que en
dos años más los Estados Unidos dejen de ser importadores de gas y en el año 2025
no importen más petróleo porque la misma técnica permita obtener petróleo no
convencional (“shale oil”) en grandes volúmenes. Nuestro mejor cliente de
petróleo dejará de serlo muy pronto. Para entonces es probable que sigamos
discutiendo y haciendo encuestas para ver si modificamos la Constitución.
En cuanto a las alternativas
energéticas Martifer Solar construye Aura Solar I aquí
en La Paz, con una capacidad de 30 MW suficiente para abastecer el consumo de más
de la mitad de la población de nuestra capital. Martifer Solar forma parte del consorcio
multinacional Grupo Martifer (Martifer
SGPS, SA de origen portugués) con quien se ha firmado un contrato para
comprarle la energía eléctrica que genere durante los próximos 20 años. Respecto a la
generación de energía eólica el grupo industrial francés Alstom anunció hace
pocas semanas que instalará 34 aerogeneradores para producir más de 350 giwatts
por hora (GWh) al año en México, a partir de finales de 2014. Alstom informó que firmó un contrato
con ENEL Green Power Mexico, para construir el nuevo parque
eólico Sureste I - Fase II, situado en el Istmo de Tehuantepec, en el Estado de
Oaxaca.
Respecto a la
generación de energía eólica el grupo industrial francés Alstom anunció hace
pocas semanas que instalará 34 aerogeneradores para producir más de 350 giwatts
por hora (GWh) al año en México, a partir de finales de 2014. Alstom informó que firmó un contrato
con ENEL Green Power Mexico, para construir el nuevo parque
eólico Sureste I - Fase II, situado en el Istmo de Tehuantepec, en el Estado de
Oaxaca.
Mientras tanto nosotros podemos seguir discutiendo por los siglos de los
siglos si conviene la inversión privada en Pemex. ¿Es o no una tragicomedia lo
que estamos presenciando ahora con la Reforma Energética en México?
No hay comentarios:
Publicar un comentario