viernes, 20 de mayo de 2011

LA REVUELTA DEL EGO: RESPUESTA A JUAN CARLOS LAGE

EL MAESTRO  universitario Y AMIGO. JUN CARLOS LAGE,  HIZO UN COMENTARIO EN COLECTIVO PERICÚ SOBRE  EL BREVE RECUENTO QUE DE MI TRAYECTORIA PERIODÍSTICA ME ATREVÍ A HACER, SEGÚN YO EN LEGÍTMA DEFENSA ANTE LOS LAS "TERRIBLES" ACUSACIONES POR PARTE  DE LOS FRANCOTIRADORES AFECTADOS POR LOS SEÑALAMIENTOS SOBRE LA  CLOACA DE LA UABCS Y LOS TESTAFERROS DEL "VALISMO "Y DEL "NARCISISMO".
lAGE, UN ACADÉMICO Y UN HOMBRE INTACHABLE, DICE QUE A VECES COINCIDE Y OTRaS NO CON MIS "IDEAS", Y  DESAPRUEBA LO QUE EL LLAMA LA "REVUELTA DE MI EGO", PUES SEGÚN SUS CÁLCULOS ," NO FUNCIONÓ."

LE RESPONDÍ EN LOS SIGUIENTES TÉRMINOS:

Qué tal, Juan Carlos, que tal es tu nombre y no necesistas de mascaradas cobardes para tomar la palabra.



Sobre lo de la revuelta de mi ego, al dar a conocer parte de mi trayectoria periodística, créeme que lo pensé más de dos veces.

Pero decidí hacerlo por razones estríctamente periodísticas: en atención a los lectores que no saben de dónde salí y a qué me atengo profesionalmente hablando.


No haberlo hecho por el prurito moralino de que es de” mal gusto” hablar de sí mismo en primera persona del singular(aunque aquí solamente describo hechos, información pura y dura), habría sido una falta de respeto a la inmensa mayoría de los lectores, pues supondría que todo mundo sabe que existo como persona y como "seudoperiodista".



El tema es muy interesante, sobre todo en un país como México donde la subcultura priista nos dejó la costumbre de hablar de nosotros mismos en un plural mayestático, a través del cual es posible apropiarse incluso de los símbolos patrios.


“MÉXICO NOS RECLAMA UNIDOS”…frases como ésta suelen utilizar los candidatos a puestos de elección popular, cuando lo que en realidad quieren decir es simple y llanamente que voten por ellos,  quienes  realmente reclaman esa unidad envuetos en el lábaro patrio.


Ah, porque ellos, los políticos en campaña, son al parecer los únicos autorizados en este país a hablar maravillas de sí mismos.


Aunque ahora, debo reconocer, se ha puesto de moda el Síndrome Hugo Sánchez, que consiste en referirnos al YO propio, en tercera persona del singular.


Por ejemplo: Narciso Agúndez diría refiriéndose a su personaje: “Narciso ya ganó”. Y donde dice Narciso, ponle Marcos, Rosa Delia, Ricardo Barroso, etcétera. Es un mal endémico consecuencia de la mediatización”espotera” de la política.


Los políticos encampañados son los” buenos”, los salvadores de la patria, los líderes que nos harán felices. Ellos sí pueden presumir de sus muy dudosos talentos y sus no menos cuestionables logros.

(La prensa corroída por la declaracionitis, cierra el círculo vicioso: La única fuente noticiosa son las palabras de políticos de muy bajo perfil),

Y para muestra un botón: hasta el candidato único a rector, Gustavo Cruz, tuvo que exhibir sus miserias curriculares para  hacer más creíble su candidatura.

¿ Por qué aquí SÍ "funcionó" esta "revuelta del ego" del  ex secre particular de un  politiquillo cerril bajo sospecha de haberse birlado  una millonada del congreso local, y en mi caso NO?

¿QUÉ habrá en el fondo de este doble rasero, mi estimado Juan Carlos?
Sería muy saludable tratar de explicarnos  por qué si un periodista, escritor, mèdico, ingeniero, arquitecto, poeta,  dramaturgo,  deportista, cantinero(!Saludos!!), albañil, mesero, taxista, obrero, se atreve a contar escuetamente su trayectoria públicamente, una historia de "éxito", como ahora les llaman, ponemos el grito en el cielo.


Si la democracia es la toma colectiva de la palabra, la actualización cotidiana del Agora ateniense, la construcción de una CIUDADANÍA que por definición representa el contrapeso crítico del poder político, de la Razón de Estado, el dar la cara en un foro público y decir aquí estoy, este soy yo, esta es mi trayectoria para bien  o para mal, oscura o luminosa, es un derecho y un deber ciudadano, que cuando se ejerce y se cumple, constituye el más elemental ejercicio democrático. 

Basta de complejos guadalupanos, Juan Carlos.

 La falsa modestia es la peor de las vanidades. Sobre todo en el país de las “espinosas cortesías”, como dijera Octavio Paz, a quien el día que lo homenajearon con motivo de su septuagésimo aniversario en el Palacio de Bellas Artes, le escuché decir, palabras más o menos, cito desde mi humeante('??) memoria:

"Dicen que los poetas tienen fama de ser tan vanidosos como los toreros y los boxeadores; pero en realidad, el poeta es el ser más humilde de la creación, pues es apenas una gota en el río de la tradición y le da voz a quienes no la tienen..."

Algo por el estilo podría aplicarse al oficio periodístico. Mientras no tengamos la desfachatez de andar gritando:"VOTEN POR MI!!"

(¿Te acuerdas cuando intentamos la misión imposible de asesorar a Ricardo Gerardo Higuera cuando luego de ser desdeñado por el PAN se pasó al PRD? Uuff! ) 


Luego te hablo. Y un abrazo.

POR MI RAZA HABLARA EL ESPÍRITU

EL

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