Alejandro Alvarez
Las últimas derivaciones de la campaña en contra de la minería han conducido a la elaboración de la curiosa teoría de la minería “tóxica”. El término es ingenioso pero infundado, como infundado sería emprender una campaña similar contra la “agricultura tóxica”, la “ganadería tóxica”, el “turismo tóxico” y otras barbaridades por el estilo. Argumentos se pueden encontrar en el desarrollo de cualquier actividad económica para jeringarla. En la agricultura es conocido el uso generalizado de herbicidas, insecticidas, fertilizantes, que contaminan el suelo y el agua. Pero a nadie se le ha ocurrido boicotear el consumo de tomate, chiles, sandías o melones para detener el uso de esas sustancias. En la ganadería y engorda en general de animales se conoce el uso de concentrados y derivados hormonales, además del enigma que hay sobre el contenido real de la calidad de las materias primas empleadas en su elaboración ¿A alguien se le ha ocurrido que cierren las carnicerías como una medida contra la ganadería “tóxica”? Ya no digamos el turismo, que podríamos medir en toneladas la cantidad de sustancias ilegales (nada más de mota) que se consumen en una temporada, sin contar el comercio de personas y su trato discriminatorio, también cotidiano, de esas multitudes de trabajadores migrantes que atiborran el desarrollo del turismo “tóxico”. A ver vayan y pongan sus letritas de S.O.S. para que se larguen las empresas turísticas con su “intoxicación” a otra parte. Muchos de quienes han emprendido la campaña contra la minería saben de la existencia de las estrictas regulaciones a esta actividad a través de normas oficiales. Tal es el caso de la norma oficial mexicana que establece los procedimientos para instrumentar planes de manejo de residuos mineros o la norma que establece las especificaciones de protección ambiental para las actividades de exploración minera directa, o aquella otra que establece los requisitos para la caracterización del sitio, proyecto, construcción, operación y post-operación de presas de jales (restos de la metalurgia). Pero la cosa no para ahí, más específicamente existen normas oficiales que establecen criterios para determinar las concentraciones de remediación de suelos contaminados por arsénico, bario, berilio, cadmio, cromo hexavalente, mercurio, níquel, plata, plomo, selenio, talio y/o vanadio. Así como otra que establece los requisitos de protección ambiental para los sistemas de lixiviación de minerales de oro y plata. Todo ello sin considerar las normas generales a las cuales la industria minera tiene que ajustarse como cualquier otra como lo son las que establecen los limites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas y su método de medición y la que establece los niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de humos, partículas suspendidas totales, bióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. Por eso es que la vacilada de la minería “tóxica” es un recurso de engañabobos, es el clásico petate del muerto, inconsistente pero además perversa porque varios de quienes aparecen como promotores del boicot a la minería han vivido de ella y no en sentido figurado sino de manera directa como proveedores de servicios. Por ello los intentos de algunos dizque diputados de la legislatura pasada para imponer leyes restrictivas a la minería no prosperaron, por su incongruencia, por la ilegalidad que encierran, pero sobre todo, porque son promovidas por grupos económicos que erróneamente consideran que la minería no es compatible con el resto de las actividades industriales y comerciales necesarias para el desarrollo del país. Y si no que se den una vueltecita aquí nomás a Sonora para que vean sólo en Cananea cómo se ha desarrollado la minería durante décadas para beneficio de decenas de miles de habitantes. SUPER BONO A DIPUTADOS Como si su labor hubiera sido de la más alta calidad, diputados locales, como el pelafustán de Juan Hernández Paularena, se auto asignaron un bono de casi un millón de pesos al final de su reinado. La suma total llega a dieciocho millones de pesos lo que significa un monumento a la impunidad y una mentada de madre a los ciudadanos. Exactamente de la misma manera en que lo han hecho las legislaturas que precedieron y sobre las cuales llovieron denuncias de malversación del presupuesto que manejaron, denuncias que nunca procedieron. Se podrían poner un diez y encontrarían un enorme apoyo los legisladores recién desempacados si lograran que los salientes regresaran ese dinero.
3 comentarios:
Usted parte de algunos supuestos deficientes:
1. Profepa funciona bien y tiene capacidad para detener empresas que atenten al medio ambiente. y sino ¿Por qué New Gold sigue destrozando el Cerro de San Pedro?
2. La Semarnat actual conforme a derecho y en cuidado del medio ambiente. Considerar que estas empresas estarían sujetas a una regulación férrea, vigilane y sancionadora es chuparse el dedo.
3. Las mineras canadienses cumplen con todas las de la ley. Totalmente falso sus expedientes son un ensayo a la mediocridad e ineficiencia, legalmente son una burla. MIA's fragementadas, extemporáneas, participación de exfuncionarios públicos como gerentes de la empresa, falta de propiedad de la tierra, acuerdos ridículos con los ejidos de San Antonio, Los Planes y Triunfo.
Esta tan mal hecho su proyecto que tienen el honor de ser la primera empresa a la qeu le negaron el cambio de uso de suelo en esas instancias.. osea son una verdadera mierda de proyecto...
4. Es compatible la minería a cielo abierto con uso de sustancias tóxicas y uso intensivo del agua. Demuestra un solo caso verificable en el país primero de progreso social tras más de 10 años de cierra de alguna mina y más dificil aun algún centro turístico en México de alta competitividad que tenga este tipo de industrias en un radio de 100 km a la redonda
5. Desdenas el concepto minerá tóxica. Evidentemente ignoras los criterios de las normas mexicanas como la 157 para definir la toxicidad. Sí hay agricultura tóxica y todo lo que mencionas, solo que ninguna tan destructiva y peligrosa como la minería.
Buen intento, pero te falta estudio chiquillo..
> Mundo, puedes subir este comentario a tu blog sobre lo que escribe el Sr.
> Araya. Gracias. AA
> ___________________________________
> Creo que existe un problema de origen con el Sr. Araya. Yo no defiendo el
> proyecto Concordia al cual hace referencia implícita. Creo que el concepto
> de minería "tóxica" es un espantajo infundado. Si la agricultura "tóxica"
> sólo intoxica un poquito y puede pasar, entonces permitamos que los
> ladrones que roban un poquito sigan robando, al fin que qué tanto es
> tantito.
> Si las dependencias oficiales de vigilancia no funcionan no es culpa de
> las empresas. Existe también la denuncia pública para castigar a los
> transgresores (funcionarios o empresarios) . Si nos chupamos el dedo
> creyendo que las instituciones no funcionarán estamos a un paso de la
> conducta de aquel político desquiciado que "mandó al diablo" a las
> instituciones sólo porque no le favorecían. Ya podemos ir por la calle
> haciendonos justicia por nuestra propia mano para no chuparnos el dedo.
> La empresa Rofomex trabaja a cielo abierto y está a menos de 100 km de La
> Paz. La empresa El Boleo trabajará a cielo abierto (aún no inicia
> actividades) y está a un lado de Santa Rosalía. La empresa Exportadora de
> Sal trabaja a cielo abierto (sus salmueras de rechazo son altamente
> tóxicas) y está a un lado del pueblo. ¿O sólo será problema si se afecta
> al turismo y cuando de trate de ciudadanos mexicanos comunes y corrientes
> no hay problema en la instalación de empresas mineras? AA
>
A ver pseudoctor Alvarez alias soy un títere de Jorge Vale Madres...
Lamentable su bajísimo nivel de argumentación.
Ni las saleras ni Rofomex utilizan tóxicos tan letales ni liberan arsénico del subsuelo como lo pretenden hacer los proyectos de Vista Gold y Pediment, con todo respeto no sea usted pendejo.
Dado que las "honorabílisimas instituciones mexicanas" no han dado muestras de una política congruente, le toca a la sociedad civil (el quinto poder) tomar medidas.
Los casos de desgracias ligadas a la minería de oro a cielo abierto son muchos, entonces no se trata de mandar al diablo las instituciones sino obligarlas a trabajar apegadas a derecho y a todos los reglamentos y preceptos, cosa que hasta ahora en el tema de la minería no ha sucedido. Demuestre un caso en México en que una mina del tipo de
Y sí todas las industrias tóxicas deben de ser objeto de prohibición. Solo resta decirle doctorcito de tercera que "académicos" como usted son una vergüeza para el país, como también lo son medios tan corruptos, serviciales y cobardes como el sudcaliforniano, pero no importa solita la vida se las va a cobrar por multiplicado..
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