viernes, 24 de abril de 2009

BAJA TIMES...(FRAGMENTO)




Fumarse un porro de “chocolate” marroquí–obsequio de un viejo capitán recién desembarcado–, en el 110 del Hotel Plaza de la Calle Mayor.

(Cuatro Crujiente, mi hogar aquí y ahora, ¡ampárame!).

Ofrenda del Magreb para la Antigua California, la del Mito y el Narcomitote de las Playas de Nieve Calcinada.

Oh Baja! Magnificent Peninsula!.Gran Ballena varada a orillas de América.De Tijuana a San Lucas, un Arco Iris. Una enervada brisa de la Revolución al Boulevard Marina. Del Mike’s al Cabo Wabo. Del Bordo a la Playita del Amor.

El pueblo de cardones con los brazos al cielo –Jesus Christ!–reverdece. La espina muere cuando la flor dilata sus pétalos de sal iridiscente.

Oh Baja rumorosa:

Rumor baja

la Baja
deleitoso:


Regresaron cargados de una suave embriaguez esta temporada...Su pulpa agridulce es la carne de Dios. Corrió el rumor y se dejaron ir, se dejaron venir: Mariposas de FRISCO, comediantes de Elei, cholitos de Tiyei, piratas de Ensenada.

¡La horda fronteriza! Límite de sí misma, como el Agua Cero que Cae y disuelve las brechas, las vertientes del tiempo, los estanques posibles, los espejos.

“Te ponen hasta atrás, hasta la madre”

¿Y?

Que doblan las campanas de Loreto y el cristal de las Torres de Aguacaliente cruje y se apaga. La urbe se adentra en otra noche de cuchillos largos y cuernos de chivo.

Giran entre el azul y el rojo las sirenas. Gimen y cantan de espaldas al Océano. La Madre Perla se abre. Salta una lágrima de plata sobre el fondo del Golfo, entre ardientes corales.
Allá abajo, las proas del naufragio. La sombra de una cabellera enredada en el Puente de Mando. Los ojos del vigía a la deriva.

Acá arriba, los fantasmas del Yonke alebrestados: De las ruinas del Cadillac saltan a la defensa del Pick Up O a la portezuela del Toyota. Danzan entre los fierros retorcidos y los espejos rotos.

En la radio la música se apaga y se enciende la voz del locutor con la noticia de Último Minuto:
En el hipódromo galgos y caballos han sido dopados. La pista es de cristal, resbaladiza y transparente. Devoradora. En los books se han cerrado las apuestas: Ni Trifecta, ni Exacta, ni Cinco y Diez…

Baja Uno
Baja Cien
Baja Mil
Bajamania

I’d rather be in Baja!
Baja Taco
Baja Fish
Baja Curios
Baja Dream
Baja Beach
Baja Flash
Baja Bug
Baja Telos...

Salta, oh marlin de pico coralino sobre los Baja Rainbows.
Sobre la cabellera del Viet-Vet que ante una postal de Sausalito sonríe: El Golden Gate cubierto por los humos de la yerba quemada en el Altar del Filmore West la noche de The Cream, la noche de la Janis y Big Brother, la noche de Santana y Grateful Dead.

Y luego la larga marcha al sur.

Seis de la madrugada. Kerry, el guía, prepara la excursión a la Cueva Pintada. En los cristales de su vieja Carroza(una Van 70)se diluye la escarcha. Cargada su mochila de campaña de dátiles maduros para la resolana y la subida, pasa lista:

La pareja de Seattle (Second Marriage)
Los cibernautas de Berlín
Los ancianas de Eureka
Las chicas de Quebec
Los mexiquillos cantarines

Let’s get it on, oh Kerry! (He left his heart in San Francisco y enterrará su culito rosado en Mulegé). Es hora de partir, ¡oh desvelados! Que allá arriba, en la sierra, los monos de la Cueva de los Monos, también se desperezan.

Y es hora de volver: volver al puerto que te llenó de luz y
cultivó tu lengua. Volver: de Fez para la Bella Cenicienta, previa gira europea. ¡Oh, Iberia, la Infiel! La de la Eterna Reconquista, Cultivadora del Instante y sus mercados con los nervios de punta.

De Algeciras a Atocha, de Atocha a Sants, de Sants al Casco
Viejo, un fragmento de eternidad: Allahu Akbar!
Incienso que recorre las cúpulas de la Ciudad Condal y su
vigilia al rojo vivo: Resplandor del Rioja en labios de una
barcelonina de ojos profundamente negros y cuello blanco de cisne modernista.

Esencias memoriosas que emergen del Mons Taber, penetran el
laberinto del Barrio Gótico, se arremolinan en los portales de Plaza Real con cenicientas alas de paloma, y se posan sobre los hombros del Colón de bronce salitroso que vela sus memorias frente al abismo del Mediterráneo, en los linderos de la Zona Franca y el Barrio Chino.

“Toda la noche oímos cantar pájaros”

Deletrea la hija de San Jordi con la sangre del Rioja entre los labios.

¡Y a sacudir la jerga! El camino a casa es un beso con sabor a damiana. La yerba de la vida, la yerba del amor, la yerba de la sangre caliente, amotinada.

Eco del caracol: Oh Baja! The Magnificent Tale! Give me my
turtle eggs, la Caguama bien fría, el Trópico de Cáncer, los dátiles del sueño, the San Pedrito’s waves, las uvas de Santo Tomás en el umbral de la noche fronteriza.


Oh Baja!
Baja Blues
Baja Rainbow
Baja Sun
Baja Times
¡Baja Té!




Después de un desayuno de huevos con machaca, tortillas de
harina y café negro, sales a dar un rol por las calles del
puerto, henchidas de luz mediterránea y perfumada brisa del
Pacífico.
Escala en la Ramírez para comprar el periódico de ayer (El de hoy nunca llega). Febrero del 94: Marcos en todas las
portadas:“!Soy un mito genial!”, grita el subcomandante desde algún lugar de la selva Lacandona y México se cimbra de Ocosingo a Ensenada.

Boom de la literatura de emergencia: ¡Qué intenso fulgor trágico el de esta novísima novedad de la patria!
¿Héroes a la altura del arte de la palabra flecha, de la palabra flor, de la palabra olvido, de la palabra fuego, de la palabra muerte?

¿Quién perdona a quién?

Pero ahora volvamos al trajín donde todos jugamos a ganar un buen día, una batalla más en la guerra de los cinco sentidos.

–¿Cuál de ellos domina cuando se hace el amor?

–Ninguno, todos ganan

Qué lejos y qué cerca está Chiapas, don Benito y demás héroes del hemiciclo del bulevar costero.
Ruge una escuadra de motociclistas vestidos de Hells Angels. De Muy cosmopolitas los muy putos. Los batos con sus trajes de piel negra y sus morras en ancas. Largas y rubias cabelleras en busca de un poco de Sur crepuscular

Generación sin flores, duros, heavy metals, tránsfugas del
futuro, pasan frente al Riviera que se les queda viendo con su mirada en blanco y ocre de joya colonial californiana.


Time for a break

Volver al mar
Volver amar

Hora de refinarse una cerveza en un acto ritual frente a la
rada, en íntimo homenaje al océano y su embriaguez de leviatán que canta y danza.

–Hola compita, cómo te pareces a un hermano mío, el de la voz de trueno, trovador de estos rumbos. Invítame las ostras, hazle una seña al trío, cántame Un mundo raro si quieres que me quede a seguirte la huella.
Comprar un six de botes colorados y enfilar rumbo a La Bufadora, como la tarde que enterramos a la nana Juanita.

Nana Juanita duerme bajo la tierra colorada
Nana Juanita debe tener frío
Nana Juanita, suéñame mientras te canto una canción al filo de tu lápida

“Di que vienes de allá, de un mundo raro...”


Háblame del abuelo y sus manos de pianista, de su inconmensurable sed de ave nocturna, de su temple de yaqui en el exilio, de sus habilidades de plomero.

Cuéntanos de aquel tiempo de Los Angeles y de la muerte de tu único amor a la edad de Cristo, su tocayo Jesús: recuérdanos desde tu muerte profundamente muerta.

Enséñanos de nuevo a no llorar cuando parten los barcos y se pierden tras la ceniza de la tarde con la tripulación diciendo adiós desde cubierta.

Nana Juanita, concubina de Dios (te plagian, Jaime),ruega por nosotros, que ya mi hermano menor y yo vamos rumbo a La Bufadora a ofrecerte una lágrima.

(……….)


Esta mañana de febrero, en el Mercado Negro, el mar vuelve a ser esa metáfora olfativa que cala hasta la médula del ser peninsular.

Bendito seas aroma de pescado, de vísceras crujientes, almeja viva como el culito retozón de las niñas del puerto.

–Deme otro, doñita, de patemula, con un mucho de todo para
sentir el cuerpo en tierra firme y recargar la batería, porque esta noche el señor dice que irá a cumplir con sus deberes de hombre.

–¡Qué no dice el señor!, tan mentiroso, tan borracho, tan
agridulce, tan mariguano, tan no sé cómo.

Y dice el señor–¡Oh mister Moonlight!–que ahora, tonight, irán al carnaval a bailar en alguna bocacalle, a pistear al Hussongs donde una gringa vieja pide Cielito lindo por enésima vez, otra tequila y otro beso al galán.

Y mi carnal Lombillo cante y cante. Los poetas–dice el compa Carlitos Baudelaire– se dan hasta en las mejores familias.

¡Viva la diferencia! Entre los hijos del usurero, del político, del profesor, y los hijos del poeta, se abre el abismo de la noche poblado de cardones parlantes.

El canto de la ballena jorobada que cruza la bahía de Todos
Santos rumbo al sur, hacia los puertos donde esperan las viudas de siempre con un crío en los brazos, en la playa de siempre, el regreso del viejo capitán.
¡Canta ballena jorobada, fantasma gris! Los herederos del
patriarca Jordán saludamos tu canto, tu paso de ola viva, la estela de tu navegación. Raya en el agua de la memoria del viajero.

¡Loor a los herederos del Dios-Diablo! Ojos de neón de la noche de Tijuana, corazón de guijarro de El Sauzal, Sombra de San Luciano, duende de los tiros del Boleo, pirata náufrago de la bahía de La Paz.
Los hijos del poeta piden otra tanda de música y de vino.
¡Viva la diferencia!

(Nana Juanita, ruega por nosotros)

Volver al carnaval. Al desfile de las últimas máscaras.
–¿A que no me conoces mascarita?–
Listos para el acto final en el puro corazón de la noche.

“Vine a Ensenada porque me dijeron que aquí vivía mi padre...Un tal...”

En un lugar de Ensenada
que se llama Punta Banda
hay una ola
que canta, que ríe y que llora
le dicen La Bufadora
Gimes, eres una mujer de agua doliente
mariposas de sal danzan en rito subceleste
la noche grávida bebe la lejanía
Así quería verte
sola y a solas
ascendiendo y bajando
estallando y muriendo
como la vida misma
Aquí se puede creer en Dios

Gira ya el Mundo
–el verdadero hijo de Jesús–
sobre su propio eje
¡Éjele!

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