Catémoc Blanco & Blake en Ciu-rak Juárez

Política cero

Jairo Calixto Albarrán

2010-07-19•Al Frente,MILENIO DIARIO.


Recomendarvotar ahoraNo se puede ir uno con rumbo desconocido en pos de los rastros de los tontos inútiles y las tristes minorías, porque al volver descubres que ya ni es el mismo lugar ni está la misma gente. Se fue esa fuente inagotable de buen humor llamado Fernando Gomezhulk que tenía algo de Celia Cruz y de El Pantera, y en Bucareli se quedó como un antro sin teiboleras, como Veracruz sin ese rinconcito donde hacen su nido las golfas del bar. Ya no está entre nosotros Patricia Flores, la jefa de jefas de Presidencia que antes de irse a un exilio dorado con saudade incluida a Portugal, demostró que se puede contradecir la máxima que al calce afirma que la política es el arte de tragar mierda sin hacer caras. Ella, luego de ser echada a patadas de Los Pinos, se puso cual si fuera resultado de la cruza de una encuerada de Los 400 Pueblos, un sindicalista del SME y un machetero de Atenco.



Y duele porque en un país con tan escasas certezas, es gacho que te arranquen las pocas que tienes.



Al menos, para documentar una lánguida luz al fondo del túnel, nos queda Catémoc Blanco que, al negarse a retirarse como exigen sus tristes salieris que no saben que no es jorobado sino que tiene el corazón muy grande, nos da rumbo y certidumbre.



Qué importa que confunda Veracruz con Guanajuato nuestro Aquiles de Tepito, cuando Chávez & Chávez, a nombre de la PGR que desatinadamente dirige, aseguró que el coche bomba para nada está relacionado con esa cosa sin nombre que obsesiona al hombre por el narcoterror. Digo, sólo a los sospechosistas se les pudo ocurrir que la suma de explosivos C-4, un teléfono celular, un operativo hiperviolento perfectamente detallado y ¡uuunnn aaaauuutooooo!, pudieran conformar, como dice @etrapineda, una Ciu-rak Juárez.



Pero bueno, ya saben cómo es la realidad de necia. Mientras el misterioso Mr. Blake anuncia que ya hay estrategias anticrimen y que no se la va a acabar el crimen organizado, se desatan las matazones por todo el país de una manera harto descarnada. Tanto que para las 21:33 el gobierno federal no había hecho un pronunciamiento sobre los jóvenes asesinados en Torreón, donde esta clase de actos de horror se ha convertido en una siniestra tradición. Claro que como bien comentó en Twitter @sheilarenne, a lo mejor se habían ido a sus supervacaciones. O estaban de luto por la salida de Max Cortázar, flamante ex jefe de prensa de Jelipillo, un Goebbels región 4, un héroe de la comunicación social de Estado que, en grandes ejercicios de nostalgia, parecía emisario del más profundo pasado echeverrista-lopezportillista.



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