-¿Tiene Tierra Adentro?-preguntó el entonces joven escritor poblano, Pedro Palau, en el puesto de periódicos de la esquina.
-Qué pasó, joven, ¿por qué me alburea?-, respondió el expendedor de mecha corta inmerso en la jerga del México Profundo.
-No, de verdad, me refiero a la revista Tierra Adentro.
-Tierra Adentro tendrá la más vieja de su casa, joven.
“Así pudimos haber seguido eternamente-cuenta Palau-. Entré a un Sanborns y la compré. Yo había escrito un texto brevísimo sobre un falso visitador en la época colonial en Puebla. Era la segunda vez que colaboraba ahí. La otra, ocurrió mucho antes, cuando la revista tenía portada de papel manila y era, de todas formas, un esfuerzo espectacular.”
Este es el punto de partida del testimonio de uno de los colaboradores de este número de aniversario de la revista fundada en los años 70 por el poeta Víctor Sandoval en su natal Aguascalientes, con el apoyo de escritores como José Manuel Pintado.
Así que en realidad la revista es mucho más longeva. Los veinte años que se celebran son los que Tierra Adentro tiene bajo el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Su nombre procede de unos versos de Ramón López Velarde:
Yo tuve, en tierra adentro, una novia muy pobre/Ojos inusitados de solfato de cobre ..
Cuenta el fundador Sandoval: “ Pensamos crear la revista por allá de 1974, entonces el Consejo Regional de Bellas Artes se reunía en Aguascalientes. Era un grupo que abarcaba desde Querétaro hasta Torreón. La idea que teníamos era descentralizar los bienes artísticos y culturales(…)l. Hasta ese entonces sólo había esfuerzos aislados, siempre ha habido una gran diversidad cultural en el país, pero todo se concentraba en la ciudad de México, nos parecía indispensable abrir los espacios, más importante todavía que los recursos económicos, brindar a las distintas expresiones culturales del país un lugar donde pudieran expresarse, fortalecer a las regiones, que los artistas de provincia encontraran un espacio donde mostrar sus trabajos. Así que Tierra Adentro es el resultado de muchas de esas inquietudes. Comenzamos a abrir casas de cultura,, crear premios de arte, el Premio de Poesía de Aguascalientes, el Encuentro de Arte Joven. Hoy, ya cuántos años han pasado y la revista sigue, ahí está, algo hemos logrado.”.
El nutrido y variopinto desfile de autores en este número 164 de julio del 2010, es el más fiel reflejo de la trascendencia de la revista como caja de resonancia de la literatura mexicana en las últimas décadas, sobre todo la de las nuevas generaciones arraigadas en la bella y terrible provincia mexicana.
“ Muchos de quienes publicaban sus cuentos, críticas y poemas iniciales en las páginas de una revista que luchaba por fraguarse un público lector-los jóvenes que conformaban el índice de la primera época de la publicación-, están hoy entre los autores que integran el panorama actual de nuestra literatura.”, apunta en su turno el poeta coahuilense, Luis Jorge Boone.
Y no todos eran mexicanos, añade Boone: una “peculiar muestra” de poetas chilenos apareció en el tercer número correspondiente a la primavera de 1975. Uno de ellos era Roberto Bolaño, “en ese entonces joven e infrarrealista”, futuro autor de la novela Los detectives salvajes , fallecido hace algunos años .
“Sus novelas más celebradas-dice Boone- aun no estaban , seguramente ni siquiera trazadas. Pero aquí tenemos una de sus raíces: una mezcla de asombro por la urbe monstruosa-territorio de anonimatos que encumbre la proliferación de dramas casi siempre rodeados por el aura de lo lumpen, lo incógnito-; un punto de vista entre nervioso y distraído que desplaza su atención a cada instante, provocando que el centro del texto parezca movedizo o ausente, pero cuya finalidad es construir un discurso donde las referencias se cruzan como por casualidad, uniendo en el curso azaroso del presente el terror pasado(histórico) al actual:
ASOMANDO A LA VENTANA
Asomado a la ventana les digo adiós a las blancas citronetas/Que como palomas de la clase media/Vuelan al reino de los cielos y las chatarra./Es de noche/Asomado a mi ventana./Asomado a mi ventana respirando aire fresco/rimo acaso/con payaso y digo mis lágrimas son tus lágrimas/aunque no sea así/En el sur una mirista rubia es asesinada en el patio de una pensión./Ambos miramos la estrella de los navegantes/Pero tú eras más linda que la Cruz del Sur./Mis lágrimas son tus lágrimas./Bombardean La Legua y las mujeres chilenas salen corriendo/vagabundas barrocas históricas mientras sus casas arden./En el estado desayunan porotos con piedras/Almuerzan piedras con porotos/Y comemos en la noche/Piedras solas/Mirando las Tres Marías./La noche es un concierto de pedos contra la Junta/Asomado a la ventana de tu casa agarro la onda/Abro las puertas. “
DE FRAUDES A FRAUDES
Y dentro del sabroso recuento testimonial, Julian Herbert- poeta, narrador y músico nativo de Acapulco, pero residente desde pequeño en Saltillo- nos habla de su experiencia iniciática en dos premios literarios convocados por el Programa Cultural Tierra Adentro.
“El primero-afirma Herbert-, fue el Premio de Poesía Joven Elías Nandino 1998. Ese año fui jurado de un bizarro Premio Mundial de Poesía Manuel Acuña convocado por el municipio coahuilense del mismo nombre .Los jurados-Sergio Cordero, José Cruz Almonte y yo-tardamos nada en elegir, entre unos ochenta trabajos, un manuscrito cuya frescura y buen corte estaban muy por encima del contexto, y cuyo autor resultó ser Luigi Amara. Meses después, Juan Domingo Arguelles me telefoneó para comunicarme que mi libro El nombre de esta casa… había obtenido una mención en el Nandino, en tanto que el ganador había sido El cazador de grietas …de Amara. Confieso que me dio rabia. No al recibir la noticia: al leer el libro que le había ganado al mío y encontrarme en él casi todos los poemas que yo mismo había premiado meses antes de que se diera el fallo del Nandino. “!!Fraude!!”-clamé intrigante en mi cabeza como se estila en este país-.Pero luego, haciendo un esfuerzo por ser honesto más allá de la superficie, me dije: ¿ Con qué cara voy a rebatir un libro que me gusta tanto?. El segundo fue el Premio Nacional de Cuento Julio Torri. Yo envié a concursar mi libro Cocaína(Manual de usuario). Luego de emitido el fallo, uno de los tres jurados(Jesús de León; los otros dos eran Rosina Conde y Alberto Chimal) me citó en una cantina para aclararme que él personalmente se había encargado de descalificar mi libro(alguno de cuyos pasajes reconoció, puesto que había sido mi maestro de taller), usando incluso de amenazas contra los otros dos dictaminadores, por considerar inmoral mi participación: el premio era copatrocinado por el instituto de cultura de mi entidad y era del dominio público que los tres jurados eran mis amigos…Otra vez sentí rabia: ni yo sabía previamente quiénes eran los jurados, ni estaba seguro en ese instante de que Jesús fuera mi amigo..Aún así, nos emborrachamos juntos. Nunca confirmé con Rosina y Alberto si lo dicho por De León era verdad o no. Al paso de los años, sin embargo, descubrí cuán agradecido debía estar con mi antiguo mentor; si mi libro hubiera ganado el Torri aquella vez, seguramente lo habría descalificado la maledicencia del ambiente. Sin contar con la consecuencia indirecta: ni habría podido obtener años más tarde el Arreola, ni se hubiera publicado originalmente en España”.
El único escritor sudcaliforniano que pasa lista de presente en esta edición celebratoria, es Dante Salgado, con un breve texto: Por Tierra Adentro se llega al Otro México…
“Cuando Fernando Jordán – escribe Dante- tituló su insuperado libro El otro México…-maravillosa conjunción de géneros(crónicas-relatos-reportajes)-para aludir a la península bajacaliforniana, no sólo nombraba, también describía una realidad: por un lado, la secular lejanía-espacia y temporal-de estas tierras d el resto del mundo. Por otro, la peculiaridad, la diferencia, la otredad que se había forjado como pátina y que durante un largo periodo, aun en medio de la globalización, nos hacía ver diferentes incluso en nuestro propio país.
(…)Muchos fueron los esfuerzos por incorporar esta región a la realidad nacional, entre otros, en materia cultural, el Programa Cultural Tierra Adentro, que en mi experiencia personal sólo puede sintetizarse en una sola palabra: generosidad(…) Si bien la literatura sudcaliforniana es como el agua en el desierto: escasa y vital, nombres de sus generaciones más jóvenes de escritores aparecen como un anticipo halagador, como un indicio modesto de resistencia sensorial que se inclina por la imaginación y la capacidad de asombro; y que ha encontrado un cauce que debemos volver natural”.
CASA DE CITAS.-“TENGO meses sin leer, ver o escuchar los medios locales, y nunca me he sentido mejor informado”Yomero Romero..
No hay comentarios:
Publicar un comentario