RESACA MUNDIALISTA: VUELTA A LA JODIDEZ...

Diria el Vasco Aguirre, ex tècnico de la selecciòn mexicana de futbol... Y al recuento de las víctimas de la guerra calderonista contra el narco, que ya alcanzan la cifra de 5 mil, de cuerdo a las estadísticas de Milenio, sin contar los secuestros y asesinatos de periodistas, y ese interregno donde yacen alrededor de 2000 desaparecidos.

Y ahora con la novedad de una clase política que empieza a sentir que la lumbre le llega a los aparejos.Así lo confirma la ejecución de Rodolfo Torre Cantú, candidato priista a la gubernatura de la convulsionada Tamaulipas, trinchera de los Zetas. Y con el Jefe Diego, símbolo del panismo en el poder, brillando por su ausencia
Por más que Calderón anuncie un repunte en las cifras macroeconómicas, en la creación de empleos, no puede tapar el sol con un dedo: el país se le fue de las manos, si es que alguna vez lo tuvo.
La ausencia presidencial del funeral de Torre Cantú, corrobora el bajo perfil de un ejecutivo federal que no se sintió capaz de encabezar un simbólico acto de unidad institucional ante un crimen de graves resonancias políticas que trasciende el sesgo partidista. Ante la barbarie que amenaza con socavar la joven democracia mexicana..
Luego de su magnífico mensaje a la nación, en su más reciente informe de gobierno, que presagiaba un golpe de timón , Calderón volvió a las andadas, y sus palabras se quedaron en el limbo declarativo.
Y si el presidente está muy lejos de ser el estadista a la altura del tiempo mexicano, el resto de la clase política, esos líderes legislativos, dirigentes partidistas, que tampoco asistieron al funeral de Torre Cantú, demostraron una vez más que la mezquindad, la cortedad de miras, es su signo y su sino.
Mentras tanto, aquí entre nos, la “clase política” empieza a alborotarse en la medida en que se acortan los tiempos electorales, y se acercan las fechas definitivas en la selección de candidatos.

El mayor interés radica en la posibilidad de una alianza opositora encabezada por el PRI-PAN, que pudiera detonar una contundente respuesta ciudadana a la hora del voto, capitalizando el hartazgo que en amplios sectores sociales ha provocado la saga gubernamental de los Cota Montaño y Agúndez, que ahora se exhiben aparentemente enfrentados. Tanto así, que Leonel Cota ha escogido a Los Cabos como escenario de su muy personal  Armagedón, la madre de todas las batallas contra su propia herencia política.
Su primo Narciso, que le salió más lamido y ladino de lo previsto.

CASA DECITAS ”. (..) Hoy, a pesar de los discursos y propósitos de enmienda, el asesinato de Torre Cantú ha dejado un clima de vulnerabilidad en el que van a correr estas elecciones, las del año que viene en el Estado de México y las presidenciales de 2012.


Y eso aumenta el riesgo personal para todos, pero en especial para los candidatos y en particular para Enrique Peña Nieto, quien hoy aparece como la llave priista de regreso a Los Pinos, y cuya ausencia física emparejaría el campo de la competencia presidencial y del proceso de selección interna de su partido (…).Ese es el riesgo de Peña Nieto.Y después de este lunes, es más fácil.” Joaquín López Dóriga.Milenio Diario.







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