el río
vuelvo al hilo del río
a los peces como rasgaduras plateadas adentro del agua
a las manos que tuercen el pescuezo de la gallina
a los pañuelos hilados con cabellos oscuros
vuelvo a mí
al sonido de nogales apaleados que liberan nueces
cayendo como nudillos sobre nuestras cabezas
a mi abuelo que nada en las cuevas del río
y toma el pez más grande para la cena
a mi abuela que lía trenzas con las entrañas del cabrito
y ofrece un plato de músculo nadando en sangre
vuelvo al cementerio barato y limpio
donde escobas y flores emperifollan a la muerte
a los surcos de maíz que albergan huevos para la cena
a caminar en los montes para extraer sus raíces
y quitarme el dolor de muelas
y quiero escuchar el llanto niño de mi madre
o encontrarnos en un juego de rodillas sobre tierra mojada
en una risa que su niñez le regale a la mía
vuelvo
vuelvo
vuelvo
se entienden las cosas muy tarde
vuelvo al hilo del río
a los peces como rasgaduras plateadas adentro del agua
a las manos que tuercen el pescuezo de la gallina
a los pañuelos hilados con cabellos oscuros
vuelvo a mí
al sonido de nogales apaleados que liberan nueces
cayendo como nudillos sobre nuestras cabezas
a mi abuelo que nada en las cuevas del río
y toma el pez más grande para la cena
a mi abuela que lía trenzas con las entrañas del cabrito
y ofrece un plato de músculo nadando en sangre
vuelvo al cementerio barato y limpio
donde escobas y flores emperifollan a la muerte
a los surcos de maíz que albergan huevos para la cena
a caminar en los montes para extraer sus raíces
y quitarme el dolor de muelas
y quiero escuchar el llanto niño de mi madre
o encontrarnos en un juego de rodillas sobre tierra mojada
en una risa que su niñez le regale a la mía
vuelvo
vuelvo
vuelvo
se entienden las cosas muy tarde
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