lunes, 13 de octubre de 2008

HACIA LUNAS...MARA ROMERO,LA TEMPLARIA DEL VALLE DEL YAQUI...


LAS PALABRAS NOS ACERCAN A LA MUERTE

I

Hay palabras que me arriman a ti,

patrona de piel lechosa,

vil
justa

Esta noche te retrato emputada con la vida,

te brindo mi licencia de adiós

con altivo tono

y serpentinas de colores.

Esta noche te rindo fe sin anuencia reclamada,

antesala de miseria,

sórdido instinto,

ruina que no respira,

sístole detrás de un beso

que lenta

en luta tu misión







II

Nada limpia el clima de mi cuerpo,

prendo fuego en mis letras

sin reparar en sílabas

que presagian el temblor

de mis arrastres.

Soy fugitiva de ti,

estás en todas partes,

carcomes mi tonalidad

para quedarte viento

y omitir sollozos;

ambigua infringes mis formas

dispersa

cuando me vences.

Sigo el ritmo del teclado,

desentierro imágenes

te absuelvo en busca de una frase

que me haga entender tu silencio,

tapa de mi oído, quiebralas,

negado permiso de escapar.








III

Avarienta respiro,

mi conciencia, relámpago forzado,

derrumba filigranas

donde te dibujo.

Tu estampa endeble sale del agua,

humedece mis muslos,

mármol sin reposo,

temblor incendio

que te ve diferentes caras.

Aún existo

fragmento de lo que fuimos,

constante asfixia

¿ Cuánto dolor acumula un cuerpo?

¿Serás tú, quien baila conmigo sollozos?

Tú, Dios aburrido

Yo, perturbada en mis otras.













IV

Busco el ritmo de las palabras:

funesta condición que aleja

¿Es tu historia, preguntan mis demonios,

destierro de un adiós pendiente,

culto que se vuelve fisura.?

¿Son mis dedos inquietos

que ambicionan sustituirte

y lentos, entre mis piernas,

descubren su pobreza carnal?

¿Serán ellos los que invocan

una paz inexistente,

y fallecen en su angosto intento?

Mi aliento perezoso

desmiembra mi tristeza,

olor a penumbra insoportable,

cenizas vertidas en alaridos de polvo.

Te espero, inútil,

adversa en notas,

presa en el sosiego funerario,

muerdo mi carne,

inagotable rezongo.









V


Soy dolmen que sostiene

tus arruinadas promesas;

discurso, historia de un deterioro.

Consagro el sufrimiento

como la adicta

que entierra su aguja

e inyecta olvido.

Pertenezco a las tumbas,

y tus brazos abiertos me invitan a su reino.

¿Estás ahí, me pregunto?

y me jalas al mundo de penumbras

donde tu estela apaga mis pupilas,

y es tu espectro quien me guía.

fascinación interrumpida,

peligro de tu sombra,

luz fundida en mí.










VI

Tu cara no tiene rostro,

extraviada me aferro a los muros,

mi carne arde,

te presiente.

Sales de las paredes de mi humo

no hay retorno,

desbordada pruebo tu sabor.

Estoy en ti,

pecado esplendido de carne

envoltura deshecha;

queda tu espalda recta,

mis rodillas horquetado tu cintura,

inevitable destello,

sin tiempo para escuchar temores

que gritan tras la puerta..














VII

Busco a Dios,

hundo su figura

y le hago juicio:

¿Señor, que me has enseñado?

¿En que rumbo me desvió?

¿Es a tu casa donde voy?

Señor, escucha:

¿me has elegido para mensajera

de tus adioses?

Aún recuerdo mi niñez,

piel iluminada antes de ellos, Señor,

mucho antes de mi yo, ahora,

pureza distraída

aun sin ti,

mi campo de batalla

poblado de muñecas.

Un día me volviste naufrago

y mis rezos eran velas que impulsaban

mi derroche.









VIII

¿En donde estabas Señor?,

¿Creciéndome, acaso?

Mis espacios perdieron su medida

me ví desterrada

en esta catacumba

cuando llegaron los rostros,

las piedras…

La otra yo, que hoy te escribe,

reclama su contraparte,

sonriéndole a la furia

que carcome mi prudencia

quedando sola,

sin él, sin ti, con ellos,

que sitian mi desconsuelo

y te retan en prosa;

ellos que descienden de las bestias

y me toman con lujuria.

Impura, temblorosa,

te cito en mi palabra que me hunde

lava de mentiras.





IX

Mis sueños, arropados por el insomnio,

desmerecen mi razón;

siento las nauseas de tus profetas

que no mueren,

todo parece presagio,

el tiempo agoniza

teñido de soberbia;

me repongo,

intento elevarme juego iluso,

hacerme amiga de brujas sabias,

y me encuentro con pájaros

que no tienen ojos.

Es mi pesadilla que vuelve desviviéndome,

dañando mis sentidos,

llevándome a un puente de irrealidad

construido por el infierno,

que se desprende de mí,

y entonces, llegas tú, sin dar,

ni quitar nada.










X

Lavo mi rostro de ti…

es mi aliento

quién envenena el aire,

trae vientos que huelen a dolor,

llantos de corazones

que nunca fueron bautizados.

Me dueles siempre;

mi voz con tu nombre cae a gotas,

carga ánforas de angustias;

protejo mis sentidos,

pongo mi máscara neblina,

bordándome en risas

de otros devotos a la oscuridad,

arañando un cariño que nos es ajeno,

fobia, arrastre fraternal

que omite mi presencia fugitiva.

Queda el canto del grillo solitario,

el agotamiento:

luto enterrado en mi

hasta tu llegada.

No hay comentarios:

La prueba del poder

  Que Milei es un "facho", dice nuestro pròcer. ESO estaría por verse una vez sometido a la prueba del poder. Hasta donde sabemo...