CHARLA DE MIGUEL ANGEL AVILÉS:" DEL REAILISMO MÁGICO, AL REALISMO TRÁGICO"....

Del realismo mágico, al realismo trágico  fue el tema de la charla  ofrecida  el sábado al mediodía, por el escritor paceño, radicado en Hermosilllo, Miguel Angel Avilés, como cierre del V Encuentro de Escritores Sudcalifornianos,enla Galería Carlos Olachea.

Avilés hace un repaso de los cambios semánticos aparejados a la disparada narcoviolencia en México,mediante un anecdotario  salpicado de humor negro. Si un mexicanito medio lee o escucha que "rodarán cabezas en Guerrero,o Sinaloa", ya no asociará la noticia con la jerga política, sino  que se representará las testas de los decapitados literalmente, como las ha visto en los diarios y la televisión. Lo mismo sucedería con frases como "comprar un perico". Los menos pensarán en el ave parlachín.

Aquí presentamos  el testimonio audiovisual de esta charla integralmente, con todo y los problemas acústicos que se presentaron.

EL CLIMAX DEL ENCUENTRO...

Poco antes de la particpación de Avilés, tuvo lugar la mesa temática más ambigua de todas. Entorno- así pegadito- a la poesía sudcaliforniana.  Raúl Antonio Cota, Christopher Amador, Leonardo Varela, Ana Rosendler, y Edmundo Lizardi, fueron los exponentes. 
Entre el público, más gente del "gremio".  Sandino Gámez-quien acababa de afirmar que "El Sudcaliforniano, no es propiamente un periódico, sino un papel para envolver pescado, cerveza"-; Ernesto Adams, Rubén Rivera, Gilberto Ibarra, Rubén Sandoval...acechaban el momento de saltar al ruedo, la chispa que provocara el incendio.

Pero todo trascurrió con inusitada civilidad. Lo más radical se dio cuando alquien volvió a descubrir el hilo negro y propuso "poetizar el mundo". Trascender la poesía como fenómeno textual. Hacer de la poética una política, y de la ética una estética.

El silencio guardado por la gran mayoria de los escritores, artistas e intelectuales sudcalifornianos en los últimos doce años de oscurantismo político, de retroceso a etapas cacicquiles,.
de nepotismo y depredación de instituciones como la UABCS, solo podria justifcarse por respeto al libre albedrío de las decisiones particulares, individuales, pero en su conjunto, representatn un síndrome muy ilustratuivo de nuestra decadencia social, moral, cultural.