lunes, 20 de junio de 2011

En La Paz, pese a las 10 800 luminarias, la opacidad persiste

Por José Luis Vázquez Ceja

El decreto 1857 aprobado por el Congreso, el pasado 9 de septiembre de 2010, y publicado en el boletín oficial No. 41 del Gobierno del Estado, el mismísimo día 9, “rápido y furioso” no sólo vino a quitarle los 20 millones de pesos al programa de Modernización Catastral sino también los 12 millones 827 mil 650 pesos al programa de Servicios Públicos y asignar los 32 millones 827 mil 650 peso al rimbombante proyecto “Estudio, Gestión y Administración del Suministro de Material Eléctrico e Instalación de 10 mil 800 luminarias”.

Aumenta la deuda y más gastos municipales

El proyecto en cuestión arroja tres hechos incuestionables: en lugar de invertir en programas para fortalecer y aumentar los ingresos municipales, se invirte en un proyecto que no sólo viene a aumentar la deuda municipal sino a generar más gastos por pagos a la CFE. Resulta incongruente y hasta sospechoso que teniendo un programa claramente redituable como Modernizar Catastro con metas como la actualización de padrones y valores catastrales, la creación del padrón digital y las zonas homogéneas de valor, entre otras, todo en función de lograr una mejora en la atención y los servicios a ciudadana y usuarios, se haya tomado la decisión de invertir en proyectos generadores de más deuda y más gastos. Incluso, entre 2008 y 2009, el gobierno Federal, a través del Programa de Modernización, entregó a las autoridades municipales la nada despreciable suma de 60 equipos de cómputo para avanzar en su implementación, además de la capacitación de los directivos y mandos medios de la dirección de Catastro con la impartición del diplomado “Gestión territorial y desarrollo sustentable”.

Más adelantes veremos los antecedentes del cuestionado proyecto y decreto, y pasemos a ver los resultados del muestreo realizado en las luminarias que se instalaron en calle Nicolás Bravo de la ciudad de La Paz, para tener un punto de referencia con respecto a la situación en que se encuentra el resto de las 10 mil 800 luminarias instaladas.

Resultados del muestreo en la calle Nicolás Bravo

En las 25 luminarias recién instaladas sobre la calle Nicolás Bravo, entre Isabel la Católica y el Malecón, no sólo evidencian la falta de profesionalismo u oficio del contratista sino la dejadez y apatía de los servidores públicos municipales responsables de la supervisión y recepción de una obra. Sobre este largo tramo de la calle Bravo queron instaladas un total de 39 luminarias, 14 de las cuales todavía siguen iluminado cada noche esta calle desde 1970 y, el resto, son las 25 recién instaladas, entre finales del año pasado y mayo del presente.

Entre ambos tipos de luminarias existen diferencias enormes, como el calibre del fierro de los tubos octagonales, que es mucho más grueso y pesado en las viejas.. Lo mismo en cuanto a la firmeza, seguridad e imagen en los anclajes de los tubos octagonales y en la uniformidad de las bases de concreto armado. Las viejas, pese a sus 40 años, se mantienen todavía firmes contra vientos y chubascos, mientras las recién instaladas, balanceándose con los actuales vientos, esperan salir libradas de los chubascos que se avecinan. Sobra comentar que el cableado eléctrico tampoco se protegió con material alguno, simplemente se desenterró, conectó y se volvió a enterrar

Sólo el 12% de las instaladas son seguras, según la muestra..

Pese a que la seguridad y la imagen urbana fueron, entre otros argumentos, los utilizados para lograr la asignación de los 32 millones 827 mil con 650 pesos para la instalación de las 10 mil 800 luminarias. Los responsables del proyecto, obviamente, sólo se referían a la seguridad en las calle al estar bien iluminadas y no a la seguridad en la instalación de las propias luminarias. Pues, como ve en la muestra, los defectos y los trabajos incompletos en la instalación de éstas no sólo ponen en riesgo la seguridad y la vida de los ciudadanos que transitan por esas las calles sino son causa de sanciones administrativas, políticas o penales de los responsables de la ejecución, supervisión y recepción de los trabajos terminados.

¿Cuáles son los riegos? El muestreo arroja que de las 25 luminarias instaladas en la calle Bravo, sólo 3 (12%) tienen las cuatro rondanas y las cuatro tuercas para anclar el tubo octagonal a los cuatro tornillos de la base de concreto armado; mientras que 18 luminarias (72%) sólo están anclados los tubos en tres tornillos de las bases, con sus rondanas y tuercas, quedando suelto o en “aire” el cuarto y, la madre de todas las irresponsabilidades, cuatro de estas luminarias (16%) sólo están anclados los tubos en dos tornillos, quedando “sueltos” los dos restantes. Extrapolando estos porcentajes al universo de las 10, 800 luminarias, los resultados son más que indignantes ¡Vaya forma de velar por la seguridad de los habitantes de La Paz ¡

Otro elemento de riesgo que acompaña lo antes dicho, son las bases de concreto armado de las nuevas luminarias. La mayoría no tiene el mismo nivel, en virtud de lo cual, entre la base de concreto y la base del tubo octagonal, como calzas para nivelar, se encuentran incrustados pedazos de fierro u otros materiales. Obviamente, a simple vista, se ve que la mayoría de los tubos están cargados hacia dentro o hacia fuera o hacia los lados, pero no derechos o en línea perpendicular. No hay comparación posible con las luminarias todavía en servicio de los años 70, pese a la falta de mantenimiento..

Como otra muestra de esta irresponsabilidad ramplona de nuestros servidores públicos municipales, sobre la misma calle Bravo, entre Madero y Mutualismo, a media cuadra del Malecón, dejaron semi-enterrada una de las bases de concreto armado con sus cuatro tornillos mirando al cielo, esperando, seguramente, la instalación de otra luminaria. Seguirá semienterrada y sus tornillos oxidándose como un monumento vivo a la desfachatez de estos políticos que aún persisten con seguir en el poder.

Los antecedentes del decreto “rápido y furioso”

El 13 de agosto de 2009, el XIII Ayuntamiento de La Paz, mediante punto de acuerdo autorizó a la presidenta municipal y otras servidores públicos a suscribir con BANOBRAS un préstamo por un monto de 97 millones 703 mil y 579 pesos para destinarlos a las obras públicas productivas ya mencionadas. Un mes después, en septiembre 10 del mismo 2009, mediante el decreto 1803, publicado el 25 de septiembre en el Boletín Oficial, No. 45, el Congreso del Estado autoriza al XIII Ayuntamiento a celebrar dicho préstamo con Banobras y destinarlo en Obras Públicas, la cantidad de 26 millones 838 mil pesos; en tránsito municipal, la cantidad de 18 millones 675 mil y 91 pesos; en Modernización Catastral, 20 millones de pesos; y en la modernización del área comercial de OOMSAPAS, la cantidad de 20 millones ( tarea, buscar tal modernización porque cuando uno pasa pagar sus recibos de agua no se ve por ningún lado) y en obras de servicios públicos, la cantidad de 12 millones 827 mil 650 pesos.

Luego, el 30 de junio de 2010, las comisiones del XIII Ayuntamiento involucradas en las referidas obras productivas, mediante dictamen autorizan la sustitución de la obra Modernización Catastral por la denominada “Estudio, gestión, y administración del suministro de material eléctrico e instalación de 10,800 luminarias, lo que da pié a las reformas en los decretos multicitados. Los argumentos utilizados fueron: el procedimiento de licitación pública nacional (LPN-33304002-001-10) para la adquisición del servicio de modernización y fortalecimiento catastral fue declarado desierto, Y, respecto al nuevo proyecto, se dijo que dicha obra vendría a reducir el costo del servicio de alumbrado público, selograría una mejor imagen urbana y un ambiente favorable de seguridad pública. Incluso, en el considerando sexto, se subraya que el Ayuntamiento de La Paz se nreserva el pago a la empresa hasta en tanto no se acredite el ahorro de nergía de conformidad a los resultados que arroje el sistema georeferencial, el dictamen deberá ser suscrito tanto por la empresa, el representante del Ayuntamiento y la CFE. El problema es que ni en las seis páginas del dictamen de las comisiones del Ayuntamiento ni en los decretos APARECE EL NOMBRE DE LA EMPRESA.

Conclusión

Los resultados del pequeño muestreo de la calle Bravo son contundentes. Corresponde a las actuales autoridades Municipales continuar con las investigaciones y actuar en consecuencia. Y, recordarles a los diputados de la XIII Legislatura, que después de un año, todos los servidores públicos que han cometidos actos u omisiones que redunden en perjuicio de los intereses públicos, tienen mucho más posibilidades de seguir cometiendo todas las tropelías posibles.

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