Por José Luis Vázquez Ceja
Este miércoles 9 de noviembre se cumplen 22 años de la caída del Muro de Berlín (1989). Un muro de 120 kilómetros de largo que por 28 años (1961-1989) no sólo tuvo como propósito borrar el origen común de los berlineses sino impedirles el paso para entrar y/o salir del Berlín Occidental u Oriental, tal y como quedó dividido y ocupado por las potencias vencedoras después de la Segunda Guerra Mundial. Durante estos años, ni el poder de políticos como Konrad Adenauer, Willy Brandt, John F. Kennedy o el propio NikitaJrushchov pudieron con el nefasto Muro. Fueron los propios berlineses, particularmente los jóvenes, quienes sin distingo algunolo echaron abajo, con las únicas armas queya venían almacenando: el coraje y la fuerza de su dignidad, su alegría y la gran ansia libertaria de su propia casa.
Como todas las acciones dignas y libertarias, éstas tuvieron la fortuna de serrecreadas y animadas por las notas musicales del violoncelistaMastislavRostropovich, quien exiliado también se encontraba al pié del muro tocando, además de los muchos comerciantes, artistas y los miles de ciudadanos de ambos lados. Mientras unos daban cerveza gratis, otrosrescataban pedazos del Muro, que en conjunto representaban el Gran Mural de los Indignados o Contestatarios de todo el mundo, que a través de los años fueron dejando su huella en elMuro de la Desvergûenza. La pedacería recogida y clasificada, después daría lugar a montajes de exposicionesque denominaron como arte urbano, que darían la vuelta al mundo, no sólo para traer a la memoria la consigna que dijera Willy Brandt “Las naciones vivirán y los muros cairan” sino como un tributo libertario de los seres humanos y de las naciones. La Puerta de Brandeburgo no sólo volvió a ser el ícono de Berlín sino fuente de inspiración artística y libertaria.
Algunos muros en la historia del mundo
Vale la pena recordar que desde los tiempos más remotos de la humanidad la construcción de muros siempre han estado presentes como forma de defensa o protección de los grupos sociales o sus territorios. La Gran Muralla China, el Muro de Los Lamentos, en Jerusalem; las murallas de Troya, Micenas y Tirinto en la época antigua; las ciudades amuralladas de la Edad Media: Avila y Tarragona en España; los más recientes y vergonzantes: el muro de Cisjordania, que perpetúa la ocupación israelí en tierras palestinas y, el muro de Marruecos, entre otros muy discutidos y violatorios del derecho internacional, que hasta ahora los países invasores o infractores han hecho caso omiso de las resoluciones o recomendaciones de la ONU.
El muro fronterizo más largo y nefastodel mundo
Años atrás cuando se inició la construcción del muro en la frontera entre México y los Estados Unidos, el emérito maestro Miguel León Portilla en su libro “La California mexicana”, hace referencia al artículo “El muro de California” del Premio Novel de la Paz, Oscar Arias, publicado en Excélsior ( 2-VII-1992) y tras describir las enormes diferencias culturales entre ambos países y los problemas que enfrentan los mexicanos al tratar de cruzar la frontera en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, el Novel de la Paz, se pregunta ¿ Como no comparar la muralla de metal de tres metros de altura que se construye entre las dos Californias –la Mexicana y la Estadunidense--con lo que fue el nefasto muro de Berlín? La única obra humana que un observador desde la Luna puede distinguir en la Tierra es la Gran Muralla China ¿Acaso constataremos en pocos años que este Muro de las Californias es el segundo objeto construido que puede verse también desde la Luna?
Catorce años después, la soberbia de Mr. George Bush y la desfachatez de Vicente Fox, darían la respuesta al Novel de la Paz, Oscar Arias. No sólo sobre el muro de las Californias sino sobre un muro de mil 120 kilómetros que el Senado estadunidense votó construir en cinco tramos de los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas. Más de tres mil kilómetros de frontera estarán amurallados y defendidos por la Guardia Nacional. Igual de largo que la Gran Muralla China, con diferencias abismales entre una y otro. Mientras la Gran Muralla, construida en el siglo III antes de Cristo, tuvo un carácter defensivo contra las invasiones mongólicas, el muro Bush- Fox, que se levantó en la frontera México-EU, en pleno siglo XXI, no sólo atenta contra la dignidad de la Patria y viola el derecho legal y humano de los migrantes sino, como dice el profesor Howard Zinn, “ intenta mantener a los mexicanos fuera de la tierra que le fue violentamente arrebatada a México en esa guerra injusta y desigual de 1846-1848”.
El terrorismo, la mejor excusa para mantener el muro
Para cerrar la página con “broche de oro”, como una política de Estado, después del atentado del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York, el ex presidente George W. Bush no sólo firmó en el 2006, en Scottsdale, Arizona, la ley de presupuesto del Departamento de Seguridad Interior, que incluye los mil 200 millones de dólares para construir el muro Bush-Fox en la frontera con nuestro país sino lo más aterrador fue la aprobación de la Ley de Comisiones Militares que regula el trato a los detenidos sospechosos de terrorismo.
La citada Ley-Bush viene a legalizar y legitimar la tortura y otorga amplios poderes al presidente de los Estados Unidos para decidir que ciudadano del mundo es sospechoso de terrorismo, ser detenido, interrogado y puesto en prisión, ya sea en Guantánamo ¡Vaya vergüenza todavía para los Estados Unidos! O cualquier otra cárcel clandestina que el gobierno estadunidense tiene sembradas en todas partes del mundo. En este contexto la frontera de tres mil 200 kilómetro con nuestro país es vista desde entonces como un tema de seguridad nacional y los migrantes tanto nacionales como de otras nacionalidades son considerados como potenciales terroristas.
Pero lo vergonzoso e indigno de nuestros gobernantes, respecto al muro fronterizo, es que después de 201 años de vida Republicana, Independiente y Soberana no tengamos todavía las instituciones y obviamente, los gobernantes, con la capacidad y la inteligencia, el sentido nacionalista y humanitario para resolver un problema migratorio que venimos arrastrando desde el siglo XIX.
Sólo algunos ejemplos que muestran esta lamentable situación, que lejos de superar y resolver, aumenta y se complica. Según el Fondo de Población de la ONU, la emigración mexicana ocupa el primer lugar a nivel mundial. Cada minuto un mexicano emigra a los Estados Unidos en busca de empleo y mejores condiciones de vida hasta sumar casi los 30 millones, asentándose más del 70% en los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas. Quizá tenga razón el Dr. Samuel Huntington al afirmar en sus libros que los mexicanos legales o ilegales representan una amenaza para la integridad de los Estados Unidos. ¿Serán estos mexicanos los que rescaten las tierras arrebatadas para el México que hoy los obliga a emigrar?
Sólo privan los intereses del más fuerte.
En muro entre México y los Estados Unidos, como ya está súper comprobado, sólo lo es para unos y no para otros. Mientras los “gringos”, incluidas sus mercancías, armas y otros bienes, entran y salen de México como “pedro por su casa”, los mexicanos no sólo tienen que pasar por todas las trabas burocráticas sino soportar maltratos y vejaciones. Obviamente ni muros ni vigilancia electrónica ni la Guardia Nacional detienen a los mexicanos que buscan trabajar para tener dinero para ellos y sus familias. Nuestra desgracia es que esa inmensa corriente migratoria esta conformada por jóvenes, jóvenes que ante la ausencia total de empleos y demás oportunidades para vivir dignamente optan por abandonar su patria: México.
En este flujo de hombres y mercancías, las drogas son las únicas que sortean más bien que mal el paso de aquí para allá ¿Si no de donde salen las ganancias multimillonarias de ambos lados de la frontera?
Vías de México para intercambios justos
Nuestro muro fronterizo, como bien dice Lorenzo Meyer, (Reforma, 5/ 10/06), no será físico sino político. Nuestros diques serán la comprensión profunda de lo que se entiende por frontera, en lo geográfico, lo económico y lo cultural, rediseñar la puerta que se abra para alcanzar intercambios justos y fecundos entre ambos países, que implique el rediseño de un proyecto nacional y una política de fondo frente a los Estados Unidos.
El presidente Lázaro Cárdenas del Río es un ejemplo a seguir frente a la soberbia de los poderosos. No basta hablar inglés, ni haber vivido en los Estados Unidos ni mucho menos haber trabajado en una trasnacional, como la Coca Cola, para conocer a los Estados Unidos, es necesario conocer la historia no sólo de los dos países sino de dos grandes conjuntos de pueblos, los de anglo-americanos y los ibero-americanos. La presencia de culturas diferentes puede ser origen de conflictos pero también de intercambios positivos. La historia de la diplomacia mexicana está llena de experiencias dignas y reconocidas para ser tomada en cuenta por nuestros políticos y gobernantes.
Conclusión
Hoy, ante esa política de crear miedo y temor entre la población como una forma de vida, ante esa política de seguridad nacional y ante tanta verborrea de más “reformas estructurales” propias de las políticas neoliberales, no sería más sabio y prudente hacer un alto y orientar los esfuerzos a rediseñar un nuevo proyecto de país o simplemente tratar de cumplir aquella proclama que lanzara José María Morelos y Pavón hace 201 años: tener una Patria sin indigentes ni privilegiados.
Quizá tenga razón el ex embajador de los Estados Unidos en México Jeffrey Davidow, al afirmar que el “gobierno mexicano no tiene voluntad masculina para que se cumplan las leyes”. Qué decencia del ex embajador para no decir malas palabras. Nuestra esperanza es que esa voluntad “masculina” si la tengan los jóvenes para reorientar el rumbo de nuestro país. Un rumbo donde el lenguaje no sean las balas ni los fusiles sino la educación, la cultura y la apertura de oportunidades para vivir en paz, sin miedo y con la dignidad ciudadana propia de un Estado que represente los intereses de todos y no sólo de unos cuantos. Son los jóvenes, que son la mayoría del pueblo de México, los que retomen, como única salida, esa consigna de nuestro orden constitucional que da a cada ciudadano, como el edificador permanente del Estado, precisamente, por el ejercicio de su voto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario