Bobby García.
&.- De delegados a delegados.
&.- Del viejo PRI al viejo PRI.
Hace poco comenté en este espacio que los priístas se andaban peleando por las delegaciones federales y que al pueblo le iría igual o peor que con los anteriores. Y el cargo de delegado federal debe ser una comisión muy importante si los funcionarios verdaderamente cumplieran el cometido para el que son nombrados. Un delegado es la persona a quien se le delega una facultad, poder o autoridad para actuar o representar a la secretaría de que se trate, pero fundamentalmente los delegados representan al poder ejecutivo federal. Es una responsabilidad parecida a la de los notarios que por ley están encargados de dar fe pública de los actos más allá de los testimonios judiciales. El notario debe gozar de fama pública fuera de toda duda. Lo mismo para los delegados federales que representan la fama pública del presidente de la nación. Y es aquí donde “los renglones torcidos” agarran pa´donde voló la gallina. Suponiendo sin conceder que la fama pública del ejecutivo no esté a discusión, la de los delegados sí debe estar a discusión. Alguien me comentó que el delegado de la SCT es familiar del gober precioso. Si es así, su fama pública debe andar por los suelos. Lo que sí es cierto es que Isaías González Cuevas, senador por la entidad y dirigente nacional de la CROC, colocó en la Profeco nada menos que a su hijo. De entrada a este delegado federal le han delegado un poder al que no le hará honor y mucho menos representará con gallardía al ejecutivo y a la Procuraduría Federal del Consumidor a nivel nacional. Los correligionarios de la alcaldesa de La Paz dan por hecho que Esthela Ponce “barrió” a Ricardo Barroso e Isaías Cuevas ya que los delegados nombrados del PRI local “salieron de la lista que ella entregó en México”…¿y qué gana el pueblo con que haya ganado la alcaldesa? ¿Y eso será ganar? Porque el que Agapito Duarte Hernández y Eligio Soto López hayan sido nombrados delegados, más bien se puede entender como un despropósito ya que ninguno de los dos tiene la estatura para que se les haya delegado una facultad, poder o autoridad para representar a la secretaría respectiva y mucho menos para representar al poder ejecutivo nacional. Agapito ya ha sido funcionario de la Reforma Agraria y desde siempre en ese sector ha reinado la anarquía y la corrupción. Y más ahora que los desmanes tocan al ejido La Purísima y Caduaño sin ocultar la grave problemática de todos los ejidos de la entidad. Lo mismo para Eligio Soto que fue nombrado delegado en la Procuraduría Agraria. Lo único que ha procurado Soto López es vivir sin sobresaltos, nadando de a muertito desde que fue alcalde de Comondú y de eso hace ya treinta y cinco años. Desde entonces brinca de un trapecio a otro en la pista del PRI, pero según la vox populi, en los doce años perredistas fue “espía profesional”. Y allí está, siendo ahora representante de Peña Nieto. Los delegados hasta hoy, salvo honrosas excepciones, han servido a sus intereses y a los del gobernador. Ahora el gobierno federal es priísta y los delegados de la entidad tendrían la obligación de representar los intereses superiores del pueblo ya que, según Peña Nieto, la energía de todos moverá a México. Con los delegados de la Profeco, Reforma Agraria y Procuraduría Agraria, no lo moverán ya que si de algo pecan los de la agraria, es que son flojos hasta para caminar… además de que ya no dilata en que les caiga encima un meteorito. Si el de la SCT es lo que dicen, tampoco moverá a México. A los de Sedesol y Profepa, no los conozco pero salieron de ese PRI que colocó al hijo de Isaías Cuevas, en el vicio rancio del nepotismo. Creo que el doctor Martínez Mora en el Issste, sí responderá a la responsabilidad delegada en él. Mi correo: raudel_tartaro@hotmail.com
PASEMOS EL RUBICÓN: desde que el PRI es oposición –por llamarle de alguna manera- en la entidad, se ha comportado como un partido “de oportunidades”: ocurrió la clásica desbandada y “espionaje profesional” hacia el PRD, los cuadros desaparecieron y se guardó la alforja de la lucha por la democracia. Con Esthela y Barroso “volvió la lluvia” y tal como reaparecen los cigarrones, escondidos no sé dónde, los desbandados y los cuadros, volvieron con la oportunidad que olieron con Esthela y Ricardo barroso. Pero el PRI sigue siendo el PRI de siempre: el tracalero, oportunista, agandallador, sin memoria, traicionero. Allí están los casos de la dupla Eligio-Agapito, que desde hace 30 años, cuando menos, no han sido militantes sino caza-chambas. Los que hicieron volver al PRI allá andan en los sectores, en colonias, seccionales, partiéndosela en las campañas, elecciones, casillas y de representantes. Allá andan y los que no trabajan por el partido agandallan los huesos… no hay memoria ni pertenencia. Y así quieren volver el 2015. Alea jacta est. 13-03-13-
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