viernes, 15 de marzo de 2013

LA TRUCULENTA HISTORIA DE LOS 5 MILLONES DE VOTOS COMPRADOS POR EL "GAVIOTAS"


ALFNSO MUÑOZ CAÑEZ(CORREO PARA EDMUNDO DESDE TIJUANA)


Tres semanas antes de la pasada elección, un miembro de la CNTE denunció que, por órdenes directas de Elba Esther Gordillo, en el SNTE se estaba organizando un carrusel para aportarle 5 millones de votos al candidato del PRI. A cambio de esto, comentó el denunciante, Preña Nieto pondría a la Gordillo en la Secretaria de Educación. Mediante este carrusel se obligaría a todos los maestros del país a votar por el Gaviotas.
 Rápidamente algunos analistas señalaron que era difícil sacar del SNTE 5 millones de votos, dado que esa organización sindical solo tiene 1.5 millones de afiliados. Dijeron además que hasta el momento lo que se sabía era que todos los maestros afiliados al SNTE tenían la consigna de votar por Gabriel Quadri, candidato del PANAL, propiedad de la Gordillo. Otros preguntaron cómo se controlaría a los 5 millones de votantes carruseleados, ya que no sería un carrusel, sino miles de pequeños carruseles distribuidos por todo el país a fin de controlar al millón y medio de maestros distribuidos por todo el país. El lopezobradorismo respondió, en artículos publicados en La Jornada y en Proceso, que para dicho control se utilizarían casas de seguridad. Analistas muy necios preguntaron cuántas casas de seguridad se necesitarían, ya que el mecanismo del carrusel solo admite cuando mucho 20 votantes. A continuación, la descripción de un carrusel: temprano el día de la elección, en la casa de seguridad se prepara el primer votante carruseleado para ir a votar, los  encargados de la casa de seguridad le dan varios papeles blancos del mismo tamaño de una papeleta electoral, los dobla a la mitad, los guarda en el bolsillo de la camisa, sale de la casa de seguridad, se dirige a la casillas correspondiente, llega, se le toman los datos, se le entregan las papeletas, tres o cuatro, dependiendo de los puestos de elección en disputa, luego pasa a la mampara, saca del bolsillo los papeles en blanco, se guarda en el bolsillo las papeletas auténticas, sale y deposita las los papeles en blanco en las urnas, se le mancha el dedo y regresa a la casa de seguridad, donde entrega a los encargados las papeletas auténticas  sin marcar, estos las llenan tachando a los candidatos para los cuales se hizo el carrusel, y ya tachadas se las entregan al segundo votante carruseleado, quien sale de la casa, llega a la casilla, le entregan las papeletas en blanco, entra a la mampara, saca las papeletas ya tachadas, se guarda las que le acaban de dar, sale, deposita las papeletas en las urnas y regresa a la casa de seguridad y entrega las papeletas en blanco, sin tachar, para que se reinicie e ciclo. ¿Cuánto se tardara en promedio cada votante en ir y venir? Se llegó al acuerdo de que si la casa de seguridad está cerca de la casilla, se podrían tardar media hora, por lo que podrían votar cuando mucho 20 en las 10 horas que más o menos dura la jornada electoral. Así que para atender a los 5 millones de votantes carruseleados, se necesitarían 250 mil casas de seguridad y por lo menos medio millón de personas encargadas de “administrarlas”. Otros analistas dijeron que la realización de dicho carrusel requería un gigantesco trabajo previo, que a pocos días antes de la elección nadie estaba haciendo (como el de contratar o conseguir 250 mil casas de seguridad). Ante tales argumentos en contra, el lopezobradorismo optó por olvidarse del carrusel. Pero los 5 millones de votos ya estaban imaginados y había que encontrarles cabida en alguna parte, y de pronto, como si todos los mexicanos fuéramos zombies, el lopezobradorismo trasladó esos 5 millones de votos, ni uno más ni uno menos,  desde el fallido carrusel hasta las tarjetas de Soriana y de Monex. El asunto, según el lopezobradorismo, era que mediante tarjetas de Soriana, el PRI estaba pagando determinada cantidad de dinero a cambio del voto para el Gaviotas. Inmediatamente Soriana respondió ante el IFE que las tarjetas señaladas por el Peje no eran monederos electrónicos, por lo que no se podían pagar  ni un centavo a través de ellas, y explicó que tales tarjetas se les dan a los clientes para que en cada compra acumulen puntos que les permiten tener descuentos y les dan acceso a determinadas promociones. Algunos clientes llegan a acumular centenares de pesos en puntos, por eso cuando se armó el escandalo muchos poseedores de tarjetas corrieron a los supermercados Soriana a hacerlas efectivas, por miedo a perder los puntos acumulados en ellas. Aunque el asunto de las tarjetas de Soriana  fue aclarado,  el Peje no tomó en cuenta eso y siguió insistiendo en la compra de votos a través de las tarjetas de Soriana, y entregó al IFE un paquete con centenares de tarjetas de esa empresa,  pero como ni una sola de las que entregó era monedero electrónico, el IFE les dio para atrás y naturalmente el Peje empezó a gritar y a señalar al IFE como cómplice del fraude. En el caso de las tarjetas de Monex, estas si eran monederos electrónicos, pero fueron utilizadas por personal de PRI en actividades relacionadas con la organización de las elecciones. Monex demostró que ninguna de las tarjetas pudieron haber sido utilizadas para comprar votos, y si se hizo esto, serian votos carísimo, puesto que mediante tales tarjetas se manejaron grandes sumas de dinero. Total, que también a estas tarjetas les dieron para atrás. Sin embargo el lopezobradorismo ha logrado convencer a millones de que el fraude, la compra de votos,  se hizo utilizando las tarjetas de Soriana y de Monex. Al parecer si hubo irregularidades en lo de los fondos de las tarjetas de Monex, pero el IFE señaló que eso nada tiene que ver con la compra de votos. No hace mucho, en una gira por su natal Tabasco, el Peje dijo la cifra exacta utilizada por el Gaviotas para comprar 5 millones de votos: 60 mil millones de pesos, 12 mil pesos por voto!!!! Se necesita ser zombie para no juzgar esto descabellado. Yo, te lo juro, vendo mi voto por 12 mil pesos a quien me los pague.
       Mira Edmundo, por escribir todas estas cosas, algunos de mis amigos dicen que soy copetista, gavitonista. Ni madres, yo no defiendo al Copetes, yo defiendo los procesos electorales realizados por un IFE autónomo. Desde hace más de medio siglo observo y participo en los procesos electorales, sé que la reforma política de 1977, hecha en un gobierno priista,  es la madre de todas las reformas políticas que se han hecho en este país, a ella le debemos esta aun frágil democracia que tenemos ahora. Otro momento importante fue 1997, cuando en el gobierno priista de Zedillo se quitó la organización de los procesos electorales de manos de la secretaria de Gobernación, para pasarlos a manos del primer IFE autónomo, cuyo primer consejero presidente fue el recién fallecido Alonso Lujambio. La primera prueba de fuego para el IFE autónomo fue la elección del 2000, la elección de la alternancia, alternancia que no hubiera sido posible con el IFE en manos de la Secretaria de Gobernación. En esa elección ninguno de los candidatos perdedores alegó fraude, se les considera como una elección ejemplar. Así, el IFE autónomo paso su primera prueba de fuego. Pero luego vino la siguiente elección, la de 2006, y DESAFORTUNADAMENTE para el IFE autónomo, resultó ajustadísima, y el Peje alegó fraude y culpo de éste al IFE. Fue cuando el famoso reclamo del voto por voto, casilla por casilla. Como recordaras, se llegó al acuerdo de revisar cada uno de los votos del 10 por ciento de las casillas, aquellas más impugnadas, y no aparecieron pruebas del fraude, sin embargo el Peje ignorando esto,  insistió hasta el cansancio sobre lo de atraco cometido por el IFE en su contra, llenando de excremento a la autoridad electoral. Y luego llegaron las elecciones del 2012 y aunque el triunfo del Gaviotas fue amplio, el Peje grito FRAUDE, como 6 años atrás, y se lanzó con su furia característica contra el IFE, contra el IFE autónomo. Yo he llegado a la conclusión de que mientras el Peje siga participando en elecciones para presidente, seguirá perdiendo, seguirá alegando fraude y por tanto las autoridades electorales (autónomas) estarán permanentemente cubiertas de excremento lanzado por él. Mientras el Peje pierda, el IFE será una institución corrupta y vendida a quien gane. Según el tabasqueño, en 2006 el IFE se vendió al PAN, el partido en el poder, y en 2012 se vendió al PRI, partido opositor. Acuérdate Edmundo que ahora, en la pasada elección, el Peje trato de que el PAN (el  partido que lo atracó 6 años atrás), lo apoyara en su nueva denuncia de fraude, ahora contra el PRI. Solo un zombie no puede ver algo anormal, algo enfermizo, en esto. Por eso estoy convencido de que López Obrador es un peligro para nuestra democracia.

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