Alejandro
Alvarez
En
septiembre del año 2011 el Dalai Lama asistía a México a dar una conferencia
invitada por “La Maistra” Gordillo. La foto parece sacada del teatro del
absurdo. El Dalai Lama con sus manos entrelazadas, los ojos entrecerrados y una especie de mueca
-como que algo no le olía bien- posa junto a la líder vitalicia del magisterio
conocida bajo distintos nombres (La Maistra, la novia de Chucky, la esposa de
Chucky, la hija de Chucky) cuyas manos unidas como en oración acompañan la
inclinación de su cabecita loca (con su
clásica risita socarrona) hacia el monje tibetano.
El Dalai Lama, Tenzin Gyatso, aseguró entonces que lejos de la
percepción mediática en el exterior de que en México existe violencia, en esa
tercera visita se encontró con un país en paz, con gente noble y hospitalaria.
Exactamente como su anfitriona, podemos reafirmar y las nobles y hospitalarias
bandas de sicarios que hacían su callada labor desde entonces en el país y en
nuestra cálida Sudcalifornia el noble y hospitalario Narciso Agúndez hacía lo
propio con El Teo abriéndole su corazón de par en par.
Al impartir la conferencia magistral “Afilando la mente y nutriendo el
corazón” en la sede del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE), que entonces autorizaba en silencio y sin chistar el flujo de dinero
hacia las arcas de su líder vitalicia, el Dalai comentó a los maestros
presentes que es su responsabilidad formar a mejores generaciones para el
futuro y un mundo en paz. Los maestros de Guerrero y Oaxaca atendieron especialmente
el mensaje, ahora se ven sus frutos.
A su vez, al dirigirse a él como "el maestro universal", la ex
eterna dirigente del SNTE, dio la bienvenida al Dalai Lama en su último evento
en México con las siguientes inspiradas palabras:
"Es para el magisterio nacional de México y muy particularmente
para quienes representa Elba Esther Gordillo Morales (o sea ella misma), un alto
honor y privilegio recibir en este recinto al Maestro Universal, al hombre que
nos enseña a dar amor y sobre todo a aprender que el amor está en
nosotros", dijo, suponemos casi derramándosele las de cocodrilo. Gordillo
indicó que "en estos tiempos, tan difíciles con tantas crisis en nuestros
valores éticos, morales, civiles, es tan necesario un mensaje de paz y de
reconciliación con la vida, entre los seres humanos, la naturaleza y todo el
universo que recibirlo más allá de una visión maniquea, eminentemente política
se nos hace mezquino y falto de visión". Esas palabras deben retumbar en
las paredes de su nuevo domicilio.
En tanto, el Dalai Lama señaló a los maestros: "todos ustedes son
educadores, son responsables de la educación de los jóvenes, tienen como
responsabilidad su educación, darles perspectivas, ayudarlos a construir este
mundo y a ayudarlos que ese mundo sea de paz".
Ya se trabaja en una próxima visita del Dalai esta vez al penal de Santa
Marta para profundizar en estos interesantes conceptos. Para los interesados en
abrevar de este hecho histórico aquí está el enlace: http://www.snte.org.mx/?P=articulo&Article=1439
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