DANTE SALGAD:O: ¿Y EL FRAUDE EN LA BIBLIOTECA DE LA UABCS? |
Por: Héctor Santiesteban
Stanley Kubrick, neoyorkino de origen judío,
es sin duda un genio cinematográfico. Su película última y póstuma, Con los ojos bien cerrados está basada
en un libro de Arthur Schnitzler y se trata de una obra difícil y compleja. En una de las partes más
inolvidables de la película, un nutrido grupo formado por personajes
prominentes realizan actividades indecibles amparados por enigmáticas máscaras,
rituales y secretos. La obra mezcla el relato onírico con el realista
intercambiando sueño y realidad. El anonimato y el secreto eran básicos para la
existencia de semejante club. La película llevaba la impronta de Kubrick y de
una pareja seductora tanto dentro del set como en la vida real: Tom Cruise y
Nicole Kidman.
No quisiera yo establecer parangón alguno con
la intrincada política universitaria. El ambiente de refinamiento, educación y
elegancia que se ven en la película nos hace descartar semejante analogía.
Bueno, ahora que si nos remitimos a la manera
en que ese grupo secreto esconde el
rostro tras una máscara común que los hace irreconocibles y los esconde,
pero por otro lado se deja notar la desnudez de sus hechos; si nos remitimos a
ello, tal vez tengamos algo de parecido entre esa grandiosa película y nuestra
triste verdad.
Dentro de tantos hechos bochornosos que han
sido escondidos y que sería insuficiente este espacio para enumerarlos,
podríamos entresacar esta vez un solo caso. Yo escogería el de aquel
tristemente famoso fraude en la Biblioteca universitaria que parecía ser la
punta del iceberg de una estafa generalizada a la que trataron de echarle
tierra a como diera lugar.
Muchas personas, muchos hechos, se escondieron
tras una máscara que ocultaba, pero que también revelaba; sobre todo, por todos
lados aparecían las impudicias de cuerpo entero.
Pocos han tenido en sus manos la imperiosa
responsabilidad de hacer algo al respecto y la mayor parte de ellos han callado
y consentido en encubrir.
Empecemos por el actual Secretario Académico
de la UAB CS, Dante Salgado.
A varios les consta la cantidad de información
política que le llegaba por diversas vías. El dominio de una manera de ser y
hacer política aprendida de sus antiguos jefes políticos, generalmente
personajes al alza y luego caídos en desgracia (desgracia que algunos
malpensados han achacado al propio Salgado González) le han brindado las herramientas
de allegarse información. Y claro, luego la información se criba y de alguna se
entera y de otra no se entera porque no conviene.
Extrañado de que no hiciera mención alguna
sobre el fraude en el que estaba implicado el Lic. Verdugo, bibliotecario de la
UABCS y uno de los principales implicados en la famosa estafa, le pregunté de
manera oficial si tenía conocimiento de esa auditoría, y me contestó que no lo
tenía.
Mi incredulidad llegó a mayores términos, pues
sabía que Salgado González era amigo del inculpado, su abogado e incluso había
fungido de testigo… en una demanda promovida por el propio Lic. Verdugo en
contra de dos consejeros (uno de ellos, servidor) que habían ventilado el caso de la auditoría en los
periódicos debido a que al interior de la universidad no se quería ver.
Para no haberse enterado de ese fraude debió
haber vivido de espaldas al Foro electrónico que circula en la Universidad,
ignorado lo que comentarían varios profesores universitarios, incluso no haber
visto portadas de periódicos (que trataban hasta a ocho columnas en primera
plana) sobre la universidad y los fraudes millonarios. Más que dudoso. Pero
desconocer algo central de lo que uno testifica en un juzgado, eso ya rompe con todo punto de verosimilitud.
Para una persona con tanta información,
semejante ignorancia selectiva no parece muy creíble. A menos que hubiera
permanecido con los ojos cerrados; bien cerrados. Como cuando se pide un deseo.
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