La historia en breve
Ciro Gómez Leyva
2010-06-23•Al Frente.MILENIO DIARIO.
Más allá de las frases melifluas que han chorreado de los discursos, entrevistas, artículos, ediciones especiales, Enrique Krauze propone darle un sentido a la muerte de Carlos Monsiváis.
“Un homenaje político y moral a Carlos sería restablecer hasta cierto punto la concordia en la familia cultural mexicana”, dijo el lunes en entrevista con Marisa Iglesias “Esa concordia se quebró en 2006. Fue la política la que la quebró. Y esto es algo que hay que reparar. Porque la cultura mexicana ha tenido una continuidad, desde el periodo de Altamirano hasta el año 2000. Con todas las peleas, desencuentros y diferencias, esa continuidad pasó por encima del Porfiriato y la Revolución. Pasa por el Ateneo, los Contemporáneos, la generación de Paz y del Medio Siglo, y por tantos autores. Esa República de las Letras merece esa concordia que se perdió en 2006”.
En el otoño de 1997, los días de la transición, le pregunté a Monsiváis sobre la concordia propia de una democracia.
—¿Y el lenguaje, Carlos? Borges decía que la democracia nació de la pasión de los griegos por el diálogo.
—El lenguaje de la transición es todavía tortuoso, ocasionalmente transparente, casi siempre ríspido, postabernario —respondió de un tirón—. Falta convencernos a fondo de que ahora la sordera oficial no se cura con gritos, sino con votos y críticas insistentes y movilizaciones. Eso dará por resultado un lenguaje más depurado, inteligente, racional.
En los años que siguieron, los de la desilusión, Monsiváis fue de los contados que escribieron y dialogaron en forma depurada, inteligente, racional.
Un crítico sin prisa ninguna por descalificar, destruir.
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