¡Ganó Gamboa!
Autonomía relativa
Juan Ignacio Zavala
¿A quién hacer a un lado? ¿Cómo darle un periodicazo a fulanito y a zutanito? ¿A quién ofrecerle más? ¿Adónde mandar los porros?
Nadie lo podía creer pero, finalmente, alcanzó y ganó. El triunfo de Emilio Gamboa en la elección para secretario general de la CNOP es una gesta digna de recordarse entre las grandes batallas por la democracia y la modernización de las instituciones. Gracias a un discurso fresco y modernizador, esta nueva cara del priismo, este valor juvenil, se alzó con un triunfo inobjetable.
Una reñida competencia enfrentó Gamboa en su lucha por hacerse cargo de esa fuente de inspiración y modernización, esa fuente de sabiduría y apoyo que es la CNOP. Hay quienes, burlonamente, critican que Emilio fuera el único competidor, pero nada más difícil que competir contra sí mismo. Competir contra nadie no es sencillo. Fue la difícil condición que enfrentó el ahora líder Gamboa. ¿A quién hacer a un lado? ¿Cómo darle un periodicazo a fulanito y a zutanito? ¿A quién ofrecerle más? ¿Adónde mandar los porros? ¿A quién hay que convencer comprándole su voto? No son preguntas sencillas para un priista de abolengo que no encuentra a nadie enfrente. Debió ser muy frustrante.
Desesperado por hacer algo, se mandó hacer publicaciones elogiosas para reafirmar los votos conseguidos. Una, titulada “Discreción y lealtad”, dice lo siguiente del prócer de la democracia: En distintas épocas de su vida política, Gamboa Patrón ha sido señalado como el bueno para gobernar Yucatán, pero nunca se ha postulado, aunque ha sido más que evidente que su corazón está en la península: en todos los puestos que ha ocupado en los últimos 28 años siempre ha hecho algo por el bienestar de los yucatecos, ya sea con infraestructura carretera, turística o de salud.
Quien dudara de su voto, a quien no convenciera el discurso de ideas, tenía en esta joya del periodismo libre el pretexto para sufragar por Gamboa. Un hombre de corazón enorme y desinteresado que siempre ve por los demás. Un espíritu incansable en el batallar por el bienestar de sus hermanos yucatecos. Años de llevar beneficios tangibles a los habitantes de esa tierra y éstos le escamotean ser gobernador. De veras que hay gente malagradecida. Pero nada es imposible para el hombre de voluntad férrea que es todo “discreción y lealtad”.
Infatigable, Gamboa buscó nuevos derroteros. Esto es algo que nunca se le ha dificultado. Desde 1982 que fue secretario particular del presidente de la Madrid, hasta estos días, siempre ha encontrado lugar para su apostolado. Ha sido diputado, senador, director de la Lotería Nacional, del IMSS, de Fonatur, del Infonavit, secretario de Comunicaciones y Transportes y todo esto en apenas 28 años. Por supuesto que cuando se encontró en la disyuntiva de tener que trabajar o seguir ayudando a los demás, vio en la CNOP un pivote disparador de su bonhomía y cariño por los demás, no sólo de sus hermanos yucatecos, claro, estamos ante un hombre de talla universal, sino del país todo. Ya dijo y amenazó con que “ha llegado la hora de recuperar lo perdido”.
Después del triunfo anhelado se tomó una foto del recuerdo. Están las mismas caras del 82, del 85, del 88, del 91, del 98, es una foto que también podría haberse tomado hace 28 años, pero es ahora, en 2010. Son los mismos de siempre.
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