domingo, 6 de junio de 2010

TESTIMONIO: UNA EXPERIENCIA CARDÍACA






FRANCISCO SEPTIÉN.

Beleave me …… or Not!

Espera!!!!.... antes de que quizá digas: ¨Sí, éste rollo ya me lo envió Pancho hace años …… que flojera¨………..Por favor, vuélvelo a leer hasta el final, hay cosas que no fueron contadas en ese momento porque aún no sucedían y otras porque cuando fueron escritas, recién el evento cardiaco, no les di la importancia que tenían, debido a la prisa de escribirlo y compartirlo.

Ahora, después de leerlo de nuevo, me doy cuenta de las omisiones, mismas que creo, ahora puestas en “blanco y negro” le darán mayor sentido al relato.

De nuevo, Gracias a ti por compartir conmigo ésta aventura milagrosa…..

Pancho


Viendo las cosas en retrospectiva, me doy cuenta que desde que nací he sido marcado por Dios como uno de sus “favoritos”, la serie de eventos desde mi nacimiento en la cocina de un barco de madera de cabotaje en el Golfo de México, pasando por mi experiencia de muerte y resurrección y hasta la fecha es una serie de benditos eventos que han enriquecido y siguen enriqueciendo mi día a día, mi experiencia de Vida.

Ya ves como me ha dado por compartir contigo mis experiencias..... pues deja te cuento una vez más, con detalles que no conoces, la de hace 5 años, aunque, creo que…….. NO ME LA VAS A CREER... pero en fin, deja te cuento:


Evento Cardíaco


Resulta que el lunes pasado, 6 de septiembre de 2004 llegué a mi departamento (tu casa) en San José del Cabo, B.C.S. ya tardezón, se había prolongado la junta de la compañía sobre un proyecto de vivienda que teníamos varios meses queriendo arrancar. El caso es que llegué como a las 10:00 p.m., aún encontré a Nicolás – mi pequeño hijo de apenas 2 años un mes y días – despierto y tuve la oportunidad de ayudarlo a acostarse, darle su "bibi" y sus “nalgaditas de dormir”. Después, me puse la pijama y acompañé a Cinthia (mi mujer) cenándome un sándwich de frijoles (mi perdición) con queso jack mientras veíamos algo en la tele.

Como a las 11:15 p.m. nos dispusimos a dormir y mientras ella se cepillaba los dientes en el baño de la recámara, yo seguí viendo la tele, en eso estaba cuando sentí un fuerte dolor en la parte interior del brazo izquierdo. Recordé que una noche en mi casa de San Diego, en 1993 mientras dormía, confundí un cosquilleo en la parte externa del brazo izquierdo con un infarto, ya que había escuchado a mi madre decir en varias ocasiones, que una forma de reconocer que se está presentando un cuadro de infarto era un dolor en el brazo izquierdo. Esto me obligó a buscar un cardiólogo en Tijuana al día siguiente, para enterarme que el infarto no es un cosquilleo sino un dolor agudo en la parte interior del brazo a la altura del bíceps. El famoso “cosquilleo” en realidad resultó, días después ser un “Herpes Soster” - que no le deseo a nadie.

Cuando esa noche en el departamento en San José del Cabo reconocí el dolor como un infarto (gracias a la bendita casualidad del error de 1993 – NO, el de Zedillo fue en el ’94 - me paré junto a la puerta del baño y le dije a Cinthia: "No quiero hacerte pasar un mal rato, pero creo que me estoy infartando..."

Me pregunta, obviamente asustada: “Quieres que llame una ambulancia?”

Le contesto: “No, deja me recuesto un rato a ver si se me pasa”…..

A los 10 segundos (o algo así) me levanto de la cama y voy a la cocina a buscar el remedio casero contra la gastritis y las agruras que usaba mi padre y que yo, después de una vida de gastritis, agruras diurnas y nocturnas había adoptado: Un vaso de agua con bicarbonato de sodio – el menos malo de sabor, ”el Arm & Hammer”. Debo confesar que en los últimos 10 o quince años, deje de tomar medicamentos contra el problema, eran caros y a veces no tenía dinero para comprarlos y llegó el punto de que ya no me hacían efecto y hubo días en que llegué a tomarme hasta 8 vasos de agua con una cucharada sopera de bicarbonato……

Me recuesto de nuevo, me paro a tratar de vomitar y nada…..comienzo a sudar intensamente sin poder deponer nada de lo que pudiera haber traido en el estómago en ese momento. Me dirijo de nuevo a la sala, mi mejer me dice que me acueste ahí con ella y le contesto que me siento muy inquieto y que no la voy a dejar dormir a gusto. Nicolás dormía en su cuarto desde hacia rato.

Me acosté en el cómodo sofá-cama verde de la sala y pensé: “Mañana temprano voy al Medica Los Cabos a que me tomen un electrocardiograma para salir de dudas.

Cinco minutos después, me levanté tomé mis llaves, la cartera y el celular y le dije a Cinthia: “Ahorita vengo, voy al Médica Los Cabos” y sin más me salí, Comencé a toser, como aconsejaba un mail que había llegado a mi correo meses antes, para con ello contraer la caja torácica y que dichas contracciones ayuden al músculo cardíaco a seguir bombeando la sangre.

Me subo a mi Durango verde, que recién me habían entregado los hermanos de una chava que...

El sábado 24 de julio, mientras iba manejando de San José del Cabo hacia Cabo San Lucas, reflexionaba sobre la vida y llegué a la conclusión de que "LA VIDA, A PESAR DE SUS MALOS RATOS, ES LO MEJOR QUE ME HA PASADO" y pensé ponerlo como “firma” en mis mails en cuanto llegara a mi computadora.

Lo olvidé y 3 horas después cuando regresaba a San José del Cabo tuve un accidente, me estrellé contra una joven que imprudentemente entraba de la lateral de la carretera dando vuelta a la izquierda sin darse cuenta que yo circulaba en dirección hacia ella, yo pensé que ella se detendría, pero nunca lo hizo. En el carril izquierdo estaban unos vehículos esperando la oportunidad de dar vuelta izquierda. Pisé el freno hasta el fondo y mientras se amarraban las llantas contra el pavimento, comencé a virar tratando de pasar entre el carro de la muchacha y los vehículos parados a mi izquierda esperando poder librarlos y para no golpearla directamente sobre el centro de su carro, o sea, sobre ella. Derrapé como unos 10 metros y la impacté a unos 80 Km/hora a la altura de la llanta delantera izquierda, escuché el golpe y lo siguiente que vi fue el gran poste
metálico que sostiene los letreros de la carretera viniendo directo hacia mí. Ya no pensé en nada, solo reaccioné, me apalanqué del volante escuché y sentí otro golpe en la parte inferior izquierda de mi carro, enseguida éste comenzó a levantarse y el gran poste metálico recibió el tercer impacto con la esquina delantera izquierda de mi Durango. Acto seguido se detuvo y se recostó sobre su lado derecho. Quedé sostenido por el cinturón de seguridad a un metro aproximadamente del suelo (bueno de la parte interior de la puerta derecha). Todo esto antes de que hubieran pasado, creo, 5 segundos. Comenzaron a llegar amigos que tienen sus oficinas y negocios frente al lugar del accidente. Me pude quitar el cinturón de seguridad y salí por mi propia ventana al costado izquierdo de carro. No me pasó absolutamente nada. Pregunté por los ocupantes del otro vehículo (un Nissan Sentra muy viejo) y supe en ese momento que era una muchacha y que aparentemente tampoco tenía ninguna lesión (cosa que comprobaron minutos después los paramédicos que acudieron al lugar del accidente y posteriormente en una clínica donde le sacaron radiografías). Mis amigos comenzaron a decirme que diera gracias a Dios porque no nos había pasado nada a ninguno de los dos, que lo material... como quiera.

Ella, no llevaba puesto el cinturón de seguridad y también, de milagro no llevaba ese día a su niño al cual, según supe después, regularmente trae parado en el asiento del copiloto……..claro, sin el cinturón ni nada.

Definitivamente "LA VIDA ES LO MEJOR QUE ME PUDO HABER PASADO....CON TODO Y SUS MALOS RATOS"....


San José del Cabo
Lunes 6 de septiembre de 2004
Hora: 11:55 p.m.

Ya en la Durango verde, conduje como pude, tosiendo….. a veces – cuando me acordaba – rumbo a la Clínica, a unas 20 cuadras de distancia, era medianoche.

Martes 7 de Septiembre de 2004
Hora 0:20 a.m.

Llego manejando (?) a la clínica por excelencia en San José del Cabo: "Médica Los Cabos", rumbo al centro del poblado, no sin antes toparme a una cuadra y media de ésta, con una patrulla de la policía municipal que iba a vuelta de rueda, en serio. Todavía pude analizar y me dije, si les toco el claxon me van a detener y en lo que les explico cual es mi prisa y me lo creen, ahí voy a quedar, así que Serenidad y Paciencia mi querido Zolín – dijo Kaliman. Dan vuelta a la izquierda en la esquina, siguen a vuelta de rueda, sigo a tras de ellos, se paran frente a la entrada de la clínica. Me paro atrás de ellos y como que se dan cuenta que ese era mi destino y se retiran.

Por fin, como puedo me bajo de mi camioneta, entro a la clínica, no había nadie en recepción, al fondo atendían en la única habitación de la clínica – luego supe - a un gringo que se había caído de una tabla de surfear ya entrado en copas.

Nadie se da cuenta que he entrado, doy vuelta hacia lo que resultó ser la sala de urgencias, me recibe un cuate vestido de blanco y le pregunto: Trabajas aquí? y me contesta: “Sí, está lloviendo afuera?” No, le digo, estoy sudando. Meses después me comentaría que cuando le conteste eso, pensó: “Viene infartado”.

Estoy a punto de desmayarme, me acuesta en una camilla en la sala de emergencias, me quita la camiseta. En eso llegó Luis, un enfermero chileno que ya conocía con anterioridad, pues ya llevaba yo 6 años viviendo en San José y “Medica Los Cabos” era obligado para cualquier cabeño, natural o importado, cuando se sufría un accidente ligero, a los niños les daba calentura, para inyecciones a deshoras, etc.

Me comienzan a poner los chupones para tomarme un "electro", yo ya no puedo abrir lo ojos y solo escucho que comentan: "Hay que llamar al Cardiólogo, viene infartado....."
Pienso: “Chín…….sí le atiné……”

Sala de Emergencias Clínica “Médica Los Cabos”
Hora 1:15 a.m.

Me hace reaccionar cuando les escucho decir: “Ya llegó el cardiólogo”… escucho que el Cardiólogo empuja con fuerza la puerta de la entrada a la sala – por donde se supone que yo debí de haber entrado en condiciones normales –

Ordena que muevan mi camilla de lugar y lo siguiente que escucho es:

"SE NOS VA",

¿A dónde?”. Aún logro medio pensar, “Si estoy a toda madre aquí”

Comienzo a sentir como mi cuerpo se convulsiona y que todo me da vueltas, no sé que pasa, no quiero pensar, sin embargo me doy cuenta que (aunque no lo creas) me estoy muriendo………… y soy presa del pánico y pienso dentro de mi: “ME ESTOY MURIENDO”!!!!..... ME ESTOY MURIENDO!!!

Pierdo conciencia de lo que está pasando en la camilla de emergencias, pero mantengo la conciencia al pasar al "Otro Lado" y me doy cuenta plena (sí PLENA) de que estoy muriendo, lo pienso (si lo PIENSO), lo analizo y comienzo a entusiasmarme con la idea de vivir (SI, VIVIR) esa experiencia que, como dijo alguien en su lecho de muerte, según leí alguna vez: “POR FIN LO SABRE TODO”

Después del trauma inicial al darme cuenta de la situación, al tercer me estoy muriendo, ya más tranquilo, me digo: “Órale, esto es morirse ……” y me siento totalmente en PAZ y sin ningún temor, absolutamente en PAZ.

Me doy cuenta de que:



  1. La muerte como nos lo han platicado y hecho creer, NO existe. De hecho la muerte NO existe, es solo un cambio hacia otra dimensión, otro mundo, como le quieran llamar.


  2. NO duele morirse. Puede doler tal vez el proceso, pero una vez terminado el trámite de “morir”, ya no hay sensaciones físicas, así que, “Que te puede doler?” NADA.


  3. La VIDA sigue, ya que es ETERNA, como una manifestación más de las cualidades que Dios comparte con nosotros….. sus HIJOS…..la Eternidad.

No recuerdo NADA, ni quién era, ni que había sido, ni que había tenido o dejado de tener: Familia, amigos, deudas, NADA….

Siento una PAZ TOTAL…..

Lo único que sé, es que debo dirigirme a buscar el Túnel donde veré una LUZ del otro lado, donde me encontraré con DIOS!!!

Comienzo a deslizarme en la NADA, sin ningún temor, sin que nada disturbe mi estado de PAZ.

En eso, mientras me deslizo en la NADA, de la NADA surge una pieza de madera de unos 2.00 x 3.00 metros, colgada de la NADA y formando un tablero de cientos de cuadritos de triply muy usado, como de 15 x 15 cm, que se mueven solos, acomodándose al azar, como un mecano.

En eso estoy, observando esa pieza y los cuadritos que se mueven, tratando de encontrarle significado. De pronto me acuerdo de mi hijo NICOLAS, (quién en esos días tenía apenas 2 años y un mes. Al tiempo que recuerdo a Nicolás, reacciono y le digo a DIOS (del cuál no había tenido tiempo de acordarme hasta ese momento, solo cuando pensé que lo vería del otro lado del túnel): "Señor, Nicolás me necesita aún, échame la mano...." comienzo a rezar (mentalmente, claro, no había nada más)……

…….y "al instante" siento que estoy entrando de nuevo a mi cuerpo, me doy cuenta que mi cuerpo quiere toser y yo no lo puedo hacer toser y pienso textualmente: “Chingue a su madre, solo falta que crean que estoy muerto y me hagan la autopsia ahorita…..”

Finalmente y con mucho esfuerzo logro hacer toser a mi cuerpo y escucho: "Está reaccionando"…….. pienso (en serio): “Piuuuuuuuuuuuuu…….ya la libré”

En mi "viaje" habían trascurrido escasos 60 ó 70 segundos……….

En la Tierra, en la camilla de urgencias había pasado alrededor de una hora, un paro cardíaco, el cardiólogo pide los desfibriladores, se los traen….. no funcionan, pero, que creen? En ese pequeño lugar del mundo, en esa pequeña clínica, ……tenían otro equipo desfibrilador….qué…… sí funcionó…… un electroshock con 250 volts, NADA, segundo electroshock 300 volts, TRÁSSS, brinca mi cuerpo – yo ni en cuenta, estaba en el otro mundo, mi corazón comienza a latir de nuevo: "muerte súbita abortada",  le llaman los cardiólogos. Lanzo un vómito tipo exorcista – eso me lo platicaron al día siguiente -, más oxígeno.....5 minutos latiendo,….. otro paro, otro electroshock y la segunda "muerte súbita abortada".....regreso....por otros 5 minutos, otro paro, otro electroshock y la tercera "muerte súbita abortada" ……




La inyección

Al inicio de esta narración expreso lo que para algunos de ustedes puede parecer una herejía, “Favorito de Dios…..” “Pinche Pancho, ahora sí no se midió…”

Voy a recapitular, anoten:



  1. Nací en un barco durante un Norte en el Gofo de México. Mi padre, de nombre Eleuterio quería que me pusieran AMADO ELEUTERIO, mi mamá, pensando en que en el futuro no la fuera a ahorcar yo, se acordó que mi abuela paterna se llamaba Pancha y me puso: Francisco Eleuterio





  1. Después de casi 54 años de hacer tarugadas no había muerto aún, ni por accidente (apenas mes y medio antes había ocurrido el accidente arriba descrito), ni asesinado, ni siquiera había yo contraído alguna enfermedad grave – Gracias a Dios – bueno, la más grave fue como a los 22 años, cosas de hombres…..en Guadalajara, en el changarro de doña Rosa Murillo….bueno, algunos de ustedes comprenderán, nada que una buena dosis de penicilina no quitara…………..


  1. Tengo seis hijos hermosos y maravillosos:

Fr                      Francisco,  Maria Emilia, Carlos Alberto






  1. Tengo un hermano y dos hermanas increíbles.

Jorge Enrique
María Blanca Rosa
Laura Elena







  1. En la clínica había un equipo extra de desfibriladores…..



  1. Y algo sensacional…………….. hacía apenas unos 4 meses que los laboratorios que producen un medicamento que al ser inyectado en un paciente infartado permite que las arterias de expandan y la sangre pueda seguir fluyendo y que tenía un precio esa noche de $15,000.00 Pesos, habían decidido dejárselo a la Clínica a “Consignación”, es decir: si lo vendes, me lo pagas, si no lo vendes y caduca, lo recojo y te doy una nueva ampolleta..…….

Las siguientes demostraciones de mi dicho de ser uno de los “Favoritos de Dios” – cosa que tú también puedes elegir ser, todo es cuestión de actitud – vendrían poco después y hasta la fecha, gracias a Dios.

Después de que alguien dijo “Está reaccionando”, mi mujer se acercó a la camilla
(había sido llamada poco después de que yo llegara y llegó poco después de que había pasado la función. Nicolás dormía en un sofá dentro de la sala de urgencias).

Me pregunta: “Cual es el celular de Rodea”? Un Arquitecto amigo nuestro y que trabajamos juntos en varias obras. Le di el número de memoria, ella le marcó para que viniera a apoyarla, estaba en shock, me había visto tirado en la camilla, muerto, tuvo que autorizar que me pusieran la ampolleta que costaba $14,000.00 Pesos (supongo que pensó: Si se muere, a ver quien la paga y si se salva, que consiga para pagarla……afortunadamente sucedió lo segundo y conté con el respaldo de familiares y amigos para pagar los primeros gastos, los de la “Resurrección”.

Insisto: YO NO PERDÍ LA CONCIENCIA EN NINGÚN MOMENTO, ni de salida ni de entrada, aunque algunos de los que han oído mi historia comienzan a cuestionar: “si tuviste un paro…entonces no había sangre en tu cerebro, debiste de haber alucinado”, joder, porque habría de tomarme el tiempo para inventar una mentira de éste tamaño? EL único que murió y revivió esa experiencia fui Yo, pero bueno, siempre hay gente escéptica…….

Medio me incorporo en la camilla, les digo que tengo ganas de deponer (vomitar, pues), me traen un higadito de aluminio (tipo escupidera) y vuelvo a vaciar lo que quedaba en mi estómago de nuevo tipo “exorcista” hasta unos 3 metros de distancia – la vez anterior, cuando estaba en el trance, les juro que YO no estaba presente…..

Me limpian, me ponen una bata limpia y me quedo dormido……..

Hora: 7:00 a.m.

Abro los ojos y veo a Luis, el chileno, limpiando algunas cosas, sigo en la misma camilla…..”Que fue lo que pasó Luis?” le pregunto…..

Que no pasó, me responde” y me cuenta lo que sucedió aquí en la sala de emergencias mientras yo estaba teniendo mi viaje al Más Allá.

Hora: 8:00 a.m.

Llega el Dr. Cerda y me dice que me tomarán unas placas, me llevan caminando hasta el cuarto donde las toman y de ahí me conducen al único cuarto con que cuenta la Clínica…….el gringo de la surfeada ya se había marchado.

Durante los siguientes 5 días me visitaron mis amigos, mi hermana Laura llegó de La Paz, mi hija María Emilia y su mamá viajaron desde Ensenada.

Conocí finalmente al Dr. Velderrain, el cardiólogo quien, junto con Dios (eso creí hasta meses después), me regreso a éste mundo.

Sábado 11 de Septiembre de 2004
Hora: 12:00 p.m.

Fui dado de alta de la clínica y agradezco a los paramédicos, enfermeros y enfermeras que me atendieron, al Dr. Velderrain (Tipazo de Los Mochis), a mi buen amigo y director de la clínica, el Dr. Cerda y a todos mis amigos que, enterados, estuvieron a verme, llamaron o dejaron algún recado.

Domingo 12 de Septiembre de 2004
Hora: 8:00 p.m.

GRACIAS A DIOS comienzo a escribir este relato (en su versión corta) desde mi departamento (tu casa) antes de irme a dormir y descansar.

Pensé: “Dios aún me quiere por aquí y sí, creo que Nicolás aún me necesita al igual que mis demás hijos: Francisco, Maria Emilia, Carlos y Alberto”.

Otro buen amigo me dijo, “no seas presumido, lo que pasa es que ni en el infierno te quieren”. Debo aclarar que no creo que exista el infierno, Dios que TODO lo creó, no creo que se le haya ido ese detalle de inventarse un enemigo de su pelo, pero MALO, MALO, MALO……..

El Dr. Cerda me había recomendado en los días que estuve en la clínica, que buscara la forma de una intervención lo más rápido posible, un “Cateterismo” para determinar si me pueden hacer una “Angioplastia” o me tienen que operar “a corazón abierto” (GULP!!!).

Como llegué al Hospital Nacional de Nutrición SALVADOR SUBIRÁN, perteneciente a la SSA (Mis respetos para éste hospital, sus instalaciones de primer mundo y sus médicos y enfermeras) solo 15 días después - a fines de Septiembre de 2004 - para ser aceptado, encamado en el área destinada a altos funcionarios del gobierno mexicano, ser revisado, cateterizado y angioplasteado?

FÁCIL…..siendo “de Los Favoritos de Dios”……. Si no, como pues?

Septiembre 30, de 2004

El Cardiólogo que me iba a operar me dijo que revisando las placas y la tomografía que me habían efectuado, un tercio de la parte baja de mi corazón estaba necrosada (muerta), pero que parecía que quedaban células medio vivas que requerían de irrigación de sangre para recuperarse. Que para ello, si la angioplastia era realizable, necesitaría colocarme dos stents para abrir la arteria coronaria derecha y recuperar el flujo de sangre y evitar la posibilidad de un nuevo infarto por la obstrucción en esas zonas.

El esposo de mi sobrina Blanca, hija de mi hermana del mismo nombre, es medico cirujano cardiovascular, me había sugerido por teléfono, desde Tijuana, que solicitara que me pusieran stents de la última generación, unos que vienen recubiertos de algo así como “Teflón” y con eso evitaría que en el corto plazo me tuvieran que volver a intervenir porque se me habían tapado ahora los stents.

El vendedor de los “stents”, un clásico y joven vendedor con maletín y toda la cosa, se apersonó en mi cuarto y me comentó que los “stents” con teflón, de importación, lógicamente, hechos en Europa, costaban, ya con el descuento $32,000.00 Pesos cada uno.

El total, casaba más o menos con lo que mi precaria economía me permitía, ya que había logrado juntar algo así como $100,000.00 Pesos, a través de la venta de BONOS DE GUERRA entre mis amigos de Tijuana, Guadalajara, La Paz y Los Cabos y ya después de haber pagado cerca de otros $100,000.00 Pesos en Médica Los Cabos,


Octubre 1 de 2004

Me llevan a la sala donde se llevan a cabo los procedimientos de cateterismo y en su caso, angioplastias, me colocan en una tablita del ancho de la cuarta parte de mi espalda, con los brazos extendidos al aire y comienza la prueba para checar la gravedad de los taponamientos y si es posible resolverlo con unos stents (resortitos como de bolígrafo) y si no, pues suspender el proceso y programar para otro día una cirugía de “corazón a pecho abierto” para realizar unos bypaces con pedazos de arteria de mi pierna.

Al concluir el cateterismo – te introducen un catéter por la ingle a través de la vena femoral hasta llegar al corazón, todo guiado por medio de cámaras de rayos X que le indican en un monito al médico, por donde anda. Una vez que llega al sitio deseado, por medio del catéter inyecta una sustancia que es contrastante a los rayos X. El doctor, que durante el proceso había estado cotorreando con dos jóvenes médicos que estaban cursando ahí una especialidad en cardiología (el Hospital opera también como escuela) y les había dicho – debo hacer notar qué éste tipo de intervenciones se hacen “en vivo y a todo color”. La única parte que recibe anestesia local, es la zona de la ingle donde hacen la incisión para introducir el catéter hasta la vena femoral, a la cual también le hacen otra incisión para que pueda alojar el catéter.

Les dice el doctor: “El señor no fuma, no toma, no tiene triglicéridos, no tiene azúcar, no es hipertenso y mírenlo….”

A lo cual le contesto: “OK Doc, pero dejen que salga de aquí y verán el desmadre de vida que voy a llevar”.

Finalmente el Doctor me comenta que parece que si se puede llevar a cabo la angioplastia, solo hay un detalle, en lugar de dos, necesita colocarme tres stents, pues apareció otro tapón en la arteria frontal transversal. En la madre dije y de donde saco los otros $32,000.00 Pesos para ese tercer “stent”?

El Doc me dice, “si quieres, ese tercero te lo pongo de los de $14,000.00”, le pregunto por el vendedor y, aunque tampoco me lo vayas a creer, el chavo sale de un privado desde donde estaba la enfermera que cumplía las indicaciones del cardiólogo, con su maletín y le digo: “Oye, yo soy contratista y se que en volumen me debes de dar mejor precio” (se imaginan algo más surrealista?) a lo que me contesta que “ya me había dado el máximo descuento que a empresa le permitía dar, en virtud de ser un hospital de la Secretaría de Salubridad”.

Le dije al Doctor: “Doc, pónmelo de los “buenos” ya veré quien lo paga…… y así fue como sucedió y me pusieron mis tres cariñosos resortitos, cada uno de los cuales fueron introducidos e inflados (para abrirlos dentro de la artería) de acuerdo a la cantidad de atmósferas que el médico le indicaba según observaba en la pantalla del monitor de rayos X, indicaciones que el doctor le daba a su asistente que se encontraba atrás de un vidrio, en el privadito de control.

Me subieron a piso……

Octubre 2 de 2004

Dormí (dormí?) toda la noche con un saquito de arena sobre la herida de la ingle para que no se abriera y me desangrara, se supone que no me debía mover, como?

Pasé todo el día acostado sin poderme mover y con el saquito de arena entre la ingle y los “destos”.

Octubre 3 de 2004
Comencé a dar mis primeros pasos postoperatorios. Ya volábamos Cinthia y yo a la cafetería del Hospital-Escuela, parecía que al dís siguiente nos podríamos ir de ahí.

Esa tarde, rondando por la cafetería de nuevo, me dio un fuerte dolor en el pecho, le dije a Cinthia: “Creo que me estoy infrtando otra vez”. Me encamaron, me canalizaron, me pusieron suero, el dolor seguía, me pusieron morfina, el dolor no cedió hasta unas horas después.

El médico de piso, un joven muy buena onda me dijo que se había comunicado con el cardiólogo y le había dicho que por la mañana me volverían a meter al quirófano

Localicé a mi hermano Jorge para decirle que parecía que me iban a volver a operar y que ocupaba su apoyo económico, me dijo que no me preocupara que yo pidiera……..

Después de una noche de pesadilla cuando ya casi me dan de alta, donde toda la noche estuve pensando en que vendrían por mí para volverme a intervenir, donde las enfermera entraban cada media hora a tomarme los signos vitales, por fin amaneció y…….no venían por mí. Cada que entraba una enfermera brincaba porque pensaba que ahora sí eran los de la camilla para llevarme de nuevo a la sala de operaciones…..

Y nos dieron las 8 y las 9 y las 10 y por fin apareció el cardiólogo con los dos estudiantes atrás de él y me dice muy tranquilo: “No se preocupe, el dolor de un infarto no dura tanto tiempo y usted se estuvo quejando como tres horas. Se quedará éste día para observación y si no hay complicaciones mañana se va a su casa”

Por favor, nada de pan, nada de refrescos gaseosos, nada de grasas, nada de harinas, nada de azúcar, nada de nada” “

Comience caminando 20 minutos diarios, primero muy despacio y luego conforme pasen los días aumenta el tiempo y la velocidad”

Tiene que bajar al menos 10 Kilos de peso”

No deje de tomar el Febrix por el resto de su vida” y….

Que sea muy feliz”

Habrase visto a alguien más “Caradura, Ché……..?

Salimos al día siguiente del hospital (Octubre 5 de 2004), no sin antes solicitar una ayuda extraordinaria a mi buen amigo Juan Marull para pagar el hospital, que fue los más barato del mundo y que me dejaran salir.

Al día siguiente regresamos a Los Cabos con mis medallas de “Héroe de Guerra” y un chingo de deudas, pero……………seguía vivo y mientras haya VIDA hay ESPERANZA y TODO PUEDE SUCEDER.

Disculpa si te distraje un poco de algo importante que estuvieras haciendo, pero, en verdad.....quise compartir contigo de nuevo ésta experiencia.

Dios nos bendice a todos.



Francisco E. Septién P.
Nacido por primera vez a esta vida en un barco el 13 de octubre de 1950 (Golfo de México, barco, etc.) por segunda vez, julio 24 de 2004 KM 3 Carretera transpeninular, accidente vehicular, se me atraviesa una chava que no hizo el alto y me estrello contra un poste del camellón central de la carretera Transpeninsular que une a San Lucas con San José por tercera, cuarta y quinta vez – “No hay quinto malo” el 7 de septiembre de 2004. Clínica “Médica Los Cabos”, San José del Cabo, Baja California Sur, entre la 1:30 y las 4:00 de la mañana.

¨Bendito el que viene en el Nombre del Señor.......TÚ¨
"Cuando el Alumno está listo.... aparece el Maestro..."
"Todos somos Alumnos y todos somos Maestros...."

HEY, HEY, HEY…….momentito!!!!

La historia continúa…….

En mayo de 2005, a dos meses de que Nicolás cumpliera 3 años y después de comer, Cinthia se fue a trabajar y yo me pasé a la computadora (mi vicio). En eso estaba cuando entra Nicolás y como siempre, se quiere subir a mis piernas a ver que estoy haciendo.

La muchacha que lo cuidaba en aquel entonces (Erasta) le dice: ¨Vente para acá Nicolás, tu papá está trabajando¨ ……. Nicolás, como siempre, empieza a hacer su ¨tango¨ y entonces yo le digo a Erasta: ¨Déjalo, lo tengo muy chiqueado y me quiere mucho¨ y dirigiéndome a Nicolás le digo: ¨¿Verdad Papi?¨ a lo que Nico contesta con un muy, pero muy chiqueado: ¨Siiii…¨ (la verdad es que a esa edad y desde antes, ya hablaba perfectamente).

Lo monto en mi pierna izquierda y le pregunto: ¿Hasta donde me quieres?¨
Y él, poniendo su mano izquierda sobre mi frente me dice: ¨Hasta aquí ….¨

Entonces la pregunta obligada: ¨¿Y porqué hasta ahí y no hasta el Cielo?¨

A lo que él responde: ¨NO, porque cuando tu te vas al Cielo, yo tengo que ir por ti” y , acto seguido, utilizando su mano derecha primero y la izquierda después indicando como sacó sus alas, me dice: ¨Me saco mis alitas¨ y levantó sus brazos hacia el cielo y dijo, al tiempo que los bajaba…¨voy y te traigo….¨

Ya sabrán el impacto de lo que estaba yo escuchando y viendo tuvo sobre mí - casi me da otro infarto – no podía yo creer lo que estaba oyendo.

Y yo, que como leyeron en la primera parte de esta historia totalmente verdadera, pensé durante mi viaje al más allá ( o ECM Experiencia Cercana a la Muerte le llaman así… los que no se han muerto) creí que había sido yo quien de repente se acordó de Nicolás y le dijo a Dios: ¨Señor, Nicolás me necesita…..¨ que equivocado estaba…..

Para rematar y mientras yo trataba de digerir lo que estaba escuchando, Nicolás me dice: ¨Porque cuando tú te vas al Cielo, te vuelves humo y el viento te lleva…..¨

Unos meses después, me atreví a hacerle la siguiente pregunta que quedó flotando en mi sorprendida cabeza:

¨Nicolás, ¿Te acuerdas cuando fuiste por mí al cielo?....Sí, me dijo muy seguro. ¿Qué viste? Le pregunté ….. ¨Ángeles…..¿Que más? ……a Santa!!! ¿Y…. viste a Dios?..Sí! …fue de nuevo su respuesta rápida y segura. ¿Y qué….le dijiste que si te dejaba a tu papá por un tiempo más contigo? Sí, dijo él de nuevo….y ¿Qué te dijo?....Que sí!!!! Fue su respuesta final…. como si tal………como dicen los fiscales: No más preguntas….

Todavía, cuando tengo oportunidad de platicar con los amigos mi experiencia ¨Cardíaca¨ se me pone la carne de gallina y agradezco a Nicolás y a Dios. Al primero por haberse conectado conmigo a nivel espiritual mientras dormía en el sillón de la Clínica a donde había llegado dormido con su mamá después de que a ésta le llamaron para avisarle que estaba yo ahí infartado y segundo (con el perdón de Él mismo) a Dios por haberle concedido a uno de sus pequeños ángeles la oportunidad de compartir por un tiempo más al lado de su padre terrenal ésta experiencia de vida que a todos nos ofrece como un Presente.

No profeso ninguna religión en la actualidad ni pertenezco a ninguna Iglesia, ni nada por el estilo. Creo en Dios y solo deseo compartir contigo, mi amigo o amiga, algo extraordinario que me ha sucedido, aparte de la ya de por sí extraordinaria fortuna de poder disfrutar del regalo divino de la vida y en ese trayecto también haber tenido la suerte de hacer contacto contigo….. y como dice la canción:

¨Tantos mundos, tanto tiempo y tanto espacio……..y coincidir¨

Tu amigo

Francisco
Noviembre 19 de 2005, Los Cabos, Baja California Sur, México, Planeta Tierra

Notas adicionales:



  1. Subí 10 Kilos de peso



  1. Como pan como contratado



  1. Como camarones, mismos que antes rechazaba



  1. Tomo Cocas Light como para concurso, que quieren? En Los Cabos y en La Paz suele hacer calor



  1. No camino, corro, ni hago ningún ejercicio adicional que no resulte necesario



  1. No tomo ningún medicamento para el corazón, ni siquiera aspirina infantil



  1. No me tomo la presión jamás



  1. Y lo mejor: Vivo feliz dando gracias a Dios cada día que amanezco, por la VIDA, por mis hijos, las mamás de mis hijos, mis hermanos, mis amigos y sin preocuparme de que me vaya a morir, algún día volverá a suceder, denlo por sentado y en ese momento, primero Dios, continuaré la aventura que quedó pendiente la madrugada del 7 de Septiembre de 2004.



  1. En mayo de 2006,a Cinthia le entró la calentura de tener otro hijo y yo le dije como dijo el Polo-Polo cuando narró aquella famosa carrera de caballos: “Usteeeeeeeeeedddd, tráigame el animal y yo aquí se lo ensillo”



  1. Nueve meses después, el 26 de Febrero de 2007, en La Paz, nació Matías, pelirrojo, hermoso. Otro Ángel que me mandó Dios para cuidarme y hacerme más feliz aún.



  1. Adivinan quien era el Pediatra que lo recibió?

Correcto….El mismo médico que me recibió a mí en la Clínica Médica Los Cabos la madrugada del 7 de Septiembre de 2004, cuando llegué infartado.

Curioso verdad?


Dime: “Aún dudas de que sea Yo uno de los “Favoritos de Dios”?.

Noviembre 7 de 2009.

Gracias por tomarte el tiempo de leerlo.

Francisco Eleuterio Septién Prado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si seas alguien que yo conoci hace muchisisisismos años, en Guadalajara, pero lei tu relato y me llamo mucho la atencion. Yo tambien, como tu, soy una consentida de Dios.
Lo que no entendi muy bien, fue lo de los hijos. Dices "seis", pones el nombre solo de 3 y luego pones el nombre de otros 4. Te voy a releer para ver si capto todo mejor.

Francisco Septién dijo...

Para ANÓNIMO: Es muy probable que sea el mismo que conociste en Guadalajara, allá estudié la Prepa y la Carrera de Ingenieria Civil en la U de G. Viví en esa hermosa ciudad de 1965 a 1974. Mi correo personal es:

Francisco_septien@yahoo.com

Comunícate para me gustaría ampliar el comentarios sobre mis seis hijos.

Saludos y Feliz 2011

Francisco E. Septién P.

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