No se les hizo ser mexicanos

El Universal: Noticias de México y el Mundo.
México D.F., a 7 de diciembre de 2011 | 11:12 PM

 
 
El caso Saadi Gaddafi: México en la agenda de riesgo global
07-diciembre-2011


La cuestión es que entre una cosa y otra, México figura cada vez más en la agenda de los planes y complots internacionales. Ese es el problema. Por el lado del riesgo real y por el lado del uso discursivo que se le pretende dar a ese riesgo. Intento acá abordar algunos de los ángulos de éste, el más reciente de los casos de la aparición del nombre de nuestro país en este tipo de situaciones.

Primer tema: las circunstancias de Saadi Gaddafi. En este momento, el hijo de Gaddafi, conocido por su fama de futbolista y negocios por Europa empleando el nombre y recursos de su familia, pero también conocido como el último símbolo que le quedaría al antiguo régimen para presentar algún grado de resistencia a los rebeldes libios que derrocaron a su padre, se encuentra en Níger desde el 11 de septiembre de este año. Es dudosa la capacidad operativa de este personaje pues no se trata de Seif Al Islam o alguien que estuviese en su momento en posiciones estratégicas de mando. Sin embargo, tampoco debería subestimarse el hecho de que la dictadura de Gaddafi dejó un importante número de seguidores que hoy permanecen silenciosos debido a su nuevo entorno.

El gobierno de Níger ha mencionado razones humanitarias para acoger y resguardar a Saadi así como a otros miembros de la familia del ex dictador libio. Sin embargo, es de sobra conocido que existe una enorme presión internacional en contra de que se le brinde asilo a quien puede haber sido culpable de crímenes y por lo tanto Níger no representa, por supuesto, el refugio más seguro al que esta familia pudiese acceder. En ese sentido, cabe la posibilidad de que efectivamente, Saadi Gaddafi estuviese buscando algún resguardo fuera del continente africano. De hecho, el refugio al que el plan desmantelado alude no sería un asilo político, sino un escondite. En otras palabras el hijo del coronel buscaba ocultarse para evitar ser perseguido o capturado.

Sin embargo, hay un siguiente tema, las fechas. De acuerdo con los reportes, el plan habría sido descubierto por las autoridades mexicanas desde el 6 de septiembre. Saadi Gaddafi entra a Níger el 11 de septiembre. Esto indicaría quizás, que el hijo del extinto coronel habría estado ubicando sus posibilidades desde antes de haber ingresado a Níger y que sólo llega a este país una vez que detecta que no tiene opción de irse al lugar que originalmente buscaba (¿México?).

Por otro lado, el plan no es revelado sino hasta hoy, 7 de diciembre, y esto se hace horas después de que el diario canadiense National Post publica una nota que hablaba acerca del tema. Una posibilidad sin duda es que las autoridades mexicanas esperaron para que las investigaciones avanzaran a manera de presentar, como se termina haciendo, la imagen de una eficacia casi impecable de nuestros servicios de inteligencia y nuestra capacidad de desmantelar este tipo de confabulaciones. ¿Por qué? Eso nos lleva al tercer tema:

México está siendo cada vez más nombrado dentro de una serie de planes y complots internacionales que incluyen recursos, redes y criminales internacionales. Esto ha sido abordado en este blog ya en diversas ocasiones, pero lo resumo de la siguiente manera: Hay un sector dentro de Estados Unidos que está percibiendo un riesgo creciente en torno a lo que sucede en nuestro país, y necesita justificar la necesidad de un intervencionismo cada vez más activo en el interior de nuestras fronteras. De acuerdo con esta percepción, el gobierno mexicano no estaría siendo capaz de controlar con eficacia los movimientos criminales que suceden en territorio nacional ni la violencia que éstos conllevan. Por lo tanto, esta vulnerabilidad de nuestro “Estado Fallido” es percibida no solamente por actores al interior de nuestro país, quienes operan con impunidad y libertad, sino por actores internacionales, quienes podrían aprovecharse de estas condiciones para llevar a cabo ataques u operaciones ilícitas en contra de intereses estadounidenses.

Lo interesante es que esto, que es un riesgo latente, es transmitido y leído por un sector de la opinión pública y la política de EEUU no como riesgo sino como un hecho. En otras palabras, no todos pondrán el énfasis en el desmantelamiento del plan de introducir a Saadi Gaddafi en nuestro territorio, sino en el hecho de que éste hubiese elegido precisamente a México, comprendiendo que justamente acá existen circunstancias favorables para su entrada y refugio ilícito. En esa medida, independientemente de que el plan no se hubiese materializado, el tema se posiciona en la agenda, una vez más ubicando a México como un país de riesgo. Es por ello que debemos ser muy cuidadosos con el análisis: no podemos caer en el discurso que nos presenta como el terreno más fértil para las operaciones ilícitas internacionales, pero tampoco podemos dejar de detectar las amenazas en potencia cuando éstas existen. Estamos, en efecto, entre la espada y la pared. Y todos los buenos nos quieren salvar. Ese es el peligro.

¿Usted qué piensa?

Twitter: @maurimm