La historia en breve
Ciro Gómez Leyva
2009-09-25•Al Frente
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Hay mucho de estupidez en este teatro. Mucha desvergüenza.
¿Con qué cara viene el diputado del PRI y ex procurador del priista Estado de México, quizá la entidad más insegura del país, Alfonso Navarrete Prida, a renegarle en la tribuna al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, que es mala idea desaparecer las policías municipales? ¿Qué ejemplo pone en oposición: la policía de Chimalhuacán, la de Ixtapan de la Sal? Y luego lloriquea: “Si la policía es ineficaz, metamos al Ejército”. ¿A qué policía eficaz defendió? ¿A la de Los Reyes La Paz? Qué fácil es aventar piedras. Políticos que no se hacen cargo de sus biografías, no se hacen cargo de nada.
Y qué decir de la sombra de Porfirio Muñoz Ledo, que confunde San Lázaro con un mitin de López Obrador y pide que, a mano levantada, se vote la renuncia de García Luna. Obvio, hace el ridículo. Pensar que alguna vez fue genial.
O del machismo de la nueva diva del vodevil político, Gerardo Fernández Noroña, el que agredió a Ruth Zavaleta y el martes gritó que quien lo busca lo encuentra, y que ayer le dijo a García Luna que le decía en su cara que era un asesino. ¡Guau! Valiente Noroña con fuero. Supongo que, para mantener nivel, en la próxima comparecencia mostrará su pene y luego pedirá derecho de réplica.
O el panista Javier Corral, que echa mano de la senilidad de Miguel de la Madrid para tratar de ganar una discusión narcisista. O de los cacofónicos panistas, incapaces de ir más allá del tartamudeo de lugares comunes. O de Jaime Cárdenas, que le debe la curul a Juanito y le pregunta a García Luna, ¡oh!, si protege o ha protegido a Los Zetas o a los Beltrán Leyva. Brillante diputado.
Los criminales deben estar de plácemes con esta miseria.
gomezleyva@milenio.com
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