domingo, 19 de septiembre de 2010

YO SOY EL CUBANO QUE QUIERO SER : Pedro Luis Ferrer



Por Reinaldo Escobar 

-Propongo empezar por los planes actuales: Discos que graba
 y giras que organiza.
En primer lugar quiero agradecer a la revista Consenso por
> esta entrevista porque ningún periodista de los órganos
> oficiales se atreve a venir aquí a hacerme una entrevista
> como si uno padeciera de la peste o como si uno no
> existiera. Es estimulante ver que ustedes hayan decidido
> hacer otra cosa y no hayan aceptado sumisamente ese nivel de
> obediencia que se ve en el periodismo cubano de estos años
> y que lo hayan hecho con moderación, porque en la
> contención está la verdad, que no es nada en específico
> sino la aproximación a muchas pequeñas verdades.

> En estos momentos lo más importante desde el punto de
> vista profesional es que en unos días iniciaremos mi grupo
> y yo una gira que empieza por España para promocionar el CD
> Rústico que hicimos el año pasado y la entrega de mi nuevo
> disco que se llama Natural. Donde digo la gira debe
> entenderse que viajamos a España a organizar la gira, que
> de momento solo tenemos programado un concierto en la
> primera semana de octubre. 

> -¿El disco anterior es Lo mejor de Pedro Luís Ferrer?

> -No. Ese disco fue una selección que hizo en Cuba la
> empresa EGREM sin ni siquiera consultarme, por lo que yo no
> tengo nada que ver con eso. Son materiales de archivo de la
> EGREM, donde fui tratado como un artista ya fallecido.

> Estos dos que mencioné son una serie de cuatro discos
> contratados con la pequeña firma discográfica Ultra
> Record, que radica en Nueva York y que publicará estos
> discos en una colección que se llama Escondida. Allí
> habrá grabaciones mías ya conocidas y otras que hice
> especialmente para ellos. Los otros dos discos todavía no
> tienen nombre, pero serán titulados con el mismo estilo de
> los dos primeros con palabras que sean comprensibles lo
> mismo en español que en inglés.

> -¿Dónde ha producido estos discos?

> -Todos los he producido aquí en mi casa. Los entrego ya
> masterizados a la discográfica y solo queda reproducirlos y
> venderlos.

> -¿Han impuesto alguna condición?

> -No. La única sugerencia que me han hecho es cambiar el
> orden de alguna canción dentro del disco, pero ellos no
> interfieren en el orden creativo, además traducen todas las
> canciones.

> -¿Cómo está registrado usted administrativamente?

> -Formo parte de un centro de trabajo que se llama Centro
> Nacional de la Música Popular que heredó muchos de los
> artistas que estaban en la Agrupación de Conciertos. Para
> yo poder dedicarme profesionalmente a la música debo estar
> empadronado administrativamente en alguna empresa del
> Ministerio de Cultura. Ellos me pagan un salario de 500
> pesos moneda nacional mensualmente, lo que agradezco mucho
> porque con eso puedo pagar la electricidad. Realmente me
> considero un emigrante eventual, lo que significa que vivo
> en mi país, pero gano el dinero trabajando en el
> extranjero, si no, no podría ni comprar equipos y ni
> siquiera repararlos. Las cuerdas de guitarra tienen precios
> muy elevados, por reparar un micrófono profesional te
> cobran cien pesos convertibles, tengo amigos que me prestan
> los programas de computación para procesar la música, de
> lo contrario no podría comprarlos. Con el dinero que gano
> oficialmente como músico no podría hacer música, porque
> todo es carísimo. Por eso digo que todos estos años he
> estado en Cuba como un emigrante eventual, porque resuelvo
> la mayor parte de mi dinero fuera del país. Preferiría
> ganar ese dinero en Cuba, pero no se puede por muchas
> disposiciones o mejor dicho indisposiciones administrativas.
> Estoy aquí aceptando esa regla del juego, porque no se
> trata -como se piensa-, de que le gente se convierte en
> emigrantes económicos cuando se marchan para siempre de
> Cuba, sino que muchos también somos emigrantes económicos
> aun cuando vivimos en Cuba.

> -Cuando le pregunté sobre los planes actuales usted
> especificó los que son importantes desde el punto de vista
> profesional. ¿Hay algo que comentar desde el punto de vista
> personal?

> -Sí, aunque se vincula mucho con lo profesional. Tengo
> deseos de confrontar otro tipo de música, quiero
> experimentar otros asuntos, vivir otra realidad.

> -En Cuba tenemos la manía de etiquetearlo todo y la
> música no escapa a eso. Alguna gente le ubica bajo el
> concepto de la Nueva Trova , ¿Qué piensa de eso?

> -Para mí la Nueva Trova son Silvio Rodríguez, Pablo
> Milanés y Noel Nicola en una inter-influencia que hubo
> entre los tres. Después vino el fenómeno institucional.
> Sin dudas se trata de un movimiento estético que influyó y
> que aun influye en muchos creadores, tal y como pasó con la
> trova tradicional cubana y con José Antonio Méndez con el
> feeling. Lo malo es que en el afán de abarcar a la nueva
> trova como el punto de viraje de la cultura revolucionaria,
> se ha dejado de ver que dentro de ese movimiento ha habido
> otros, pero pasa que ni a los mismos trovadores se les
> ocurre preguntarse a ellos mismos qué son. 

> -Entonces en el caso suyo, ¿usted se ubica en una gaveta
> que tiene como rótulo "Pedro Luís Ferrer?

> -Yo soy un artista cubano, pero ni siquiera tengo un
> compromiso estético con el proceso de la cubanía. Esos son
> valores muy manipulados y hasta vilipendiados. Yo soy el
> cubano que quiero ser, siempre lo he dicho, y de la música
> cubana tengo derecho a decantar lo que me interesa y lo que
> no, y hay muchas cosas que no me interesan. Mi objetivo no
> es ser cubano porque considero que eso no es una virtud,
> sino un accidente. Es como ser bajito, o negro o rubio. Lo
> que pasa es que formo parte de un conglomerado donde
> aprendí a ser cubano y a que me gustara esto y lo otro. Yo
> también, en una época llegué a pensar, por ejemplo, que
> era una herejía que una orquesta cubana usara un
> instrumento de Brasil, pero eso era parte de la lógica
> nacionalista que le metieron a uno en la cabeza. Yo no me
> siento prisionero de nada, ni siquiera de lo que estoy
> haciendo ahora. Los nacionalismos y las tradiciones tienden
> a agotar a los pueblos. Los pueblos se cansan de sus
> tradiciones y se buscan otras, pero necesitan tenerlas en
> cuenta para entenderse. Si uno no maneja ciertos códigos no
> se entiende con la sociedad con la que, por unas razón u
> otra, se tienen determinados vínculos. 

> La tradición me interesa como un instrumento de
> comunicación. Pero algo que el pueblo no practica ni
> atiende eso ya no es una tradición. El danzón es el baile
> nacional cubano, pero en verdad ¿quién baila danzón en
> Cuba? Yo creo que hay una nacionalidad histórica y que este
> país ha sido muchas Cubas y seguirá siendo muchas Cubas en
> el futuro y hay cosas que son cubanas por razones
> históricas, porque lo fueron en un momento dado, porque el
> pueblo las atendió, las abrazó y las hizo suyas, pero solo
> forman parte de la vida real si se siguen usando, si tienen
> valor para las nuevas necesidades comunicativas.

> -Usted es un artista que se presenta poco ante el público.
> ¿A qué obedece eso?

> -Llevo dos años en Cuba sin salir de viaje y en ese tiempo
> he dado seis conciertos. La verdad es que en un momento
> perdí los deseos de presentarme en público a partir de que
> me quitaron de los medios oficiales: el teatro, la radio, la
> televisión. Un día a finales de los años 80, me citaron a
> una reunión y me explicaron que iba a estar un tiempo sin
> presentarme. Eso duró más o menos dos años y todo
> comenzó a raíz de un viaje que di a Perú donde dije cosas
> que no gustaron. Cuando regresé a Cuba me vincularon a
> grupos de defensa de los derechos humanos, se formó una
> atmósfera muy extraña alrededor de eso y finalmente me
> quitaron de todas partes. El grupo musical que yo tenía
> dejó de trabajar conmigo, entonces yo me fui para mi casa y
> empecé otro camino que consistió en tocar en las casas de
> los amigos y en hacer mis propias grabaciones y a seguir un
> camino mucho más independiente. A mí sí me gusta tocar en
> público, a mí lo que no me gusta es no poder decir en
> público lo que yo creo que debo decir. Yo no le falto el
> respeto a nadie, lo que pasa es que aquí hay quien
> considera que es una falta de respeto defender otra idea. No
> he querido realizar presentaciones públicas despojadas de
> lo que yo pienso y no entiendo porque aquí hay personas que
> tienen toda la libertad para decir lo que piensan y otros no
> lo pueden decir. Cuando me dan un chance digo lo que pienso
> y hago los conciertos como los quiero hacer.

> -Después de ese ostracismo total que duró dos años, se
> comenzaron a transmitir algunas canciones suyas en la radio.
> ¿Pasó algo que motivara ese cambio de actitud oficial
> hacia usted?

> -No pasó nada en especial, lo que ocurrió fue que esos
> intermediarios que deciden que esta canción sí y esta
> canción no, empezaron a dar una imagen fragmentada de mí.
> Transmitían por ejemplo una canción mía que se llama Las
> Artilleras pero no ponían Marucha la jinetera, ponían La
> vaquita Pijirigua, pero nunca Ciento por ciento cubano. Esa
> es la época en que se proclamaba que la prensa y hasta el
> arte debían ser oficialistas. Yo le canté a las artilleras
> desde mi sensibilidad, y nunca he negado esa obra porque
> cuando la hice creía en la defensa de la revolución y en
> la incorporación de las mujeres a todas las tareas, pero
> paralelamente, en esa misma época ya aparecía el fenómeno
> del jineterismo y creía que era necesario hablar de eso
> también. Empezaba a tomar conciencia de cosas que pasaban y
> que habían pasado en Cuba, como el fenómeno de las UMAP, y
> la represión contra los homosexuales y contra los
> religiosos. En realidad yo había sido un ignorante de eso,
> pero empecé a ver cosas y me preguntaba cómo era posible
> que si mi padre era un revolucionario cabal, tenía que
> esconderse para creer en San Lázaro mientras un cualquiera
> exhibía una figurita de Lenin sobre su buró. Esas cosas me
> empezaron a chocar y yo comencé a reaccionar. Más que
> tener una idea clara de lo que pasaba me dije "aquí
> hay algo que no está funcionando bien y la Revolución no
> debe ser esto. Esto no puede estarse haciendo a nombre de la
> Revolución". Yo era un joven educado por un padre
> fidelista que ante cada cosa mala repetía "Fidel
> seguro que no sabe esto" o "Deja que Fidel se
> entere".

> Por eso yo empiezo a protestar a nombre de la Revolución y
> he criticado pero también he elogiado, lo que no puedo
> permitir es que un funcionario me imponga que tengo que
> hacer un arte oficialista, porque entonces en qué plano
> quedo yo cuando le canto a las artilleras. Yo no soy un
> oportunista cuando elogio, soy un tipo que canta en lo que
> cree, pero creo también en lo que canto cuando digo
> "él tiene delirio de amar varones y le gustan hombres
> fuertes y sanos y lo discriminan por ser así." Y me
> duele lo que pasa con el turismo y con el dinero y lo digo
> entre otras cosas para que Fidel se entere. Al final de este
> proceso agradezco mucho lo que me pasó porque comprendí
> muchas cosas, entre ellas que yo no solo he sido una
> víctima sino que también he sido victimario.

> -¿Cuándo ha sido victimario?

> -En muchos casos sin tener conocimiento ni información
> suficiente estaba apoyando y afirmando cosas que la vida me
> demostró que no eran así. Pero como dijo alguien una vez
> "Nadie sabe el pasado que le espera". Esta
> realidad la hemos construido todos juntos y es legítimo el
> derecho a deshacer lo que hicimos cuando entendemos que
> está mal.

> El hombre no es solamente un ente político sino un ser
> humano que se trasforma según sus aspiraciones espirituales
> y de bienestar. Hay quien pretende poner las verdades
> políticas por encima del ser humano, pero yo me niego a
> eso, yo creo que el ser humano está por encima de todo y no
> hay ninguna razón mayor que esa. 

> Todo lo que atente contra las libertades humanas, contra
> las posibilidades del hombre de expresarse en todos los
> sentidos de la vida: en la política, en la economía, la
> religión, el arte, en todo y ser feliz, todo lo que atente
> contra eso, para mí, no está bien.

> -Hábleme de su público ¿alguna vez se ha sentido
> distante de él?

> -He recibido sorpresas muy grandes con el público, como
> llegar un día a un lugar y ver que cientos de personas
> cantaban conmigo canciones que nunca se habían puesto en la
> radio ni en la televisión. Eso fue un aprendizaje enorme
> porque tomas conciencia de que la sociedad no es pasiva sino
> un ente activo. Hoy el desarrollo tecnológico del mundo
> hace posible que casi cualquier persona tenga acceso en su
> casa a un equipo que reproduce la música que cada uno
> selecciona y ya no hay que esperar por el disco que ponen en
> la radio. Mi tío me dijo una vez una cosa que fue una gran
> lección para mí y es que la radio y la televisión no son
> masivas por el alcance que tengan, sino especialmente por la
> masividad con que se atienda y si la radio o la televisión
> transmiten algo que yo no quiero atender, simplemente no lo
> oigo. Hay quien piensa que porque la radio esté
> transmitiendo todo el mundo la está oyendo. Descubrí que
> si una persona le pide a otra que oiga una canción porque
> en ella se expresa lo que él tiene necesidad de escuchar,
> se va creando un consenso alrededor de eso que funciona de
> persona a persona. Eso da cumplimiento a una máxima
> asiática que dice que el artista es el trueno y el pueblo
> es el viento. La lección es que tú no me puedes prohibir.
> Tú me podrás prohibir en la radio, pero a mí no. Yo tengo
> la capacidad de hacer música y hay muchos medios de hacerla
> llegar a las personas. Tendrían que editar una ley que
> prohíba escuchar mis canciones. 

> -Pero lo cierto es que si bien todo el mundo lo conoce en
> Cuba, no todo el mundo puede escucharlo.

> -Es cierto que los sectores que escuchan mis canciones son
> más reducidos pero también es cierto lo que decía Arnold
> Hauser que el arte no le da respuestas a quien no le hace
> preguntas. Hace unos días, cuando hacía las gestiones para
> mi viaje en el Ministerio de Cultura tropecé en un pasillo
> con un funcionario que me dijo. "Oye, ya no estás
> cantando" a lo que yo le respondí: "Sí, lo que
> pasa es que tú no me estás oyendo"

> -Hay que decir que la censura suele tener muchos canales
> para ejercerse y también diferentes gradaciones ¿Hasta
> donde se ha llegado con usted? ¿Se han limitado a prohibir
> algunas canciones suyas en la radio, o también ha recibido
> presiones o amenazas de otro tipo?

> -Yo diría, para ser más precisos, que en Cuba la censura
> no existe ni falta que le hace. Nosotros vivimos en una
> sociedad que está diseñada por el estado con un estilo
> totalitario y como se sabe el totalitarismo también es
> diverso. Lo que mata no es el plomo, sino la velocidad, la
> fuerza con la que llega a uno. Y es con esa fuerza o con esa
> intensidad con la que puede hacer daño cualquier tipo de
> diseño totalitario. Lo digo sin intención de faltarle el
> respeto a nadie: vivimos en una sociedad totalitaria con una
> concepción caudillista del estado que no ha permitido que
> las instituciones se desarrollen. Aquí no solamente ha
> habido una lucha con el imperialismo yanqui, ha habido
> también una lucha entre el caudillismo y la tentativa de
> crear un estado institucionalizado y diverso. Por eso la
> censura no hace falta y por eso creo que a mí en particular
> no me han hecho nada. Eso está diseñado para todo el
> mundo. No pueden decirse determinadas cosas y no se dice y
> punto. Eso está establecido en todas partes así, no es un
> problema conmigo, no es nada personal en contra mía. Es
> parte de un diseño totalitario que tiene su propia
> velocidad, como tuvo su propia velocidad el fascismo con
> Mussolini o el nazismo con Hitler o el totalitarismo
> comunista con Stalin. Unos se mueven más a la derecha o
> más a la izquierda.

> El asunto es que nosotros nos insertamos dentro del diseño
> totalitario del estado que de alguna manera se entronca con
> algunas experiencias anteriores por la sencilla razón de
> que niega la diversidad política. En ese medio el
> caudillismo está en su propia salsa pues todos estos
> diseños han incluido siempre dosis enormes de caudillismo.
> Caudillismo que entraña al caudillo y a los caudillistas.
> Nuestra política nace de la cultura que tenemos. A nosotros
> nos gusta mucho ser cubanos y decir que somos
> divertidísimos y que somos una maravilla en la cama, que
> los frijoles negros como los preparamos nosotros es la mejor
> comida del mundo y tenemos la mejor música y las mujeres
> más lindas, pero no hablamos de nuestros defectos ni de
> nuestros problemas históricos, de las cosas que
> arrastramos, de las cosas que debemos superar como cultura
> para poder tener una política diferente. No puede haber
> caudillismo sin caudillistas y la censura está entronizada
> en el diseño mismo del estado. Hay funcionaros que han
> querido que yo me presente ante el público, pero ellos no
> tienen la libertad de tomar esa decisión. Uno de los
> resultados de este entramado que mucho más allá de la
> censura es que todo esto que yo estoy diciendo aquí puede
> ser catalogado fácilmente como un acto de disidencia, pero
> al disidente lo creó el totalitarismo. ¿Quienes son los
> disidentes de Estados Unidos o de Holanda o de Suiza?

> -A usted todo el mundo lo conoce como cantante y compositor
> ¿Por qué el poeta Pedro Luís Ferrer no publica su obra?

> -En realidad he publicado mi poesía en los mismos espacios
> donde canto mis canciones. Quizás algún día aparezca
> alguien que quiera imprimir en un libro esa poesía, como
> apareció ahora alguien que quiso reproducir los discos con
> mis canciones. De hecho si comparamos hay más textos que
> música en lo que hago, incluyendo algunos que fueron
> concebidos para canciones que a lo mejor se quedan sin
> música para siempre, pero que fueron hechos con una
> estructura y con un lenguaje que funcionan en la
> transmisión oral, que es muy diferente a lo que se escribe
> para ser leído. He elegido los octosílabos porque, por una
> razón que habrá que estudiar algún día, aquí los
> octosílabos son muy eficaces para la comunicación, quizás
> por una estructura mental de la sociedad.

> Aquí funciona una manera de comunicarse con la gente a
> través de ese lenguaje rimado donde puede haber poesía o
> no, pues no es lo mismo poesía que rima. Recuerdo que una
> vez que le mostré a mi tío Raúl Ferrer unas décimas que
> había trabajado mucho para que reconociere finalmente que
> yo sabía hacerlas -pues él era muy exigente- me dijo:
> "Ya sabes hacer décimas, ahora tienes que aprender a
> hacer poesía con ellas".

> -¿Ha incursionado en otros géneros?

> -Si, un poco. He escrito algunos cuentos y hasta una
> novela, pero me falta el tiempo. Yo vivo de la música y eso
> me absorbe mucho tiempo. Para la literatura hay que sentarse
> a escribir todos los días. Me pasa una cosa muy curiosa,
> cuando le dedico tiempo a la narrativa no quiero saber nada
> de la poesía. A veces tengo muchos deseos de llevar a
> término un proyecto literario pero me doy cuenta que es
> como un abismo y tengo que mirar a otro lado. La narrativa
> es un instrumento muy tentador y lamentablemente no puedo
> dedicarme a ella pues perdería la fuente de sustento que
> tengo que es la música. Tengo que componer ensayar y
> grabar, y no hay tiempo para otra cosa. Quizás algún día
> encuentre sosiego para eso.

> -Hábleme un poco de su formación como artista.

> Yo nací en Yaguajay en el año 1952. La primera décima
> que me aprendí fue una que le hizo mi padre a mi madre. Mi
> tío, el poeta Raúl Ferrer era un espíritu permanente en
> mi niñez, aunque el vivía en La Habana, allá en mi pueblo
> todos nos sabíamos sus poemas y los recitábamos en
> cualquier ocasión. También estaba mi tío Rafael que era
> compositor, y muy bueno por cierto, con él aprendí las
> primeras anotaciones musicales y con la orquesta municipal
> donde hice un curso de solfeo rezado, luego a los 11 años,
> ya en La Habana, me reuní con tocadores de tango y gente
> que sabía tocar la guitarra, pero empecé muy tarde mi
> formación artística.

> -Pero en las evaluaciones artísticas que hacen las
> instituciones oficiales se exigen ciertos documentos,
> certificados con muchos cuños y firmas.

> -Debo ser un milagro de la naturaleza pues el único
> certificado académico que he logrado en mi vida fue el de
> sexto grado de la primaria. Nunca terminé la secundaria
> básica por eso me hice autodidacta. Debo mencionar a quien
> entonces era mi suegro a principios de los años 70 que me
> trajo del extranjero, donde trabajaba, valiosos materiales
> para aprender composición, orquestación, armonía. Lo
> demás lo he ido aprendiendo llenando mis lagunas. Cada vez
> que he querido hacer algo que no sabía hacer aprendí lo
> que me correspondía de forma que casi se puede decir que
> cada canción mía es el ensayo de algo que estaba
> aprendiendo. 

> Así aprendí la guitarra y también el piano, que lo uso
> fundamentalmente para componer. En las evaluaciones me he
> limitado a tocar bien la guitarra y a cantar bien mis
> canciones.

> -Si en alguna circunstancia determinada usted tuviera que
> cantar una canción para demostrarle a una persona que usted
> es Pedro Luís Ferrer ¿cual canción elegiría?

> -La vaquita Pijirigua o tal vez El romance de la niña
> mala.

> -De alguna forma el reconocimiento que el público hace de
> su obra y de su persona está muy vinculado a todo eso que
> usted explicaba acerca del ejercicio de la crítica. ¿Ha
> pensado si esa relación podría cambiar el día que no
> padezcamos los mecanismos restrictivos que imperan hoy?

> -Yo pienso que en todos los instantes de la historia los
> pueblos van a necesitar reflexionar. Los tiempos que vienen
> no serán tiempos fáciles aunque haya más libertad. Podrá
> decirse que en el sentido espiritual será mejor, pero es
> sabido que la libertad entraña riesgos, porque no toda la
> sociedad está capacitada para transitar por un proceso de
> diálogo y de respeto a la otredad. Así que en ese terreno
> siempre habrá mucho que hacer. Hemos crecido durante todos
> estos años sin comprender que el otro es diferente, que el
> otro tiene su verdad y yo creo que eso va a traer grandes
> conflictos, incluso me preocupa seriamente que en un proceso
> de cambio con un propósito democrático, de apertura, haya
> gente con capacidad para hacerlo fracasar. Porque en nuestra
> sociedad hay un lastre muy difícil. Ha habido políticas
> populistas, de paternalismo, las cosas no podrán seguir
> costando lo que cuestan. Se avizoran momentos de un realismo
> económico muy crudo; hay una economía complicadísima que
> y o la percibo como una economía en crisis, una enorme
> deuda externa, una geografía urbana destruida por la
> desatención durante años, porque les quitamos las casas a
> los propietarios pensando que lo único que ellos hacían
> era cobrarle el alquiler a los inquilinos, sin tener que
> invertir en reparar las viviendas y mantenerlas.

> Es decir, que hemos vivido tantos años apartados de la
> realidad que quienes pretendan llevar a la sociedad a un
> nuevo rumbo van a enfrentar muchos problemas además del
> probable sabotaje de quienes no se van a resignar a no tener
> poder. 

> Debo confesar que soy pesimista con el futuro. Aquí se han
> entronizado círculos de poder con una elevada cultura de
> violencia, tienen las herramientas para aplicar esa
> violencia y mucha ascendencia sobre la sociedad a través
> del chantaje y de un pasado común de errores. ¿Qué es un
> mitin de repudio, donde unas personas golpean a otras porque
> piensan diferente? Allí van esas personas a las que le han
> metido en la cabeza esas idea de que "nacimos para
> vencer y no para ser vencidos" y "pa lo que
> sea" y todo ese conjunto tan delicado de calificar
> políticamente. Hay gente que ha cometido errores y los
> sigue cometiendo porque en vez de pensar que siempre hay un
> momento para cambiar y ser mejores, dicen "que le
> importa al tigre una raya más".

> Dentro de esa complejidad, el arte, la literatura, el
> periodismo, requieren de gente sensata que tenga la
> capacidad de hacer reflexionar a toda la sociedad con
> objetividad. Y habrá que criticar el pasado y habrá quien
> quiera hacer cambios sin esa crítica, sin esa reflexión. Y
> habrá quien diga que el pasado era lo correcto porque no
> tendrán aun toda la información o porque no hayan
> reflexionado lo suficiente ¿Cómo explicarle a esa gente
> todas las cosas que han pasado, todos los errores que se han
> cometido? Transformar la sociedad requerirá sacrificios,
> pero también mucha sensatez y mesura. No creo que la
> transición sea algo que se vaya a hacer, es algo que ya se
> está haciendo y ha empezado por la mente de quienes se
> están dando cuenta de todo.
 
> Reinaldo Escobar Casas. Camagüey, 1947. Licenciado en
> Periodismo. Trabajó en la revista Cuba Internacional
> durante 14 años y para el periódico Juventud Rebelde entre
> 1987 y 1989 Ha colaborado con numerosas publicaciones
> extranjeras Jefe de Redacción de la Revista Consenso

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