jueves, 2 de septiembre de 2010

EL CUARTO DE AL LADO




Estampida de potros la noche de febrero, un golpe de tambor la espera de la sangre, un compás de palmeras y un litoral ausente, incienso de oraciones alrededor del lecho, lámparas derramadas en
 los ojos desiertos.

En el cuarto de al lado el traje ya está listo. Es azul claro, liso, y la corbata roja. La eterna novia plancha la camisa, zurce un poco las mangas, besa el cuello, se evade en el perfume medio siglo
 escanciado, y va ella de blanco a encontrarlo de nuevo.

Sonriente como un dios, su hombre espera: mirada vardiazul, salobre, entre muros  floridos; manos de marinero, líneas largas, sinuosas, llenas de azares, suertes que el tiempo ha redimido.


La novia se desnuda, lanza al aire los velos, el insomne se acerca ebrio de noche. Ha vuelto de las playas donde una vez lloró el paso de los barcos, el adiós de los hijos, las cubiertas anónimas y el escarchado sueño de la arena.


Donde guitarra y caracol fundieron sus memorias en la flor del verano, y el vino alumbró un
 regreso de ave en agonía, danza de sangre que vuelve a ser estrella en el fondo del Hombre, y canto
 de luciérnaga en la ruindad de espina, piedra y barro.


El insomne se acerca, ha vuelto del oleaje, remolino de los primeros fuegos y antiguas pasiones, a
 morirse con ella. Las campanas esperan el milagro del día. Lámparas crepitantes, miradas apagadas
 rondan por los rincones, del pozo sepultado vuelve el eco del agua rediviva, lágrimas que desertan
 la tentación del  llanto.


La eterna novia cuenta los botones. Todos en su lugar. Los pliegues firmes. Toma el reloj, exacto,
 oye su corazón: tic tac, un nombre, un augurio, un susurro de eclipse que avanza por la calle y
 empieza a abrir ventanas y a recorrer cortinas.

 Las plegarias arrecian su temporal de voces: rotas alas de ángeles, caliente marejada. El incienso
 escapa con su clamor de culpa.

“Ya es hora, ya es hora, ya viene la carroza…”


En el cuarto de al lado el traje ya está listo. La desnudez del muerto naufragará en su azul, como un
 pájaro.








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