BCS: ¿ALIANZA OPOSITORA?

El senador panista, Luis Coppola, aventaja al resto de los aspirantes de oposición a la gubernatura en un rubro que puede resultar determinante a la hora del voto: su permanente marcaje crítico a los gobiernos “perredistas”, particularmente al actual, que llega a la recta final como el Caballo Blanco de José Alfredo al cruzar la enervada Sinaloa: cojeando de la pata izquierda y con el hocico sangrando… pero sin épica, sin honor y sin verguenza..

En los últimos 10 años, Coppola ha dicho lo que otros oposicionistas se han cuidado muy bien de callar, o lo han externado pero a duras penas, como no queriendo incomodar a nadie, muy al estilo del viejo PRI. Esta beligerante actitud política congruente con su papel opositor, no solamente lo ha enfrentado con el grupo en el poder en BCS, sino también con su partido, el PAN, un organismo de interés público de muy apagada presencia en el escenario sudcaliforniano.

Puedo o no estar de acuerdo con el lenguaje y la forma utilizada por Coppola en su actitud contestataria, pero no puedo desconocer su constancia en este terreno en contraste con la pusilanimidad de otros.
Creo, por ejemplo, y alguna vez se lo comenté personalmente, que le ha faltado mayor presencia en los medios nacionales e internacionales(aprovechando la proyección de Los Cabos y la gravedad de la descomposición política en el estado), haciendo valer su investidura senatorial, denunciando de paso el mercenario papel de algunas corresponsalías.
Pero su presencia mediática allende el Bermejo, con todos los peros que le queramos poner, ha sido de mayor impacto que la del resto de legisladores federales sudcalifornianos, algunos de ellos totalmente anodinos.

En su más reciente comparecencia pública en su estado natal, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Coppola se dejó ver con un distinguido panista: Julio Castillo, asesor de la fundación Humanismo Político,  hijo de Carlos Castillo Peraza, quien fuera el ideólogo, el guía intelectual del PAN en los tiempos de la transición.

Con este acto simbólico, Coppola empieza a equilibrar la percepción que en algunos sectores se tiene de su figura como un político de estirpe empresarial con una concepción gerencial de la Res Pública.
Faltaría darle contenido a este simbolismo con un discurso, una narrativa con mayor y mejor sentido humanístico como complemento de su labor legislativa.

En una entrevista con la revista Compás, el ex candidato a la gubernatura el 2005, no se hace bolas con el supuesto “pleito” entre los primos Cota y Agúndez, y los coloca en el mismo plano de corrupción, con el infalible método de la memoria histórica..

“Leonel Cota-dijo el senador- fue quien propició la primera invasión en Los Cabos a través de Luis Armando Díaz. Trajeron mucha gente del interior a la cual luego credencializaron para votar. Cota construyó la carrera política del actual Secretario de General de Gobierno, quien ahora puede entorpecer su proyecto familiar de 18 años. Posteriormente, el actual gobernador utiliza a César Uzcanga para invadir y protegerlo.Ha llegado a tal grado que el hijo de Uzcanga del mismo nombre, es su secretario particular.”

También arremetió contra los delegados federales, quienes “ en su inmensa mayoría han sido sumisos y en ocasiones coadyuvantes con el gobierno estatal, dejando muy al margen la presencia del gobierno federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa”.

Y a Narciso Agúndez lo ubicó en su real dimensión, un desfasado, a despecho de la encuesta de Mitofsky:":No es de izquierda ni de derecha, no sabemos si va o viene" 


Por el lado del PRI, la también senadora, Estela Ponce, ha venido endureciendo su discurso conforme avanzan los tiempos electorales, tratando de compensar el vacío de los años anteriores, que algunos atribuyen a su cercanía afectiva y política con Leonel Cota..Estelita-como se le dicen sus amigos que empiezan a multiplicarse-, ha empezado también a tender puentes con potenciales electores tradicionalmente ignorados del ámbito académico y cultural.

La incorporación del escritor y periodista Juan Melgar a su equipo de prensa, es una buena señal. Juan es un tipo honesto, ilustrado, talentoso, inteligente, muy lejos del estereotipo del jilguerillo oficioso y genuflexo, limitado al boletinazo, que ya sin credibilidad periodística se refugia en la nómina tricolor en un acto de sobreviviencia existencial más que de fidelidad partidista.

La senadora Ponce podría tener en Melgar a un valioso asesor , sobre todo en asuntos tan delicados como el manejo del lenguaje, del discurso. Juan es alérgico a la doctrina Pirulí, la que sigue dando de comer a tantos asesores espurios, cuya consigna procede de la letra de uno de los más sonados éxitos de Víctor Iturbe, el cantante jalisciense que estuvo de moda en los 70 y 80, y fuera asesinado a las puertas de su casa en la cumbre de su carrera : “Miénteme más, que me hace tu maldad feliz” .

A diferencia de Coppola, Estelita tiene al parecer todo el apoyo de su partido, y ya prepara su tablita de surfer para treparse a la todavía hipotética ola de Peña Nieto.
Pero lo recomendable es que fueran pensando en la posibilidad de levantar su propia marejada en el escenario doméstico, con la construcción de una alianza opositora.

Un gesto de generosidad política, de corresponsabilidad histórica que antepusiera los intereses colectivos a las mezquindades personales y partidistas, podría generar una reacción ciudadana que colocaría a la Familia Cota Montaño y Agúndez y a sus testaferros, a su peste nepótica, en el basurero de la historia. De otra manera, el proceso reivindicativo sería más lento, pero, sin duda, seguro. El hartazgo social alumbrará, más temprano que tarde, los nuevos liderazgos a través de los cuales se pavimentará (valga la metáfora)el camino hacia el Futuro.