Michael Rowan . EL UNIVERSAL. CARACAS.
Homicidios, deuda, caos, violencia, desolación y dictadura son problemas de percepción
En Venezuela, una escena de un clásico del cine sirve como estrategia política para las elecciones de septiembre. ¿Recuerdan esa inolvidable película en la que un hombre es descubierto por su esposa cuando estaba acostado con una mujer desnuda? Mientras la dama desnuda se mueve de un lado a otro bajo las sábanas, el esposo niega todo ante su esposa: "Mi amor, ¿crees en mí o en tus ojos mentirosos?". Esa es la estrategia de Chávez para las elecciones de septiembre.
Se le resta importancia a la mayor tasa de inflación del continente y se decreta un aumento de salarios que representa solo una pequeña parte de la inflación. La moneda venezolana tiene la misma fortaleza que el papel higiénico y se dice que el dólar no tiene ningún valor. Sin embargo, todos quieren dólares, incluso el Gobierno. Los carniceros son encarcelados por vender el producto por encima del precio al que lo adquirieron, como si eso solucionara la escasez de carne, cuando en realidad produce el efecto contrario.
Además, nos dicen que la carestía de alimentos no tiene nada que ver con la medida gubernamental de expropiar 2.500.000 hectáreas de tierras productivas y convertirlas en terreno baldío. Los culpables son los especuladores y los canallas. También nos dicen que los apagones eléctricos no se deben a la incapacidad gerencial del Gobierno, sino a una conspiración para derrocarlo. Nos dicen que la corrupción generalizada no tiene nada que ver con altos funcionarios del Gobierno. Entonces, ¿tenemos que creer que se hicieron millonarios de forma honesta? Nos dicen que el hecho de que hayan aumentado considerablemente los millones de familias que hace 10 años residían en viviendas inadecuadas y haya más pobreza que hace una década, a pesar del billón de dólares que ha ingresado al país, no significa que el Gobierno tenga un problema, sino que nosotros tenemos un problema. Hay viviendas y no hay pobreza. Es evidente. ¿No lo ven? ¿Qué les pasa? ¿No han ido al oftalmólogo?
Homicidios, deuda, caos, violencia, desolación y dictadura son problemas de percepción. Lamentablemente, hemos sido engañados por la propaganda contrarrevolucionaria. Nuestros oídos no escuchan, nuestros ojos no ven, nuestros cerebros no aceptan la verdad: Venezuela es un paraíso, como Cuba. Cierren sus ojos mentirosos y verán la verdad.
MICHAELROWAN22@GMAIL.COM
TRADUCCIÓN: GERARDO CÁRDENAS
Se le resta importancia a la mayor tasa de inflación del continente y se decreta un aumento de salarios que representa solo una pequeña parte de la inflación. La moneda venezolana tiene la misma fortaleza que el papel higiénico y se dice que el dólar no tiene ningún valor. Sin embargo, todos quieren dólares, incluso el Gobierno. Los carniceros son encarcelados por vender el producto por encima del precio al que lo adquirieron, como si eso solucionara la escasez de carne, cuando en realidad produce el efecto contrario.
Además, nos dicen que la carestía de alimentos no tiene nada que ver con la medida gubernamental de expropiar 2.500.000 hectáreas de tierras productivas y convertirlas en terreno baldío. Los culpables son los especuladores y los canallas. También nos dicen que los apagones eléctricos no se deben a la incapacidad gerencial del Gobierno, sino a una conspiración para derrocarlo. Nos dicen que la corrupción generalizada no tiene nada que ver con altos funcionarios del Gobierno. Entonces, ¿tenemos que creer que se hicieron millonarios de forma honesta? Nos dicen que el hecho de que hayan aumentado considerablemente los millones de familias que hace 10 años residían en viviendas inadecuadas y haya más pobreza que hace una década, a pesar del billón de dólares que ha ingresado al país, no significa que el Gobierno tenga un problema, sino que nosotros tenemos un problema. Hay viviendas y no hay pobreza. Es evidente. ¿No lo ven? ¿Qué les pasa? ¿No han ido al oftalmólogo?
Homicidios, deuda, caos, violencia, desolación y dictadura son problemas de percepción. Lamentablemente, hemos sido engañados por la propaganda contrarrevolucionaria. Nuestros oídos no escuchan, nuestros ojos no ven, nuestros cerebros no aceptan la verdad: Venezuela es un paraíso, como Cuba. Cierren sus ojos mentirosos y verán la verdad.
MICHAELROWAN22@GMAIL.COM
TRADUCCIÓN: GERARDO CÁRDENAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario