Proceso.MÉXICO DF.
Madrid, 21 de mayo (apro).- Al hacer una valoración de la estadía del panismo en Los Pinos, el escritor Carlos Fuentes aseveró: “no creo que el PAN esté hecho para el gobierno” y recordó que desde su fundación en 1939 esta formación política se creó como un partido de la oposición y nadie pensó en que pudiera sustituir al PRI en el gobierno, lo cual sucedió hasta el año 2000.
Dijo que “nos guste o no”, el PAN adolece de lo que el PRI sí tuvo, que fue una base popular, con sectores campesino, obrero, clase media, intelectuales, profesionistas y una burocracia muy armada, un aparato de gobierno muy extenso.
“Y el PAN llegó prácticamente descalzo a la presidencia, es un partido que nunca ha tenido una base popular. Es un partido de clase media, católica, minoritario, y que nunca ha aspirado a tener la base del PRI, y el resultado es lo que vemos, que hay muy buenas intenciones, pero no cuentan con la base para llevar adelante la política de los dos presidentes (Vicente) Fox y (Felipe) Calderón.
En cuanto a la crisis de inseguridad que se vive en el país, Fuentes dijo que no acepta “que se siga una política que conduzca a la repetición del fracaso indefinidamente”, por eso frente al desafío del crimen organizado y el narcotráfico en México sugiere que se recurra al aparato secreto del Estado, con “medios más rudos” para golpear a los narcos, “que es gente muy peligrosa”.
De la idea de echar mano de entidades del tipo del Mossad israelí o de la securité francesa, Carlos Fuentes sostiene que “cuando un estado no es capaz de resolver una situación, emplea este tipo de medios para resolver una situación en beneficio del propio gobierno y de la paz” y aseguró que “existen muchas zonas donde la política se ejerce muy secretamente y esta es una de ellas”.
En la conferencia de prensa en la que presentó en España su más reciente obra, Adán en Edén (editorial Alfaguara), celebrada en la Casa de América, Carlos Fuentes dice, “ahí tenemos el caso muy grave de (Diego) Fernández de Cevallos, un ex candidato a la presidencia que es secuestrado, y hasta ahora no se sabe de él”. Entonces hay que “responder a estos desafíos” con “medios más rudos”.
Ante el interés que su propuesta generó entre los representantes de los medios de comunicación, el escritor mexicano añadió, “en un mundo globalizado, donde hay cooperación entre fuerzas armadas y sus organismos en todas partes del mundo o de la Interpol que es un cuerpo para internacionalizar las acciones de la policía, hay muchos acuerdos entre estados o estados y organizaciones de las que no se sabe nada. Esta (la actuación contra el narco) puede ser una de ellas, si el resultado es benéfico, que bueno, y si no, pues que malo”, apostilló.
Fuentes explicó que frente a la poderosa actuación de las organizaciones del narcotráfico de México, no hay nada impida estos actos de Estado “de manera subrepticia, de esta manera que no conocemos ni se le da luz pública”. Y aclaró, “hablo de una realidad que podemos aprovechar a favor nuestro en el caso del combate al narcotráfico”.
El autor de La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz, consideró que hay dos posibles soluciones al tema del narco en México, una la despenalización paulatina de las drogas o echar mano de estos aparatos de seguridad secreto del Estado.
Consideró que se llega a estas alternativas porque, desgraciadamente, “no se conformó a tiempo una fuerza antidrogas exclusivamente dedicada a eso, y estamos ante un desafío con grupos muy poderosos dedicados a eso”.
Apuntó que en el actual gobierno se recurrió al ejército mexicano, “que no fue hecho para combatir narcos”, porque las “policías estaban muy corrompidas, muy cooptadas”.
Al referirse a la temática de su libro, que combina el drama y la comedia, la ficción y la crónica periodística, que traza el mapa detallado del poder, el narcotráfico y la violencia en América Latina en el siglo 21, Fuentes dice que en México ni todos los partidos ni todo el gobierno tiene “gente útil o gente inútil”, pero que los personajes centrales de una novela cuando son positivos y buenos, son “muy aburridos”.
“Uno quiere ver a los malos; son los malos los que llevan el peso de una novela y son los que nos interesan, porque es la parte ambigua y turbia del alma la que explora con mayor interés una historia”, dijo el autor de Instinto de Inez.
“No es para decir que en México solo hay malditos, pero sí decir que los malditos son más interesantes que los buenos”.
Fuentes dijo que la comparte y no la pesadumbre que se vive en México. A su juicio la comparte cuando ve que el sistema actual que nos ha gobernado durante 75 años “está a punto de desaparecer, para ser sustituido por algo que desconocemos”.
Luego de repasar como Porfirio Díaz festejaba con los 100 años de la independencia y dos meses después estallaba la revolución Mexicana, Fuentes advirtió que algo va a suceder en México, solo si se observa que “60 millones de jóvenes con menos de 30 años de edad” sin alternativas
“Vamos a ver algo en un país con esta composición demográfica. Con 60 millones de jóvenes que se están preguntando qué voy a hacer, en qué voy a trabajar, cuál va a ser mi vida, me voy a ir al narco, tendré una oportunidad de trabajo en México, me voy a Arizona donde me van a agarrar a palos. Va a ser un gran problema para la juventud mexicana”
Asimismo, criticó la nueva ley antiinmigrante de Arizona, la cual es impulsada por “los gringos blancos, anglosajones y protestantes”, pero advirtió que el riesgo que corre esa entidad de EU es que se colapse y se paralice sin la presencia de los trabajadores inmigrantes.
“Yo digo, un día sin mexicanos en Estados Unidos, porque esos trabajadores hacen las labores de todo orden que no hacen los gringos. ¿Los van a hacer ahora?, lo dudo mucho. Van a terminar reclamando la presencia del trabajador migratorio”.
Fuentes también advirtió sobre el papel de los medios de comunicación en México, mientras se expresó bien de la prensa escrita, la que consideró con “un valor”, “crítica”, dijo que el riesgo está en el duopolio televisivo, Televisa y TVAzteca, que pueden convertir a México en un “ghetto informativo muy limitado”.
Por último, Fuentes enalteció la figura de juez español Baltasar Garzón, suspendido de sus funciones en la Audiencia Nacional para enfrentar un juicio de presunto delito de prevaricación. Dijo que fue Garzón quien “ha dado cuenta de que hay algo que se llama la justicia penal internacional. Estamos muy acostumbrado al expediente nacional de la justicia, pero así no se hubiera podido llevar a cabo los juicios de Nuremberg, por ejemplo. “Por eso yo diría bravo Garzón, y adelante”, concluyó.
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