BCS: PEJISMO EN DESBANDADA

En una caminata nocturna por el malecón, me encuentro a dos conocidos que trabajan en la “administración” del “Ingeniero”. La confrontación de posiciones es ineludible.La defensa del “jefe” se reduce a una sola frase: Pero es que siempre ha sido así.

En cuanto al ruidito que empieza a levantar la Alianza por la Democracia y la Cultura, no tienen la menor duda: “Ya bájale, nadie entiende eso, así es la política, todos vamos por el billete..”.

Estamos en la acera del Burger King, y un flamante vehículo deportivo, tipo Porsche, negriamarela, derroche de lujo sobre ruedas, se desliza por el callejón, hace el alto.

-Mira, dice uno de ellos, ahí va una colaboradora de Jorge Vale(el defenestrado ex rector y secretario de desarrollo), la trae desde la universidad..

No hay duda: todos vamos sobre el billete. Me despido, sigo mi camino.

Al día siguiente, en el Perro Ajeno, acudo a la mesa de uno de esos personajes que fueron o siguen siendo(un día sí, otro no), cercanos a Leonel. Cota. De los más ilustrados y que fueron siendo marginados cuando menos del primer círculo cotista..

Llega una amiga reportera. Bromeamos. Me dicen que al parecer ya hice una alianza con Leonel. Ambos despotricamos de Narciso y de su “director de comunicación social”, al que el propio Leonel recicló perdonándole todos sus insultos. Preferimos a Ebrard sobre el Peje como candidato presidencial.
Se va la reportera con la promesa de asistir mañana miércoles(hoy) a la segunda reunión de la Alianza por la Democracia y la Cultura, y me quedo a solas con mi generoso amigo que invita el café.

Como siempre, nos seguimos de largo con el tema político. Y saco a colación el más reciente número de la revista Nexos, donde aparecen tres ensayos, a mi juicio muy ilustrativos, sobre la expansión de las clases medias mexicanas en los últimos diez años(que habrían influido en la derrota electoral de AMLO el 2006); y , el que más me interesa por el momento: Pueblo, clientela y ciudadanía, de Leo Zuckermann.

La sola mención de la revista, NEXOS, lo irrita, lo ciega como el alba a Drácula. No quiere saber nada de los ensayos, Nexos es una coartada de la “mafia”, de la “derecha”. Al igual, claro, que Letras Libres, y su director, Enrique Krauze, un “historiador mediocre”, de puras florituras. Debería de leer a Enrique Semo…ése sí.

Le digo que está cayendo en el lugar común, en el maniqueísmo oscurantista propiciado por el pejismo en desbandada.Y le recuerdo lo que dijo al respecto uno de los intelectuales de izquierda que se animaron a poner el dedo en la llaga, Roger Bartra:” Lo más grave es que Andrés Manuel, un cacique urbano, no solamente ha bloqueado Reforma, sino la libre circulación de ideas”.

Bartra también es descalificado: ¿Cuál izquierdista, de cuál izquierda? Me callo la respuesta para no atizarle a la lumbre: pues cuando menos no es un tránsfuga priista como ciertos bultos.
Ante tal cerrazón, intento explicarme, y pronuncio un término que termina por desquiciarlo: ustedes…comienzo por decirle.
Entonces alza la voz para exigir respeto, y darme lecciones de ética: primero debes aprender a respetar…

Le refresco la memoria: él, izquierdista puro, leonelista vergonzante a veces, declarado otras, asqueado por la ignorancia y el saqueo de Narciso, su ex jefe(¡!ésa deuda de 2 mil millones de pesos, tan difundida por su oficiosa mano!!), me ha puesto diversas etiquetas para ahorrarse el debate. Entre otros epítetos, he sido, soy, según él, un vocero panista, gente de “derecha”, lacayo del periodista Ciro Gómez Leyva, agente del senador Coppola…Sin jamás alterarme, y mucho menos dar por cerrado el diálogo. Al contrario.

Pero ya no escucha.

- ¿Ustedes?- me pregunta encarándome- ¿A quién más aparte de mi ves aquí?


- Como persona, a ti, pero en tus palabras a muchos, a todos aquellos que responden exactamente lo mismo, con idénticos calificativos, ante los mismos estímulos.. Veo al estereotipo de esa izquierda espuria, cerril, maniqueísta-respondo.

-Eres un ignorante-grita llamando la atención de las mesas contiguas-, no sabes nada de política, de historia, de literatura, de…!!!estadísticas!!!.

Y remata, luego de desechar mi invitación a dilucidar esas afirmaciones en un debate público:

- Te vas a quedar solo con tu grupito, con esos chamaquitos, de ahí no pasan…Contigo no se puede platicar…dice, se levanta, paga y se retira con paso redoblado.
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Semanas atrás, otro pejista, representante del “gobierno legítimo en BCS”, editor de una revista que ha dejado de imprimirse al cancelarse el convenio con el “Ingeniero”, me comentó respecto de mi trabajo periodístico:

- Cada vez que veo tu columna, me digo: mira, ahí está el dinosaurio. Lo que tú dices no existe, está pasado de moda, la política no es así….

¿Cómo es entonces? Me pregunto desde mi derechista y mafiosa ignorancia, desde mi íntima tristeza reaccionaria, a través de las cuales alcanzo a comprender que son esta clase de estereotipos antidemocráticos, autoritarios, intolerantes, los que nos han convencido de tratar de crear espacios para la libre expresión ciudadana…

Veneno puro para…ustedes…. .


Por esto, más convencidos que nunca o que siempre, esta noche a la 7, en el Kiwi, tendremos el segundo encuentro de la Alianza por la Democracia y la Cultura, a la que ya han confirmado su asistencia los miembros del Colegio de Comunicadores Sudcalifornianos. Y claro, “los chamaquitos” universitarios, de quienes depende en buena medida el futuro de esta convocatoria ciudadana. Un movimiento de opinión como los que están brotando en todo el país, según lo documenta Denise Dresser, esa admirable mujer mexicana...

” En México- dice el complotista Zuckermann- se presume mucho de haber alcanzado el derecho político de votar. Pero una verdadera ciudadanía(…), no sólo se trata de darles a los individuos una credencial para votar y respetarles su voto. Lo que se necesita es que, desde abajo, la gente se comporte como ciudadanos y se involucre en la solución de los problemas de su colectividad. Y, desde arriba, que se respeten los derechos civiles, políticos y sociales de la ciudadanía. Sin ciudadanos no hay democracia posible. Por eso, más que pueblo o clientela, lo que México necesita es ciudadanía.”